Capítulo 17

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—Sam...—susurro mi nombre.

Su mirada clavada en mis labios,mi corazón acelerado las respiraciones sincronizadas.

—¿si?—articule con dificultad.

—estas sangrando.
—¡Ah!—me tome la nariz.

¡Oh santo cielo me has salvado o que habras interrumpido!

Tan condenada suerte he de tener,camine hacia la puerta  pegando en ella teniendo la cabeza hacia arriba.
—Vamos te ayudo.—me dijo de prisa.

No sé quien estaba más preocupado si él o yo, me puse una toallita en la nariz parando el sangrado.

—¿¡Estas mejor!?.

—Sí—con vos chillante—

—Ahora suenas como la hija de la señora Krobs. —ríe kael

—pero dime sam¿que te pasó.

—Nada—respondi de golpe.

—Sam...—me volvió a llamar suplicante.

—En serio nada,es por el cansancio.

—Eso no suena muy...
—Ya dejalo asi.—hable severa.

—esta bien,es tarde te veo mañana.

Al llegar a la entrada él me acaricio el cabello como gesto de despedida,
Aunque lo sentí más con otro significado.

Cerre la puerta y un grito me saco del transe.

—¡Samantha que te paso en la cara!—grito mi madre al verme.

—No hagan escandalo por eso.—Roder los ojos.

Camine directo a la habitación y les grite desde la escalera que iba a desvelarme con una cara de drama a punto de morir.

—¡pareces una foca!

Fue lo único que me dijo.

—¡mamá!—regañe.




—Cariño despierta—

Mmm un susurro en mi oído de repente me despertó  de mi pequeña siesta de cinco minutos me queje levantando mi cara de ¿una bolsita?
No sé pero estuvo comodo.

—¡Dormiste bien samantha!.—Grito burlandose Daniel y sucesivamente mi madre.

—¿!De que se ríen!?—achine los ojos.

—Nada cariño ve y lavate vamos a desayunar—se tapo la boca mi madre reprimiendo su risa.

Me levante del suelo tenia palitos y hojas pegadas en mis piernas me agache de mal humor a removerlas me dolía el cuerpo.

Pero aún escuchaba la risa de una rata en la puerta.

—¡Daniel no escuchaste sal de aqui y deja de burlarte!—grite a buenas horas de la mañana.

—Como usted mande capitán—afirmó como soldado.

Rodee los ojos al escuchar su risa en el pasillo ese niño cuando este más grande tendra trabajos asi de duros dije por lo bajo.

—tambien barba como tú.—comento de paso jake que pasaba por mi habitación.

¿¡ah!?¿ barba que diablos? Pensé y corri al baño suspire cansada mirando el gigante espejo, sí parecia el capitán barbosa.

La verdad viendome bien se me hizo gracioso,hasta que las tiras verdes no se despegaban;exacto¡no se como rayos pero las malditas tiras estaban pegadas a mi cara!

Sal de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora