¡Te odio! »Suga BTS«

Mejores amigos

La semana seguía su curso normalmente, a pesar de todo el cansancio físico y mental que comenzaba a sentir.
Y por fin, el día miércoles la universidad nos dio un ligero receso: por ese día no habían exámenes.
Incluso nuestras clases habituales fueron distintas; como el semestre casi terminaba, los maestros sólo se sentaron en sus escritorios mientras los alumnos estudiábamos en silencio.

La hora del recreo llegó; entre los exámenes y todo el estrés no había podido contarle a Amber sobre la visita de Taeyeon a mi casa.

-¡Helena Greci!- Amber dio un grito que hizo que media KU volteara cuando terminé de narrar lo sucedido- ¿Y es hasta ahora que me cuentas? Debiste hacerlo desde el sábado, hubiera ido a tu casa de inmediato. Por ahora, te aseguro que cuando me recupere del tobillo la voy a golpear muy duro-

-No, Amber- la silencié- Taeyeon se veía distinta, creo que hay una posibilidad de que en su teñido corazón sienta algo de verdad por Yoon Gi-

-Me decepcionas, Helena. ¿Enserio vas a dejar que esa tipa se lo lleve sólo así?-

-Entiende, él y yo jamás seremos nada más que amigos. Tan sólo mira quien fue su novia, Amber. No creo que quiera pasar de una alta con cuerpo de modelo a la bajita de lentes... Además ella me dijo algo que no puedo sacar de mi cabeza: notó que él me gusta, y dijo que ella lo amaba-

-¡Esa pelifalsa no debe amar ni a su madre! Al contrario de ti, Helena. Puedo ver que lo amas más que a nada-

Casi me ahogo con el agua que estaba tomando cuando Amber dijo esas palabras. Si de por sí estaba confundida, esto terminaba de rematar la situación.

-Amber- dije, tratando de tranquilizarme- No estoy segura de lo que estoy sintiendo justo ahora; sólo quiero pasar los exámenes con el promedio debido... Mi cabeza necesita descansar-

El timbre sonó y fue tiempo de volver a nuestros respectivos salones. Mi relación con Yoon Gi últimamente iba de maravilla, es decir; por fin nos llevábamos como los compañeros y amigos que éramos.

-Tengo problemas, Greci- Dijo Yoon Gi, mientras esperábamos por la llegada de la profesora Iseul al salón de clases- Estoy seguro de que el idiota de Korbin me va a restar puntos por cualquier motivo si no me va bien en el examen-

-Tranquilo, hoy tengo que dedicarme a estudiar ciencias sociales, estudiaremos juntos y haré todo por que recuerdes cada cosa, ¿Está bien?-

-Muchas gracias, Helena. Prometo recompensarte-

-Ya haces mucho por mi, descuida-.

-

Después de ese día disfrazado de tranquilidad, por fin estábamos en casa. Yoon Gi entró a su habitación con la intención de dormir, ya que el resto de la noche sería de estudiar.
Por mi parte, me encontraba vagando en el ordenador; esperando la llamada de mi padre, la cual no debía de tardar.

Y fue así como la vídeo llamada llegó cuando me encontraba viendo vídeos de gatitos:

-¡Helena! ¿Cómo estás, hija!- exclamó Gian Lucca, con ese ánimo que lo caracterizaba

-Algo estresada, tú sabes; los exámenes finales vuelven loca a la gente. ¿Qué hay de ti, papá? ¡Extrañaba tanto poder verte!-

-Y yo a ti, Helena. Yo me encuentro mejor ahora; al menos el tema del divorcio no me ha dado muchos problemas. Supe que hablaste con tu madre-

-No acabó nada bien, papá. Escuchó la voz de mi compañero y olvidó que se estaba disculpando por todo. Si tan sólo supiera que ese compañero me está salvando la vida- Esta vez mi semblante cambió a uno de tristeza

-Yo lo se, hija. Eso me recuerda: El dinero que te envíe este mes tendrá un extra, por favor entrégaselo al chico. Necesito agradecerle de alguna forma-

