(Will)
—¿Qué tal estuvo el primer día? —Pregunta Mark, desde el otro lado de la mesa.
—Estuvo bien —respondo con la sonrisa más sincera que puedo mientras doy un trago no tan apresurado al vaso de agua medio lleno.
—Eso es bueno, ¿que tal el ambiente?
¡Oh, vamos! No hagas más preguntas así. Sé que es de tu interés, pero en estos momentos no lo es para mí.
—Muy bueno, es relajado —no miento en eso, la verdad es que hoy estuve bien en parte por el ambiente calmado y en parte por pasarme todo el transcurso de la hora de descanso en la biblioteca.
—Vas a terminar por adaptarte a tu nueva escuela.
—Ya lo hice, me gusta —digo, para que de esta manera no siga preguntando más cosas.
—Ahora iré a mi habitación, nos vemos Will —se despide mientras camina hasta llegar al fregadero y dejar su plato—. No te olvides de lavar los demás.
De nueva cuenta en el transcurso del día, me he quedado solo. Estoy terminando mi cena y sintiendo nada.
Se escuchan algunos ruidos en las habitaciones de mis hermanos, no todos están dormidos, así que en un rato iré a revisar a Toby, el más pequeño de mis cuatro hermanos para ver si ha podido conciliar el sueño.
Por el momento solamente termino de tomar el último trago de mi vaso de agua y pienso en el libro de poesía que estaba por llevarme en la biblioteca y alguien terminó por llevárselo en un descuido mio.
También pienso en cuando estaba en el parque y recibí aquel mensaje de texto, por supuesto que fue doloroso ver la manera en que terminamos nuestra relación. Ahora estamos alejados el uno del otro, sin algo que nos una, simplemente recuerdos.
Vaya primer día, aún sigo sin saber qué sentir ante todas las situaciones, me confunde saber que esos días de apoyo y sonrisas sinceras, de pláticas mirando el cielo nocturno y manos unidas en el frío han terminado. Todas aquellas situaciones y más historias.
Me duele, duele no saber qué sentir, duele que no haya sentido dolor al ver que quería terminar nuestra relación, y duele que las lágrimas que salieron hayan sido desconocidas y ajenas.
—¡Will! —Escucho a Toby gritar con aquella voz amable, llamando para que lo acompañe hasta que tenga sueño y pueda dormir.
Dejo mi plato vacío en el fregadero y rápidamente lavo los demás. Al terminar, camino hasta llegar a su habitación y giro el pomo de la puerta.
—Estoy aquí —observo a Toby envuelto en su cobija con imágenes de animales mientras sostiene un oso de peluche.
—¿Mañana me acompañarás a mi primer día de mi nueva escuela? —Noto preocupación en su mirada.
—Me temo que no podré acompañarte, Mark lo hará.
—¿Podré llevarlo? —Agita a su oso de peluche, simplemente le sonrío mientras revuelvo su rizado cabello—. ¿Tuviste miedo en tu nueva escuela Will?
—No, no lo tuve Toby, pero, ¿te digo algo?
—¿Qué cosa?
—Eres más valiente que yo.
—¿Enserio? —Sujeta más a su oso de peluche mientras la sorpresa recorre sus ojos gris oscuro.
—Sí, enserio —le sonrío.
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Lado oscuro, mirada perdida.
Teen Fiction"Esta historia es recordada cuando todo ha terminado. No quedan más que recuerdos y sentimientos encontrados." Hay quienes tienen un lado oscuro en el que nadie los juzga. Donde pueden expresar sus sentimientos más tristes. Hay quienes tienen una mi...