† Capítulo 6 †

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Scarlet no entendió que era lo que le había dicho Sebastian, pero sólo se dedicó a seguirlo callada.
- Mira, ahí vienen, ¡niñas, niñas! - dijo el chico mientras brincaba y hacía señas con sus brazos .
Ambas niñas venían tomadas de la mano.
- Ella es Scarlet, llegó hoy, bueno eso digo yo, y es muy bonita ¿verdad ?-
- Hay Sebastian, déjala que hable . ¡Hola!  Soy, hem, soy Cristina y ella Liliana, ¡mucho gusto! -
Cristina era pequeñita,si, era aún una criatura, su piel era morena con cabellos castaños.
Sus ojos eran grandes color miel con unas pestañas largas y chinas.
Liliana, por lo contrario, era alta, extremadamente delgada, sus cabellos eran rubios y tenía ojos azules.
Su mirada se perdía en el suelo y en la mano traía una libretita color rojo y un lápiz pequeño.
- Scarlet sonrió y estrechó su mano a ambas niñas. Liliana tenía una de sus manos vendadas.
- ¿Qué te pasó, Lili?- pregunto la joven
- Ayer se la llevaron los doctores. Cuando regreso traía esto, parece que le duele pero no nos deja ver que es- respondió Sebastian.
La noche cayó y las enfermeras empezaron a rondar los pasillos.
Tenían que apresurarse a dormir, sino les iría muy mal.

- Ven, dormirás en mi cuna-
Todos los internos dormían en cunas para bebés gigantes. Tenian sus barrotes color blanco y un colchón ya sucio. En la habitación habían muchas de esas "camas",no se podía pasar con facilidad ,y algunos internos se acomodaban en el suelo, pues ya no había donde dormir.
- ¿Y la cena? - preguntó Scarlet.
- Aquí no cenamos, rara vez comemos Bonita- dijo Sebastian.
- Duerme en mi cuna, yo dormiré en el suelo. -
- No, no Sebastian, tu duerme aquí, yo en el suelo-
- Dije no, además yo cuidaré de tí como lo hago de las otras amigas mías. Es comoda mi cama, anda, acuestate-
Scarlet no podía creer lo que veía. Habia gente llorando en sus cunas, y eso le causaba tristeza... No iba a poder dormir, no quería hacerlo.

***

Tienes que morir. Tienes que morir. Lastima tus brazos. Estamos vigilandote. Morirán todos, morirán todos.

Scarlet no podía moverse. La respiración se le iba y necesitaba gritar, pero el habla se le había ido. Miraba a los lados desesperadamente, no veía a nadie, no estaba Sebastian a su lado. Su corazón iba latiendo cada vez más lento.
Necesitaba gritar
Empezó a ponerse nerviosa y quería llorar.
Había un ventanal delante de ella que iluminaba la habitación. No recordaba que así fuera cuando decidió dormir.
No estaba en el dormitorio.
Y esas risas ya la habían desesperado...
Una sombra se posó frente a ella.
Quería atacarla.
Scarlet no podía gritar...

Sus ojos se abrieron bruscamente y su corazón latía fuertemente.
Estaba sudando, y no entendía que pasaba pues si ,no estaba en el dormitorio; recordaba que Sebastian y las niñas se habian despedido de ella.
¿Porqué despertó en uno de los pasillos? 
Se levantó rápidamente y tomó su amado Mr. Bunny ,tratando de entender donde estaba.
A lo lejos se escuchaban golpes y gritos, quizá eran internos, quizá no, ella sólo quería salir de ese lugar.
Caminaba sin rumbo.
Veía tantas puertas pero no encontraba la de su dormitorio.
De repente sintió que la agarraron de la espalda y soltó un grito terrible.
- ¡Hey!  Cállate, ¡nadie tiene que saber que estoy aqui!-
Scarlet volteó a ver; las pupilas de ambos se dilataron...
Para ella era el hombre más guapo que nunca pudo ver, sintió un enorme cosquilleo en el estómago.
Sus cabellos platinados y esas facciones finas y masculinas a la vez lo hacían el novio perfecto.
Para él, era una dulce jovencita. El verde de sus grandes ojos y sus labios rojizos lo hizo enloquecer. Era tan pálida, una combinación esquizita con sus cabellos negros.
- Perdóname, no quizé asustarte, sólo que, pues, nadie me puede ver aquí .Hola - el joven sonrió tomando la mano fría de Scarlet.
- Hola, no, no te preocupes, estoy buscando mi dormitorio -
- ¿Estás, estás sangrando de las piernas?Que te pasó  estás bien, ¿alguien te hizo algo?-
Ambos miraron hacía las piernas de Scarlet ,si, tenía sangre.
- Nn, nn, no lo sé, no te preocupes, ahorita me curo-
- No, yo lo haré, ven, ¿puedes caminar bien?  Te cargo si quieres... -
- No gracias- Scarlet se sonrojó,sonrió y bajó la mirada. ningún chico había tenido atención hacía ella nunca. Sentía tan bonito.
- Ok, te creeré. Vamos, conozco este lugar como la palma de mi mano, te curaré y te ayudaré a encontrar tu dormitorio. -




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