† Capítulo 8 †

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Eran novios.
Y lo serían toda una eternidad. Eso era lo que deseaba Scarlet, no sabía realmente que ocurría pero sí podía diferenciar lo que su corazón le decía.
Se sentía amada como en toda su adolescencia lo soñó.
Ahora la realidad era latente.

-Es noche pequeña, debes ir a dormir-
La chica se abalanzó hacia el y lo abrazó.
-¡Pero yo no quiero que me dejes aquí sola! Tu debes estar conmigo, te necesito conmigo pues eres el único que me ama...  ¿Verdad que tú si me amas Jackson? -

Amar era una palabra fuerte para los oídos de Wang, hacía mucho que la había mencionado, es más, ya no recordaba como y porqué lo dijo, pero los bellos ojos verdes de Scarlet lo hacían sentir bien, no la conocía pero ejercía en él una ternura llena de locura a la cual no podía el negarse.
- Claro que sí pequeña, yo, yo te amo y no te dejaré jamás .-
Le sonrió y le dió un beso en la frente.
-Pero debes dormir, te prometo que yo vendré a verte muchas veces, sabes que yo no pertenezco aquí, y si me encuentran podrían alejarme de tu lado. Te traeré muchos regalos, lo que tú me pidas o necesites - Sus dedos se entrelazaban en esos negros cabellos que caían hasta el ombligo de Scarlet.
- Está bien, yo te esperaré amor - La chica sonrió también y tomó de la mano a Wang.
- Te trataré como una princesa, anda,ve a dormir-

Ambos buscaban en las habitaciones donde Scarlet lograra identificar su cama, o a alguno de sus amigos.
De repente escucharon unos gritos. Eran de un niño discutiendo con una voz masculina ya grande.
Se escondieron detrás de la puerta de una habitación vacía. Querían ver que pasaba,su curiosidad era enorme.
- ¡No, no suéltenme, no quise hacerlo, por favor !-
Alguien pequeño era jalado por dos tipos grandes y gordos, ¿ qué serían capazes de hacerle a un niño?  .
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Uno tomo con fuerzas el cuerpo débil del infante y el otro prosiguió a sacar unas pinzas de su bolso.
Scarlet no podía creer que veía, y Jackson sólo le tapaba la boca a su novia pues sabía que sí algo malo sucedía, a ella le iría muy mal y a él lo reportarian con la policía.

- Tranquila princesa, ven, ven te abrazaré, no pasa nada. -
- ¡Pero, le harán algo! Todos son malos aquí, aquí no hay gente buena Jackson... -
Era obvio lo que pasaría.
Y el joven lo sabía.
Aquel niño había mordido a alguien.
¿ consecuencia ?
Le quitarían un diente.
O dos.
O tres.
Eso había pasado con Sebastian.
Los llantos desgarradores del niño estremecieron el cuerpo de Scarlet y Jackson , y aquellos hombres no paraban de reír.
Ese era su castigo.
Se había "portado mal"

Tomaron al niño indefenso y se lo llevaron.
¿ qué clase de hospital era ese?
Jackson los odiaba.
Y la impotencia de no poder hacer algo lo comía...
Y más que recordó que no pudo defender a Sebastian cuando le pasó lo mismo...

Pasó un rato y Scarlet estaba ida.
No decía palabra y estaba nerviosa.
Jackson tenía miedo pues nunca supo como tratar a una persona con los problemas de Scarlet.
- Mi niña, ¿ estás, estás bien? -
- Sssi, si, sólo que... Ellos no debieron, ellos... -
- Calla, ellos son mierda en este lugar, no entiendo como nadie se ha quejado aún, pero, eso nunca te pasará a tí, ni a tí ni a mis amigos pues yo cuidaré siempre de ustedes. Escuchame bien, alejate lo más que puedas de todos los doctores, de las enfermeras y los enfermeros, cuando te pongas mal y yo no este, Sebastian cuidará de tí, yo te juro por mi vida que los sacaré de aquí y, seremos felices,créeme que ustedes son mi familia-
Scarlet lo miró y le dió un beso en los labios.
Así, tan puro como su amor por él.
Jackson no sólo era su novio, era su amigo y su ángel así como lo eran sus padres cuidandola desde el cielo.

- Ven, vamos a que descanses, mañana te traeré una sorpresa princesa -
Scarlet tomó a Mr. Bunny y empezaron a caminar.

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