Impulsos (1)

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¿En qué momento el ser humano deja de comportarse como tal para parecer un animal siguiendo sus impulsos?
Quizá de eso se trata vivir; de entender que somos parte del reino animal y como tales, somos guiados meramente por corazonadas y sensaciones que el cuerpo ordena. Como si en tu interior algo dijera "Hazlo, no tengas miedo".

Yoon Gi llegó.
Amber y yo, petrificadas.
No teníamos una jodida idea de qué decir.

-¡Vaya, es bastante tarde! Debo irme, Helena. Nos vemos el lunes en la universidad, ¡Hasta luego!- Amber huyó valientemente

-Hola, Helena; hola Amber- saludó mi compañero en cuanto ambas nos levantábamos del sofá

-Hola, y adiós Min- Dijo la rubia, con cierto desprecio hacia Yoon Gi en su mirada

Amber abandonó la casa antes de que yo pudiera siquiera despedirme; estaba igual o más molesta que yo.

Y ahí estaba, nuevamente paralizada sin nada que decir.

-¿Al menos podrías decirme hola?- Dijo Yoon Gi, despertándome del trance de idiotez en el que me encontraba.

-Lo... lo siento- respondí bastante nerviosa- Buenas tardes, compañero-

-¿Y porqué tanta seriedad? ¿Pasa algo?- mi compañero retiraba su chaqueta de cuero de su cuerpo- No tengo ni siquiera idea de qué hora es, mi celular se descargó-

-Entonces supongo que aún no viste las noticias. Necesito organizar algunos documentos para la inscripción al nuevo semestre, deberías hacer lo mismo; voy a mi cuarto- Dicho esto, me marché de la sala dejando a un pálido desconcertado.

Entré a mi habitación y ni siquiera tenía papelería que organizar. Me recosté en la cama boca abajo dejando que un par de lágrimas se deslizaran, impregnando mis sábanas en su caída.
La foto que recién acababa de ver no dejaba de dar vueltas en mi cabeza y mi cuerpo peleaba contra mi cerebro. Quería gritarle a Yoon Gi que me dolía, quería decirle que estaba sintiendo cosas por él que no había sentido por nadie y no sabía qué mierdas eran.
Y entonces el impulso de estupidez invadió todo mi cuerpo; por alguna extraña razón sentía que necesitaba verlo y hablar con él, aunque tuviera que poner la excusa más estúpida para ello.

"-El dinero-" pensé para mi. Aún tenía que entregarle la remuneración que mi padre le envío por ayudarme con las transfusiones.
Sin tener control de mi cuerpo tomé aquel sobre en el que coloqué el efectivo para separarlo del mío. Toqué a su puerta; ya no había marcha atrás.

-¿Qué sucede, Helena? Estaba durmiendo- Dijo, en cuanto abrió; con sus ojos evidentemente entrecerrados y su blanca cabellera despeinada

-Sólo quería darte esto- hasta ese momento pude notar que mi voz se escuchaba quebrada; era más que obvio que había estado llorando

Yoon Gi recibió el sobre con una mirada de confusión. Lo abrió y entonces su gesto cambió a uno de asombro.

-¿De qué se trata esto? ¿Y qué te pasa?-

-Te lo envía mi padre como agradecimiento por todo lo que hiciste por mi. Por favor, acéptalo; es un presente del señor Greci-

-No puedo aceptarlo, esto es más de lo que mi madre envía por mes- respondió, entregándome de vuelta el sobre color amarilloso

-De verdad, no es nada- Rechacé el sobre con una ligera reverencia- Mi padre está muy agradecido contigo, es su manera de demostrarlo-

Yoon Gi entonces bajó la mano que me entregaba el dinero con el mismo gesto de desconfianza.

-Sólo porque no quiero ser grosero con tu padre- Dijo, entrando a su habitación y colocando aquello en su mesa de noche- Y ahora si, me vas a decir porqué estuviste llorando, pasa-

Era ahí cuando debí rechazarlo y huir hacía mi habitación; no lo hice.
Entré detrás de él, observando su habitación con detalle como pocas veces. Era un poco más pequeña que la mía; tan solo tenía una desordenada cama con su mesa de noche a un lado, su closet, y un escritorio donde ya hacían sus libros, laptop y un par de micrófonos.

Nos sentamos frente a frente en su cama, ni siquiera se preocupó por el desorden.

-¿Fue algo relacionado con tu cita de ayer? Si es así dime; si te lastimó te juro que se va a arrepentir- Dijo Yoon Gi, manteniendo su mirada fija en mi

-No, sólo estoy algo cansada- respondí bajando la mirada

-Te conozco, Greci. No puedes engañarme-

-¿Ya encendiste tu celular?- cuestioné, evidenciando sin querer la causa de porqué me encontraba así

Yoon Gi desconectó su celular de la corriente y oprimió el botón de "encender" antes de continuar hablando:

-Mmm.. No; pero no entiendo qué tiene que ver con esto-

Guardé silencio aún con la mirada abajo; mis manos sudaban y no podía dejar de jugar con mis dedos de una forma ansiosa. El celular encendió y los mensajes comenzaron a llegarle; uno tras otro, siendo solicitado por suficientes personas dispuestas a enviar la foto.
Desconcertado, abrió sus mensajes encontrando en uno de sus grupos que la foto de él y Min Hwa estaba siendo enviada cientos de veces.
Cuando la vio no lo podía creer; sus ojos rasgados se abrieron de una forma impresionante y pude sentir el calor que emanaba desde su interior, un calor emanado por el coraje.

¿Pero quién mierdas tomó esta foto?!- exclamó a gritos, revisando el celular con desesperación

-No tengo idea, pero veo que te divertiste- respondí, con una mezcla de coraje y decepción.

-Helena, sólo fue un beso- dijo, tratando recuperar la calma

Me levanté de la cama donde ya hacía sentada, comenzaba a perder tranquilidad.

-¿Sólo un beso?- el tono de mi voz comenzó a tornarse de molestia- ¡¿Entonces para ti es exactamente lo mismo besar a cualquier mujer sobre la tierra?! -

Sí, ese momento volvió a mi mente. Yoon Gi y yo en aquella fiesta donde casi nos besamos hasta que Jung Kook nos interrumpió.

-No es eso... pero un beso podría no significar nada-

-¿Y qué significó Min Hwa para ti?-

-¿Porqué te interesa tanto saber que significa, Helena? Eres la persona menos indicada para preguntar- Yoon Gi también se puso de pie y elevó notoriamente el tono de su voz- ¿Qué hay de ti? Saliste con el tipo de ayer, quizá también lo besaste y no me asombraría si lo disfrutaste. Solo es un jodido beso, podría hacerlo con cualquier mujer sobre la tierra-

Dicho esto, el pálido hizo algo que no podía creer. Se colocó frente a mi, me tomó fuertemente de la cintura y puso sus labios a escasos milímetros de los míos. Se frenó en seco.

-Yo... nunca he besado a nadie- dije con un hilo de voz, sintiendo el aliento de mi compañero.

Me solté de él y me dirigí a mi cuarto, Yoon Gi se quedó helado. Se mantuvo ahí, de pie y en silencio.
Mi confusión aumentaba... El impulso de besarle era fuerte, si tan sólo no se hubiera frenado, si tan sólo no le hubiese dicho que no he dado mi primer beso...
Mierda, me estaba enamorando.

¡Te odio! »Suga BTS«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora