El Amor De Tu Vida Puede Presentarse Dos Veces.

Todos te extrañaran.

La semana se va volando, y cuando menos me doy cuenta estoy haciendo las maletas para mí traslado. Solo faltan dos días para mi "nuevo comienzo" la idea no me emociona mucho. Aún estoy asimilandome completamente al echo de que ahí estaré sin nadie a quien conozca.
-¿puedo pasar?- Pregunta La voz de Víctor al otro lado de mi puerta.
-si- contestó fríamente, perdida en el doblar de mi ropa y mis pensamientos.
-¿cómo vas?- pregunta.
-bien, casi termino de empacar todo lo necesario- le contestó.
-oh, sí que es lo necesario- me dice, abriendo los ojos como plato mirando las cuatro maletas llenas y la pila de cosas que aún hay en mi cama. Me parece cómica su expresión, sé que eh exagerado un poco pero que más da.
-ja ja, calla- le gruño.
-te extrañare- dice con un pequeño hilo de voz que apenas si logro escuchar. Inmediatamente le sube la sangre a las mejillas en señal de vergüenza.
-ven aquí- le digo sonriendo a mi máxima expresión, abriendo los brazos para poder envolver con ellos a mi hermano apenas 3 años menor.
Lo envuelvo con un cálido abrazo, siento que me pondré a llorar. No me había puesto a pensar en lo mucho que extrañare a este pillo.
Se vuelve para verme a los ojos. - Papá también lo ara, todos aquí lo aran hasta Candes, que parece tener un odio mutuo contigo.- dice intentando dispersar la tristeza con un poco de humor.
-claro, Candes sobre todo- le digo soltando una carcajada picara.
Me suelta, y se retira algunos pasos para dejar espacio entre nosotros.
-¿me dejarás tu habitación?- me suelta con una sonrisa. Mirando mi pequeño cuarto.
-¡caray!, me iré a la universidad. No a morir.- le digo, no puedo evitar la sonrisa que se forma en mi rostro al responder a su pregunta que a mi parecer es cómica.
-te quiero Nath- dice Víctor, saliendo de mi habitación sin siquiera dejarme responder.-te quiero Vic- respondo aunque sé que no me oirá.
Quito todas las cosas de mi cama para poder tumbarme en ella, mañana seguiré empacando. La platica sentimental con mi hermano me dejó agotada. Después de bajar a cenar, me hago un moño desordenado y me acurruco en la cama. Por mi cabeza pasan mil ideas y no puedo evitar imaginarme mi primer día de universidad y se me hace un nudo en el estomago.
Espero que lo que Víctor diga sea verdad «todos aquí te extrañarán», por qué yo echaré de menos a más de una persona aquí.