Inesperado

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Y así los días pasaban. Mi cumpleaños estaba a unos cuantos días, pero a decir verdad me importaba poco.
Mi preocupación más grande por el momento era mi transfusión sanguínea: se suponía que Min Yoon Gi sería el encargado de brindarme la sangre tipo "O" pero como ya dije, últimamente apenas me dirigía la palabra para lo básico, y se había mantenido así por más de dos semanas.

Otro día común y corriente pasaba en mi universidad. A pesar de que mi padre me seguía enviando dinero después de aclarar la situación; decidí quedarme con el empleo proporcionado por Korea University.
Y entonces ahí estaba, frente a un salón con aspirantes entregándoles sus pruebas de ingreso. Básicamente lo que debía de hacer era vigilarlos para que no hicieran algún tipo de trampa y en caso de que así fuera, reportar a los tramposos.
Aproveché la prueba de 2 horas para comenzar con algunas tareas; eso sí, volteando hacia el grupo a momentos.
Y afortunadamente las dos horas pasaron volando. Terminé mis tareas al tiempo que el primer aspirante se levantaba a entregar su prueba; un joven de apariencia occidental, de nombre Demian Marroquín.

Le agradecí por entregarme su prueba como me dijeron que lo hiciera, y vi que estuvo a punto de decirme algo, pero fue interrumpido por más aspirantes que ya hacían con sus pruebas en las manos.
Después de recibir y entregar en dirección todas las pruebas me dirigí a casa. De nuevo no sabía nada de mi compañero y Amber se había ido su hogar, ya que sus familiares seguían en Corea.

-¡Señorita Greci!- una voz detrás de mí me llamaba; al voltear me encontré con Demian, el aspirante que recién terminaba la prueba. Era un chico bastante alto, cabello azabache y unos grandes ojos color miel; nariz respingada acompañada de unos labios gruesos.

-Demian Marroquín, ¿Cierto? ¿Se te ofrece algo?- Respondí, a la vez que veía su pecho subir y bajar rápidamente al ritmo de su respiración agitada; como si hubiera corrido para alcanzarme

-No, señorita. Es sólo que me interesa saber, ¿Usted es estudiante? Sucede que no he visto muchos latinos por aquí, y por sus facciones puedo ver que usted es una de ellos-

-Pues si, soy estudiante. Voy en tercer semestre de relaciones internacionales, y sólo llámame Helena; si al final seremos compañeros sería un poco extraño que me llamaras de usted-

-Muy bien, Helena, pues entonces sólo llámame Demian- Me ofreció su mano derecha a manera de un educado saludo- Vengo desde Costa Rica; y para ser sincero no sólo quería saber si eres estudiante... ¿Quisieras tomar un café conmigo?-

A decir verdad, me asusté un poco ya que nunca nadie me había invitado a salir. Después de pensarlo rápidamente, estaba por aceptar cuando una llamada al celular me interrumpió: Era del hospital.
Después de disculparme con Demian, contesté la llamada.

-¿Helena Greci? Llamo del hospital general de Seúl para informarle que la sangre del joven Min Yoon Gi resultó compatible con la suya. Él ya está aquí y es necesaria su presencia de inmediato para realizar la transfusión-

-Entiendo, estaré ahí en 15 minutos. Muchas gracias- finalicé, luego colgué el teléfono.

La mirada de Demian se volvió cabizbaja, al parecer había entendido que no podría salir con él.

-Escucha Demian; no es como si quisiera rechazar tu invitación, pero tengo algunos problemas con mi salud y debo ir al hospital justo ahora-

-Está bien Helena, no te preocupes. Te diría que te llevo al hospital pero ni siquiera se donde queda, disculpa. Y si me das tu número quizá podríamos dejarlo para otro día- Respondió el azabache al tiempo que sacaba una libreta de su mochila.

Después de darle mi número dijo que en cuanto comprara un celular que pudiera usar en Corea me llamaría, ya que por el momento no tenía uno. Nos despedimos con un apretón de manos y me dirigí a abordar un taxi.

Llegué al hospital como fue previsto, 15 minutos después. Esta vez me mandaron a un área diferente del consultorio del doctor Kim; había un par de camas de hospital y algunos aparatos. Y en una de esas camas, ya hacía Min Yoon Gi; tan solo con su celular en mano.

-Hasta que llegas, Greci. Estaba por quedarme dormido aquí- Dijo mi compañero de piso, al verme entrar

-Yoon Gi, yo... No sabía que habías estado viniendo a los estudios; creí que lo habías olvidado- Respondí en una mezcla de agradecimiento y confusión

-¿Cómo crees que olvidaría algo tan serio?-

Antes de que pudiera responder, una doctora hizo su aparición. Me pidió recostarme en la cama de al lado y colocó una intravenosa que iba desde el brazo de Yoon Gi hasta el mío.
Según las indicaciones, estaríamos así 10 minutos.

-No se como agradecerte por esto Yoon Gi; y de verdad pensé que lo habías olvidado. Es que últimamente estás distinto y a veces me causa un poco de temor hablarte- esta vez fui sincera con mi compañero

-Como ya te dije, no olvidaría algo como esto. Y pues, por otro lado; es mejor así, Greci. No es que no me agrades, pero prefiero evitarme problemas con Taeyeon- Yoon Gi desvío la mirada hacia la delgada sonda que estaba conectada en nuestros brazos.

-Así que es por la pelirroja... Está bien, Yoon Gi; lo entiendo-.

El resto de los 10 minutos pasaron como si fueran horas. Ninguno de los dos decía palabra alguna y la tensión podía cortarse en el aire; hasta que la doctora llegó y nos retiró la sonda, dejando claro que aún debía tomar mis vitaminas y volver en unas semanas a una nueva transfusión.

-Vamos a casa, te llevo- Ordenó Yoon Gi, en cuanto salimos del hospital

-Prefiero tomar un taxi, gracias por todo- Respondí al tiempo que me daba la vuelta hacia el sitio de taxis que quedaba cerca

-Helena, vamos al mismo lugar; sólo sube- el pálido habló con esa voz tan profunda que daba miedo el solo pensar en desobedecer.

Subí entonces al auto de mi compañero y nos adentramos en ese viaje silencioso. Mi mente tenía bastantes dudas: ¿Qué pasó exactamente para que Yoon Gi cambiara su actitud hacia mi? ¿Qué problemas quería evitar con Taeyeon? ¿Acaso la pelirroja con cuerpo de modelo podía ver a la bajita de grandes anteojos como amenaza? A mi parecer, eso era imposible.

¡Te odio! »Suga BTS«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora