El peso de dos amores.

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– Nath, despierta– Henrry mueve mi hombro para que me levante. Me quede dormida en el sillón a lado del que se quedo el, yo tenía la intención de quedarme aquí para cuidarlo, pero me gano el sueño.

– ¿qué pasa?– exclamó exaltada.

– Nada, solo que quería decirte que no era necesario que te quedaras aquí, conmigo. También quería disculparme por el show que di anoche– se nota apenado, pero aún así con una sonrisa de frente a la vida.

– No te disculpes, todo lo que dijiste ayer fue... especial. Y yo estoy bien, tu descansa será mejor que hoy no vallas a la universidad, seguro que tienes una resaca de los mil demonios.

– No, claro que voy y otra vez perdón por despertarte con mis problemas existenciales.

– ¿Tu problema existencial soy yo?

– La verdad si. Y eso está empezando a causarme conflictos.

– ¿por qué?– sonrió

– Por que tú ocupas toda mi cabeza, y no es por ser malo ni nada de eso pero se supone que un chico de mi edad tiene que tener más intereses no solo una persona.

– Bueno, entonces vámonos al campus. Ya se nos hace tarde.– trato de esconder mi cara para ocultar el color rojo que se a acumulado en él gracias a la gentiles palabras de Henrry.

(...)

– Nos vemos al rato, Nath.– se despide Henrry una vez que llevamos a la universidad.

Yo asiento y me dirijo hacia la izquierda, el hacia la derecha y por obviedad chocamos.

Yo comienzo a reír por qué así nos conocimos y me trae lindos recuerdos, levantó la vista para ver a Henrry el cual de igual manera está riendo.

– debemos de deshacernos de esa costumbre.– le digo aún riendo.

– o tal vez no.– seguido de esto me guiña un ojo y sigue caminado por donde desde un principio iba.

Yo me quedo parada viéndolo avanzar y sonriendo como tonta. Inmediatamente dejo de hacerlo por qué se que me parezco a las chicas enamoradas en las películas y es raro.

(...)

– ¡hola Thomas! ¿Listo para sacar el mejor promedio de la clase en nuestro proyecto?.– me acerco exhaustivamente hacia Thomas y espero que el haga lo mismo, pero no lo hace. Solo me mira y después de asentimiento de cabeza se coloca en su lugar, que es a lado de mi sin decir ninguna palabra.

– ¿Estás bien?– lo miro y espero su respuesta.

– Como sea, solo hay que esperar la calificación.– contesta fríamente y mirándome intensamente.

– ¿que tienes?

– Nada Nathally, no tengo nada.

– ahí estás, ¡que tonta! Pensé que decías la verdad cuando mencionaste que dejarías de ser un estupido. – no tengo ni idea de por qué está enojado, solo sé que lo está y mucho.

– solo te dire algo, ¿Por que eres así?

– ¿así...? ¿Así como?

– ¡deja de jugar conmigo! ¡Maldita sea!– comienza a gritar y siento la mirada de todos y cada uno de nuestros compañeros sobre ambos.

– ¿de que hablas?.– No tengo ni la menor idea de a que se refiere, pero por alguna razón me siento mal de que este molesto conmigo. Pensé que todo se había arreglado entre ambos pensé.

El Amor De Tu Vida Puede Presentarse Dos Veces. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora