Impulsos (2)

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No pienses en nada 
No digas nada, ni siquiera una palabra 
Sólo dame una sonrisa 
Todavía no puedo creerlo 
Todo esto parece como un sueño 
No trates de desaparecer.  

15:00 en el reloj.
Mis sentidos se encontraban sin rumbo. Llevaba aproximadamente 30 minutos sin moverme de la cama; pensando, maldiciendo el momento en el que Min Yoon Gi decidió frenarse antes de besarme, maldiciendo el momento en el que no se detuvo para besar a Min Hwa.
¿En qué me estaba convirtiendo? Hacía tan sólo unos meses mi único problema era prepararme para terminar la universidad, luego ese pálido llegó a mi vida y lo cambió todo.


-Greci, ¿Podemos hablar?- Yoon Gi, del otro lado de la puerta, mientras daba ligeros golpes en ella

Escucharlo me estremeció. Su profunda voz resonaba en lo más recóndito de mi ser.

-Helena, por favor... Sé que no estás dormida y me estás escuchando- insistió

Me levanté con la intención de enfrentarlo. Mis piernas flaqueaban y mi respiración se aceleraba; no sabía qué hacer después de haberlo tenido tan cerca de mi.
Abrí la puerta y ahí estaba; se mordía los labios nerviosamente y ni siquiera podía verme a los ojos... era como ver a un pequeño siendo reprimido por su madre.

-¿Qué pasa, Yoon Gi?- respondí con la voz temblorosa

-Necesitamos hablar- dicho esto, tomó mi mano me dirigió hacia la sala

-¿Qué hay que hablar?- Dije, una vez en el sofá. Obviamente sabía lo que había que decir, pero quería que él comenzara

-No se como decir esto, y no quiero que suene como una disculpa más en esas que te digo que soy un tonto. Helena, cambié; eso te lo puedo asegurar... Lo de Min Hwa fue algo que hice ebrio y ninguno de los dos le tomó importancia-

-¿Y lo mío?- lo interrumpí- Casi me besas, Yoon Gi. ¿No se supone que era tu mejor amiga? ¿Qué está pasando contigo? ¿Qué nos está pasando?-

-No lo se, no tengo una jodida idea- esta vez Yoon Gi estaba evidentemente nervioso- No tengo cara ni explicación para describir lo que pasó hace un rato. Pero ya tomé una decisión. Me voy a mudar, no soy buena influencia para ti-

Esas palabras lograron que en mi interior ocurriera una catástrofe. A este punto ya no me importaba nada; las grandes lágrimas comenzaron a escurrirse por mis mejillas y mi voz se tornó histérica.

-¡No, idiota!- grité- Eso es lo peor que podrías hacer. No tienes a donde ir, me dejarás sola y sin mi mejor amigo... Quiero que nos recibamos juntos de la universidad, quiero seguir asistiendo y sentarme de lado tuyo para soportar tus bromas y chistes sobre los maestros, quiero ir junto a ti en el auto y escucharte cantar en voz baja tus composiciones.... Eres mi mejor amigo; eres un idiota, pero te necesito, idiota-

Yoon Gi no pudo decir más después de esas palabras. Estaba igual o incluso más confundido que yo.
Fue uno de esos momentos de tensión en los que ambos necesitábamos del otro a nuestra manera y ninguno se atrevía a admitirlo.

Cubrí mi rostro con la intención de ocultar el llanto que no parecía querer detenerse; fue ahí donde sentí mi cuerpo siendo rodeado cálidamente por sus pálidos y fuertes brazos. Por primera vez en mucho tiempo, me sentía protegida.

-Hagamos como si lo que pasó en tu habitación nunca sucedió- dije, con mi cabeza unida a su pecho- Pero por favor, no te vayas-

-Tú también eres una idiota, Helena... Puedo hacerte daño y aún así me quieres a tu lado; debes estar muy loca. Pero necesito a mi mejor amiga a mi lado; tú sabes, para ser el par de idiotas que somos-

-¿Entonces no te irás, cierto?- levanté mi vista hacia él, esperando una respuesta

-Tengo muchas cosas que pensar respecto a todo esto; pero si tú aún me quieres a tu lado está bien, me quedo contigo-

Me solté de Yoon Gi para apreciar entonces que sus mejillas lucían ruborizadas y sus pequeños ojos vidriosos, como si se contuviera para evitar derramar algunas lágrimas.

-Sólo se que necesitamos olvidar esto ya- continuó hablando- ¿Me vas a acompañar a la fiesta de Seok Jin, cierto?-

-¿De qué fiesta me hablas?- cuestioné confundida, al tiempo que limpiaba mi cara

-Jin me dijo que te enviaría un mensaje, a Amber también; hasta me pidió sus celulares-

A decir verdad, no había revisado el celular en ya varias horas. Me levanté del sofá para ir por mi celular, que se encontraba en mi habitación.
Abrí las conversaciones y efectivamente, había un mensaje de un número desconocido con una invitación y una dirección; y cientos de mensajes de Amber donde me contaba emocionada que Kim Tae-Hyung la había invitado a una fiesta.
Leía todos esos mensajes mientras caminaba de vuelta hacia el sofá.

-Amber está muy emocionada, ¿Qué se trama Tae-Hyung?-

-¿No es obvio?- respondió el pálido- A V le gusta tu amiga-

-Yoon Gi, por favor; que Tae-Hyung no lastime a Amber-

-No lo haría, Helena. Él es muy distinto a lo que dicen, no invitaría a alguien a salir a menos que de verdad le interese-.

Nos mantuvimos así, conversando y olvidando cada tema bochornoso y desagradable; a este punto prefería eso antes que estar lejos de él.

Una hora después dijo que tenía que retirarse para ayudar a Seok Jin con su fiesta.

-Ustedes no se cansan de fiestas, ¿Cierto? Apenas ayer estabas en casa de Nam Joon-

-Esto es más que una simple fiesta, Helena. Es una presentación, estarán presentes personas de una casa productora interesada en nosotros. Obviamente necesitamos un público, tú sabes... Esto es importante-

-¿Porqué no me lo dijiste antes?- respondí, recuperando la alegría en mi voz- ¡Tengo que estar ahí! Mucha suerte, jodido pálido-

-Sé que todo saldrá bien, tú estarás ahí-

Acto seguido se levantó del sofá para dirigirse a su habitación. Yo me quedé ahí, pensando en todo lo que había pasado.
Yoon Gi salió unos minutos después, con una mochila en su hombro, de donde se podían apreciar los micrófonos que antes estaban en su escritorio, que hacían un intento por escapar de la apretada mochila.

-¿Vas a volver, ¿Verdad?- cuestioné una vez que ambos estábamos frente a la puerta

-20:00, paso por ti y por Amber. Ya se que le enviarás un mensaje y vendrá corriendo, descuida. Estaré aquí puntual, te lo prometo-.

Yoon Gi besó mi mejilla, haciendo que mi cara se tornara de un color rojizo en su totalidad, soltó una ligera risa antes de partir.

Por mi parte, no tenía mucho tiempo de analizar lo sucedido ni de pensar si estaba haciendo bien o mal al asistir a la fiesta de Jin. Tenía que enviarle un mensaje urgente a mi mejor amiga, ambas disponíamos de menos de 4 horas para estar listas.

¡Te odio! »Suga BTS«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora