† Capítulo 7 †

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Ambos habían llegado a lo que parecía un viejo cuarto de curaciones.

El buscaba en un pequeño botiquín algodón, alcohol y algunas vendas para poder curar a Scarlet.
La muchachita le parecía demaciado interesante, era bella, perfectamente bella, nunca había visto a una mujer tan hermosa en sus veintitantos años, y mucho menos, en lo que era su guarida cada que realizaba algún robo.

-¿ Y, porque estás aquí? 
Dijo mientras limpiaba aquellas piernas pálidas del tenue color carmesí .
Estaban muy dañadas. Pequeños rasguños y cortadas múltiples se mezclaban con lo que parecían hollitos profundos en la piel de Scarlet.
- Mis, mis padres, murieron.
Fueron asesinados, después de un tiempo, un juez determinó que, mi tía Sophia cuidaría de mi - La mirada de la chica se fijó a una de las sillas viejas color azul. - Pero me dejó, me dejó aquí diciendo que no podía ya cuidarme. Tengo miedo, pues mi tía no empacó mis medicamentos. Pronto empeoraré...

- ¿Empeorar? - Jackson no entendía bien las palabras de la oji- verde.
- Sufro esquizofrenia severa y Trastorno de Identidad Disociativo. -
¿Porque tan linda mujercita sufriría tanto?  Terminó de envendar las heridas y miró a la indefensa Scarlet.
- Ya está, anda, busquemos tu dormitorio-
- Y tú, no me has dicho tu nombre-

El no sabía que decir, a nadie nunca le había dicho su nombre. Nisiquiera a sus amigos de ese lugar.
-No importa mi nombre-
-¿Porque no importaría?  Anda, no seas tímido -
-No se lo digas a nadie, ¿ok? -
Entrelazando sus meñiques habían hecho la promesa de nunca dar a conocer su nombre.
Soltaron una sonrisa y entonces él prosiguió a contestar.
-Mi nombre es, Jackson. Hace 10 años emigre con mis padres. Soy de nacionalidad china. -
Scarlet acarició con sus pálidas manos los ojos rasgados de Jackson; el no sabía como reaccionar. Ese acto lo había sonrrojado un poco, o de maciado.
- ¿Y porque estás aquí, Jackson? -
Sería un golpe para Scarlet si le decía la razón por la que estaba ahí.
-Les regalo cosas a mis amigos. A veces les doy lo que no tienen aquí, la gente rica no valora lo que tiene asi que, se los traigo a ellos y,me gusta verlos felices. -
- ¡Eso es muy bonito! -
-Si, eso creo. - Rasco su cabeza y hizo un pequeño giño.
-¿Oye, te puedo decir algo? -
-Dime-
Ella se sentía un tanto tímida, pero tenía que decírselo. Nunca había visto a alguien tan guapo, y sabía que sí no se lo decía, quizá alguien más afuera le ganaría la maravillosa idea que había tenido.
-¿Quieres ser mi novio? -
Jackson abrió los ojos como platos.
Esa confesión lo tomó por sorpresa.
Era muy repentino.
Pero no podía decirle no.
A él también le gustaba, había sido algo así como "amor a primera vista".

-Pero no me conoces-
-Pero sé que eres muy lindo, y muy guapo. Y me gustas. -
Se miraron, y entrelazaron sus dedos, fue una acción de ambos.
-Oye, pero yo debí decirtelo. Eso es lo correcto -
-Ok, dímelo -
-¿Quieres ser mi novia, Scarlet? -
-Sí! -
No sabía en concreto que era lo que había hecho, pero ya era novio de Scarlet, y la cuidaría como un verdadero caballero.
Soltó una carcajada pues los gestos de su novia eran muy graciosos, ella le pedía un beso.
-Los novios se dan besos, dame uno. Y no te rías de mis caras. -
Jackson cerró también sus ojos y le dió un beso inocente a Scarlet.
Solo dieron un rose a los labios del otro.
Ella abrió los ojos y se separó de él.
Tapó su boca y empezó a reír.
-¡Nunca había besado a alguien! ¡Es muy bonito! -

Se sentía feliz, así como cuando sus padres vivían.
A él le había dado tanta ternura.
Ambos comenzaron a hacer caras graciosas para divertir al otro.

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