† Capítulo 13 †

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-No puedo, perdóname Scarlet-
Dijo Jackson en tono bajo, escondiéndose de la mirada de la chica.

-¿Porque no puedes?
Todos los novios se acarician cuando están enamorados, ¿o es que no me amas? . ¿Es eso? ...-

Para ella no era algo extraño. Sabía de que hablaba, y entre sus fantasías de vivir un romance como el de sus padres, soñaba con entregarse a quien fuera el dueño de su corazón y eterno acompañante.
Pero tampoco podía obligarlo si no la amaba, y de sus ojos brotaron lágrimas cristalinas.

-No, no llores Scarlet, yo te amo, escúchame, pero no puedo hacerlo- dijo Jackson tomando entre sus manos el rostro frío y pálido de Scarlet.
-Siempre quise tener la vida normal de una chica de mi edad. Tener novio, ejercer una carrera, viajar, casarme... Pero ya sé que será sólo una fantasía porque, ni hijos podré tener. ¡Mírame! ¡Soy un mounstro Jackson! Siempre me carcomia las ganas de hacerle daño a mis padres porqué ellos me lo ordenaban, pero sabían que nunca les haría daño y es por eso que se apoderaron de mí ... De mi cuerpo... -
La joven empujó a Wang y bajó De la cama donde yacía sentada.
Se inco ante el ventanal que alumbraba la habitación y empezó a tocarse los cabellos.
Otra vez esas voces.
No podía escapar porque todo el tiempo estaban ahí, con ella.

-No eres un mounstro, y nunca lo serás. - Jackson se sentó a lado de su novia y le tomó la mano.

-Cuando te vi por primera vez, no pude contener que me gustaste. Eres la primer chica que se fija en mi de una manera tierna y pura... Es por eso que no puedo, no puedo tocarte ,eres la inocencia en mujer Scarlet .-
-Pero yo te amo-

¿Amar?
Quizá era porqué la ayudó cuando se conocieron.
O quizá porque nunca había estado tan cerca de un chico tan apuesto como él.
Pero ella sentía que sin Jackson moriría.
Se unió tanto a él en los primeros días que ya habían pasado juntos.

¿Y Jackson?
No podía sentir pena por ella.
Y es que no mentía.
Se enamoró de Scarlet en el primer instante en el que sus ojos se cruzaron con esos dos luceros verdes.
Aún la curiosidad le mataba pues quería saber que tipo de efecto pudo haber causado una niña con esquizofrenia, en un asesino y ladrón.
Para él, Jackson Wang era la viva imagen de la crueldad humana, no tenía cura, no viviría del amor, ¿y entonces Scarlet que era?

-¿Nunca, nunca lo harás? - preguntó Scarlet con una voz que en poco tiempo rompería más en llanto.
-¿Hacer que? -
-Tocarme como mujer... -

La miró y beso su frente, los instintos de un hombre llegaron a Wang, y respondió positivamente a la pregunta de la muchacha.

-Pero no ahorita pequeña...
Ven, ven ¿no conoces el cuarto de juegos verdad? -
-¿Cuarto de juegos? -
Ambos se pararon y salieron corriendo .

Habian llegado al tan afamado lugar. Sus paredes estaban pintadas de figuras extrañas pero a primera vista atrayentes. Sus colores eran llamativos, vivos, y hasta un poco chillantes.
Era algo nuevo para los ojos de Scarlet.
Habia uno que otro juguete, los suficientes como para pasar el rato.
Un lugar que le prometía diversión.
Se soltó de la mano de Jackson y fué a mirar con más detalle.

-¡Es hermoso! -
-¿Te gusta? -
-¡Lo amo! -
-Aquí vendremos todas las noches, o las veces que tu desees, ¿que te parece mi amor? -
-¡Si! -
-Que yo sepa no tiene nombre, pero para nosotros, le llamaremos ....
¿Como podrá ser? ...
Ya sé, ¡Candyland! ¿te gusta? -
- ¡si!  ¡Amo su nombre! -
-Anda Scarlet, ve con los niños a jugar -











*Como medio visual está una foto de Candyland.
Era el lugar más tétrico a primera vista, pero era un lugar en dónde los internos podían jugar y encontrar un momento de diversión.






† Candyland †Donde viven las historias. Descúbrelo ahora