Estrellado

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Sin un rumbo fijo, los chicos comenzaron a caminar al norte y atravesando el final del pueblo de donde provenían. Unos kilómetros más y estarían fuera de él, pero con el clima tan caluroso que hacía en plena estación de verano, sus pequeños y delgados cuerpos apenas se sentían; estaban agotados. JungKook fue el primero en caer de rodillas al suelo después de soltar un quejido, apartó su mochila de la espalda y se dedicó a recuperar el aliento que había ido dejando con cada paso desde que comenzaron a caminar.

— JungKook, no es momento de descansar. Se nos hará de noche —TaeHyung, el único en notar la ausencia del pequeño, lo miró desde su posición y animó a que se levantara antes de que su hermano lo viera—. Vamos —JungKook asintió apartando el sudor de su frente y se levantó acomodando su mochila en la espalda, una vez más.

— ¿Cuándo descansaremos? —preguntó caminando al lado de TaeHyung.

—No lo sé, supongo que cuando salgamos del pueblo.

— ¿Y cuánto falta para eso?

—Mmm, no mucho, creo —se encogió de hombros sin saber cómo dar una respuesta acertada.

Por otro lado, Jin y NamJoon iban a la delantera del grupo, hablando entre ellos y haciendo que el camino no fuera tan pesado y largo. Cuando se conocieron, apenas eran unos chicos sin intereses comunes. NamJoon solía meterse en cualquier problema; cuando comenzaba uno era fácil imaginar que él sería el causante o que formaría parte de alguno. Sea cual fuera el comienzo o el resultado, su nombre no podía faltar en esa lista de problemas. En cambio, Jin era un chico ejemplar, un estudiante aplicado y educado, nada de asuntos turbios. Al contrario, su historial jamás estuvo manchado por nada.

Ninguno se imaginó que acabarían juntos a pesar de sus grandes diferencias, supongo que la adrenalina de NamJoon es lo que Jin necesitaba en su vida mientras que el cariño y poner un tope en NamJoon, es lo que él necesitaba de Jin.

Entrelazaron sus manos a pesar de estar agotados y sonrieron entre sí mientras caminaban. Un castaño llamado Jimin los miraba desde atrás, sin poder apartar la mirada de sus manos unidas y sintió algo de envidia. Aunque Jimin era el más popular del grupo entre chicas e incluso chicos, el castaño no se sentía atraído por ninguno de todos esos pretendientes. A veces pensaba que algo estaba mal con él, incluso llegó a pensar que era asexual, pero cuando miraba a cierta persona aquellos pensamientos eran borrados de su cabeza y, en cambio, un sentimiento de culpa y amargura lo invadía. Giró su cabeza hacia atrás, mirando a ese chico que le hacía sentir tantas cosas buenas como malas, pero que no sabía como lidiar con ellas.

YoonGi y HoSeok iban a la par, jugando al "veo veo" para matar el tiempo y no pensar demasiado en cuánto tiempo quedaba o en cuándo dejarían de ver el mismo paisaje, por eso se limitaron a jugar a algunos juegos mientras caminaban.

Veo veo.

¿Qué ves?

Una cosa que empieza por la letra... "a" —dijo YoonGi después de comenzar su trigésima séptima partida.

— ¿Árbol?

— ¡Sí!

— ¡Joder, YoonGi, has escogido árbol unas veinte veces!

— ¡Es que ya no hay nada más! —exclamó YoonGi con sus manos extendidas, mostrando su alrededor.

— Mejor juguemos a otra cosa —HoSeok retiró su flequillo mojado por el sudor y esperó a que su hyung pensara en algún otro juego.

Los dos se llevaban bastante bien, incluso siendo sus personalidades tan contrarias; porque no se podía negar que HoSeok llegaba a ser muy cansado. Un chico tan enérgico al lado de uno tan tranquilo es normal que éste último algunas veces perdiera los papeles y soltara maldiciones una detrás de otra por su boca, pero aún así nadie podría negar la estrecha amistad de ambos.

Escape [BTS/BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora