Extraño cumpleaños (1)

34.1K 2.7K 1.9K
                                    

-¿Greci? De verdad eres tú- Los rasgados ojos del pálido se abrieron como platos

-Pues si, sé que me veo distinta pero ¿Tan mal quedé?- cuestioné, al ver la cara de Yoon Gi

-Para nada- respondió aún sorprendido- Te ves bien, me gusta-

Y no se porqué, pero cuando Yoon Gi dijo estas palabras por alguna razón sentí bastante pena. No una pena de esas que me harían correr hacia mi habitación y encerrarme bajo las sábanas; si no mas bien algo satisfactorio.

-Y bien, Greci; es hora de irnos-.

Tomé mi bolso sin decir más, a decir verdad no sabía ni siquiera a donde iría pero mi cabeza comenzaba a llenarse de ese sentimiento extraño y nuevo que se hacía presente. Era como si el maquillaje, la ropa linda y el hecho de que había adoptado más seguridad, hubieran cambiado totalmente mi forma de ser.

Estábamos por abordar el auto de Yoon Gi. Como normalmente lo hacía, abría la puerta del copiloto y subía sin más; pero sin embargo, esta vez el pálido se adelantó y abrió la puerta para mi, algo que nunca antes había hecho.

-Suba, señorita- Dijo, mientras sostenía la puerta del auto.

Como todo un caballero cerró la puerta y después subió de lado del conductor.
Arrancó el auto y ahí fue donde, como hipnotizada comencé a apreciar al pálido.
Llevaba una camisa de botones color gris y unos pantalones entallados en negro; y por último sus tenis en color negro y blanco, como si quisiera darle su toque a ese atuendo casi formal.

-¿Me vas a mirar todo el trayecto sin preguntar a donde vamos?- aún y que mi nerviosismo era obvio, el tonto se burlaba de mi entre risas

-Trato de grabar todos tus rasgos por si me secuestras- respondí tratando de parecer segura

-No te secuestraré boba, no hoy-.

Y ahí estábamos, rumbo a no se qué lugar, en un extraño silencio. Este silencio era distinto a los días anteriores, cuando Yoon Gi no hablaba por evitar pelear con su ex novia; esta vez era como si quisiéramos decir muchas cosas y no sabíamos por donde empezar.

Yoon Gi rompió el hielo cuando fue necesario recargar gasolina. Hicimos parada en una gasolinera en la carretera, ahí fue donde pude notar que no tenía idea de donde me encontraba.
Abrí la ventana del auto mientras el pálido rellenaba el tanque de su auto, sólo para disfrutar uno de mis gustos raros: el olor de la gasolina.
Después de que mi compañero pagó, regresó al auto y yo subí la ventanilla.

-¿También te gusta como huele la gasolina?- Inició la conversación, mientras arrancaba el auto

-Llámame drogadicta, pero es uno de esos olores que me trae recuerdos de cuando vivía en México y papá me llevaba a pasear- respondí con melancolía

-Me pasa lo mismo, Helena. De esos pequeños detalles que te hacen recordar que los buenos tiempos fueron reales, ¿No es así?-

-De eso mismo hablo-.

Y bien, luego de otros 15 minutos en el auto; llegamos a lo que Yoon Gi avisó que sería el primer destino: un humilde, pero hermoso restaurante de comida italiana.

-Ya que tu padre no pudo acompañarte en tu cumpleaños, al menos cenaremos comida de su país- Dijo el pálido, mientras me abría la puerta de la entrada

-Yoon Gi, no se como agradecerte por esto- esta vez pude sentir unas cuantas lágrimas haciendo un intento por salir

-Sólo no ordenes lechuga y agua-.

¡Te odio! »Suga BTS«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora