El Amor De Tu Vida Puede Presentarse Dos Veces.

Henrry.

Una vez arreglada, tomó mi mochila y me meto en el carro. Hoy no es necesario seguir los pasos del GPS por que ya me he aprendido la ruta hacia la universidad de memoria.
Una vez fuera del campus estacionó el vehículo y salgo de el.
-Hola- dice la voz de Kath a la vez que me toma por sorpresa y doy un pequeño brinco infantil.
-Hola, Kath- le contestó.
-¿lista para tu segundo día de clases en la universidad de Columbia?- dice con tono orgulloso.
-Claro.- le digo con una sonrisa en la boca. Una vez dicho esto comenzamos a avanzar, parece saber cuál es la asignatura que me toca ahora.
Llegamos al salón que parece ser de química. Estoy apunto de sentarme al final del salón cuando oigo la voz de Katherine guiándome Hacia el frente. Reconozco una cara. Claro es el chico con el que tropecé, me dijo que se llama Henrry. Me siento enfrente de él y miro al lado y reconozco otra cara, es Thomas el hermano de Kath. Ella toma asiento a mi lado.
-¿Nath?- pregunta el chico de atrás «Henrry». Volteo para verlo.
-Hola- le digo ofreciéndole una sonrisa.
-¿cómo estás?- me dice devolviéndome la sonrisa, que en sus labios parece ser perfecta.
-bien, ¿y tú?. Espero que no hayas tenido que ir a la enfermería después de nuestro pequeño incidente- le suelto.
-Jaja, por suerte no. Pero me alegro de haber tropezado contigo- me dice y yo me volteo toda sonrojada y con una sonrisa de adolescente.
Cuando miro al lado Thomas me está mirando, mantengo contacto visual con él por un momento hasta que desvió la mirada y me vuelvo para Katherine.
Ella me hace la charla el resto de la clase. Por qué el maestro no llega, cuando suena el timbre me dispongo a irme con Kath; pero una mano me sujeta del codo y volteo para ver quién es. Es Henrry.
-Hola, perdón por tomarte por sorpresa. Pero quería saber si, ¿tienes algo planeado para hoy en la tarde?- me pregunta.
-No, claro que no- le respondo automáticamente como niña tonta.
-Genial, ¿quieres salir conmigo, a comer o algo? Si no quieres no abría menor problema, pero si sí quieres sería genial. Ya había dicho genial, perdón.- me suelta, poniéndose sonrojado al instante. Un gesto bastante lindo.
-no te disculpes, claro que quiero- le digo al chico de ojos hermosos.
-¡gracias! ¿Pasó por ti al terminar las clases?- me pregunta.
-perfecto, hasta entonces- le contestó.
-Perfecto- oigo que dice cuando camino hacia la puerta. Salgo de la sala con una sonrisa de oreja a oreja «perfecto» me repito a mí misma.
-¿dónde estabas?- pregunta la voz de Thomas, sacándome de mis pensamientos. ¿Desde cuando le tengo que dar explicaciones a este chico que cuando me conoció fue un maldito capullo?.
-Lo siento, me entretuve con algo- o alguien digo para mí misma.
-vamos, Kath nos espera en la cafetería. Lo sigo hasta ella y como había dicho ahí está.
-Faltan quince minutos para la próxima  clase- nos informa Kath.
-tiempo perfecto para un café- nos agrega.
-si- digo mirando a la mesa de enfrente dónde está el chico que conocí ayer Jayden. El no parece darse cuenta de que estoy ahí y eso me agrada.
Nos tomamos el café y vamos a clases. Estas se van rápido y cuando menos me lo espero han terminado.
Salgo del campus con Kath y su odioso hermano Thomas.
Veo a Henrry y me pongo nerviosa como niña boba. El se voltea y me ve y al instante se le forma una sonrisa en los labios y sin darme cuenta yo estoy haciendo lo mismo.
-¿lista para en mejor día de tu vida señorita Nath?- me pregunta Henrry.
-Claro- le contesto. Y recuerdo que salí con Kath y Thomas los cuales siguen ahí. Me volteo y los veo, me observan.
-perdón chicos, nos vemos mañana ¿vale?, cuídense.- les digo dándole la mejor de mis sonrisas.
-hasta mañana Nath, pásatela bien- dice Kath guiñándome el ojo y yo suelto una carcajada. Volteo a ver a Thomas el cual solo me ve con recelo y jala a su hermana para seguir adelante dejándome a solas en el campus lleno de personas con Henrry.