-Al decir este mes, ¿Significa que me quedo aquí en las vacaciones?-

Mi padre entonces se tornó serio, como muy pocas veces lo había visto, y sin más comenzó a hablar:

-Helena. A decir verdad por ahora es lo mejor; si vuelves a México es muy probable que tu madre haga todo por que no regreses a Corea. Según tengo entendido, si te mantiene a su lado puede exigir pensión por el simple hecho de que vivas bajo su techo y estudies en México. Claro está, si tú quieres volver yo no pondré ningún impedimento; es tu decisión, Helena-

-Ya decía yo que mi madre no me llamó por nada. No te preocupes papá, soy feliz en Corea; lo único que me entristece es no poder verte-

-Quizá vuelva a Italia en unos meses- soltó mi padre de pronto- Me ofrecen una gran oportunidad en mi país y ya que no estás en México estoy considerando tomarla-

-Papá- dije con más tranquilidad- Toma la oportunidad para ti, de todas formas yo seré tu hija siempre. Es tiempo de que hagas tu vida nuevamente, es tiempo de que veas por ti-.

Y así nos mantuvimos conversando por una hora más; cuando hablaba con mi padre el tiempo pasaba muy rápido.
Me envió también todos los detalles del divorcio, con lo que me quedaba claro que él no estaba mintiendo en nada. Por otro lado, acordó hacer todo lo posible por viajar a Corea en los meses próximos.

Tan pronto colgamos, fue tiempo de estudiar; Yoon Gi salió de su habitación con sus libros en mano y nos situamos en la pequeña sala.
Comenzamos organizando la información de todo el semestre, leyendo, haciendo resúmenes y esas cosas tediosas que debíamos hacer si ambos queríamos un buen promedio.
Fue hasta alrededor de dos horas después que mi compañero hizo una pausa, con una pregunta que realmente no me esperaba:

-¿Hasta cuando tienes pensado contarme que Taeyeon vino el sábado?- Dijo, con toda tranquilidad

-Yo... No lo recordaba- respondí volteando hacia otro lado, el simple hecho de pensar en que Taeyeon le dijera a Yoon Gi que me gustaba, hacía que mis nervios se pusieran de punta

-Eres mala mintiendo, Greci. Fue a buscarme a casa de Nam Joon; dijo que tú la enviaste allá y prácticamente sólo fue a hacer una escena-

-Siento mucho eso, pero yo no la envié; sólo le dije que no te encontrabas en casa. ¿Tú crees que después de algo como la transfusión te enviaría a tu ex novia a arruinar tu día?-

-Sabía que estaba mintiendo- respondió Yoon Gi, luego de soltar un gran suspiro- Esa mujer sólo sabe mentir. Imagínate, hasta llegó a decirme que yo te gusto, creo que ya perdió la cabeza-

-Tú aún sientes algo por ella?- cuestioné, tratando de cambiar un poco el tema

-No, a decir verdad creo que en realidad nunca lo sentí. Es decir; si la hubiera querido al menos me hubiese dolido dejarla, pero al contrario de eso, me sentí libre. Fue como si incluso me emocionara un poco el hecho de no tener que hablar con ella más-

Esas palabras causaron un gran alivio en mi; honestamente estudiar de pronto parecía más sencillo.

-Me da mucho gusto que ahora te sientas mejor- dije, haciendo un intento por ocultar mi repentina felicidad

-He cambiado mucho, Helena. En eso tengo que agradecerte; tú sabes, aquella vez que fuimos por primera vez al hospital que tuve que elegir llevarte a ti o quedarme con ella me hizo pensar muchas cosas. Quien diría que ahora te considero mi mejor amiga-

Oh, si. Mi felicidad de pronto se perturbó; volvía a comprender que él tan sólo me veía como una amiga y que no existía oportunidad para alguien como yo de estar con él.

-Tú también eres mi mejor amigo, bobo-.