"We'll carry on! We'll carry on!"
Tiene que ser una broma. ¿Cómo demonios puede ponerse a cantar en una situación así? Es el blanco más fácil que las patrullas pudieran desear, y en vez de salir corriendo como debería estar haciendo, se pone a acompañar a la melodía. Toda la gente, humanos y Ecos, parece ser más inteligente que él, ya que salen corriendo al instante, echándose unos sobre otros por miedo a empezar a ver volar balas y cruzarse en el camino equivocado. Porque están seguros de que las habrá; han pasado demasiado tiempo viendo cómo a nadie le importa mancharse las manos de sangre humana.
"Do or die, you'll never make me! Because the world will never take my heart!"
¿Pero quién demonios tiene que aguantar? ¿Los humanos, los Ecos, quién? ¿De parte de quién está? ¿Es una treta para amenazar a los nuevos líderes, o a todo el público en general? ¿Quién debería tener miedo, estar corriendo?
Charlie no tiene tiempo para encontrar respuesta a ninguna de sus preguntas, pues al instante siente la mano de su padre apoyada sobre su hombro, tirando de él hacia atrás.
"¡Rápido, muchacho! ¡Por aquí!"
Los segundos que Charlie aparta la mirada son suficientes para que los disparos comiencen a resonar en las calles. Cuando involuntariamente vuelve a fijarse en la carroza, ésta se encuentra completamente vacía. Por algún motivo siente pena por el soldado de cabellos rubios, a pesar de no saber de qué lado estaba. Aunque el final era de esperar.
Sea a quien sea a quien va dirigida la canción, sólo una cosa parece lógica; huir.
Nadie sabe exactamente de dónde provienen los disparos. Sólo se ven guardias Ecos que aparecen literalmente de la nada, con las armas alzadas y dispuestas a actuar contra quien se cruce en su camino. Pero nadie sabe dónde se está a salvo.
Lo único en lo que Charlie puede pensar es en esquivar a todas las personas con las que inevitablemente se acaba chocando. Ahora es él quien está tirando de su padre, tratando de sacarlo de ahí lo más rápido posible, antes de que el Desfile pase de una celebración a un funeral. Al menos ese es el plan, hasta que recibe un tirón en la dirección contraria; su padre se ha detenido en mitad de la calle, impasible ante el jaleo.
"¿Qué haces? ¡Vamos, padre!" Espeta, con los ojos casi a punto de salirse de su sitio.
"Charlie, aguarda."
"¿Pero qué dices? ¡Tenemos que salir de aquí antes de-!"
De pronto siente una mano ajena posarse sobre su hombro -qué manía tienen con eso-, y se gira en un suspiro, aterrado ante la idea de encontrarse de bruces con un Eco a punta de pistola. Pero la realidad es más bien distinta; bajo una capa negra que le oculta perfectamente el rostro, se encuentra el soldado rubio que hacíe unos instantes estaba subido en la carroza. Cómo ha logrado salir de ahí sin un solo rasguño es algo que no entra en la cabeza del joven.
No se media palabra alguna. El misterioso soldado y Billie solamente asienten al unísono, echando a correr hacía el gentío, tirando del muchacho hacia un coche oscuro que espera a ralentí en la calle. En cuanto todas las puertas se cierran con un golpe seco, el conductor pisa el acelerador, evitando a la multitud y logrando salir del barullo sin que pase nada grave. Al menos para ellos.
Charlie mira al conductor a través del espejo retrovisor; cómo no, también es humano.
"Me parece que los hemos despistado." Asegura con firmeza su padre, mirando el cristal trasero a medida que la ciudad se pierde a sus espaldas.
"¿Despistar...? ¿Qué demonios está pasando aquí?"
Charlie puede sentir cómo su cabeza palpita con fuerza. No entiende nada de nada.

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Bienvenidos al Desfile Negro
FanficTras años de oscuridad y pérdida, Charlie por fin se levanta con la expectativa de poder olvidar por un día la miseria en la que ahora se basa su existencia. Esa misma mañana va a asistir con su padre al célebre y mágico Desfile Negro, con la intenc...