Capítulo 6.

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No sabía exactamente por qué Tony me mandó hasta Los Ángeles; pero aquí estaba, esperando sus órdenes para una nueva "misión". Mientras estaba allí decidí dar una vuelta por la inmensa ciudad y así aprovecharía para buscar sitios donde poder esconderme si tenía que huir de alguien, que seguramente es lo que ocurriría. De repente mi móvil comenzó a vibrar en el bolsillo de mi cazadora y al sacarlo vi que se trataba de Tony.

-Liv, querida.

-¿Sí?

-Te preguntarás por qué te he mandado hasta Los Ángeles.

-Pues sí. ¿Y bien, de qué se trata?

-Esta vez no tendrás que robar ninguna tarjeta. Tendrás que tener vigilada a una persona. No tendrás que hacer nada, sólo vigilarla.

-¿Sólo vigilar? Venga ya, sabes que puedo hacer mucho más que eso.

-Lo sé, pero por algo tendrás que empezar.

-Pero hasta un niño de tres años podría hacer eso -dije algo molesta.

-Ya, ya tranquila Liv. Ya te dije que empezarías con pequeños trabajos. No quieras ser una mariposa si todavía eres una pequeña larva.

-¿Eso qué significa?

-Tú sólo dedícate a vigilarle. Te enviaré sus datos.

-Oye, pero... -Ni siquiera me dejó terminar la frase cuando colgó.

¿Por qué tendría que vigilar a alguien? ¿Es que acaso pensaba que era tonta? Arriesgué mi vida por una diminuta tarjeta de memoria y Tony parece pensar que no sé hacer nada. ¿Y a qué se refería con lo de la mariposa? Menudo tío más raro.

Al cabo de unos minutos me llegó un mensaje con toda la información y para mi sorpresa tenía que vigilar a una chica. En realidad pensaba que se trataba de algún hombre perteneciente a la mafia, pero no fue así. En el mensaje venía una foto de ella; tenía la tez muy blanca y unos ojos claros que contrastaban con la negrura de su pelo. Tenía unos cuantos piercings que le daban un aspecto de chica dura. Su nombre era Bella y tenía un listado con algunos lugares que solía frecuentar. No entendía por qué Tony quería que vigilase a esa chica; no tenía ni la menor idea.

Sin perder el tiempo empecé a buscarla y fui al primer lugar de la lista: un parque de skaters. Allí había un montón de gente y me costaría encontrarla. Había varios grupos de chicos haciendo pintadas y otros hacían skate por las enormes estructuras que había mientras las chicas le observaban y se derretían por ellos. Menudas crías idiotas, pensé. Fui a un lugar más apartado a observar la escena por si veía a la tal Bella. ¿Qué habría hecho esa chica para que Tony quisiese buscarla? Debía de ser algo gordo si la quería con tantas ansias. Después de más de una hora perdiendo el tiempo la chica no apareció. Me dispuse a ir al siguiente sitio, porque ya se había hecho de noche y por si tenía suerte y la veía allí.

Fui a una cafetería y ¡bum! Allí estaba. Menos mal que no me costó mucho encontrarla, sino habría perdido mi tiempo y mis nervios. Al parecer trabajaba allí, porque se acercó a mi a tomar nota de lo que quería. La observé bien y aunque su aspecto era de chica dura, su voz era muy dulce, cosa que chocaba mucho. Pedí un café y me dediqué a no apartar la vista de ella en todo el rato que estuve allí. Al parecer el sitio no cerraba hasta altas horas de la madrugada porque algunos trabajadores iban allí a comer por las noches. Estuve todo el tiempo posible allí y al mirar el reloj que había sobre una pared vi que era la una de la madrugada. No sabía cuantas horas había estado en la cafetería, pero supuse que fueron unas cuantas, ya que mi móvil se quedó sin batería de tanto utilizarlo. Me sentía exhausta aunque no hubiese hecho nada, pero es que no descansé después del vuelo y me dediqué todo el día a buscarla.

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