Capítulo Ocho

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El calor de la fogata hace que sienta de nueva cuenta mi cuerpo, no sé en qué momento a mi cuerpo dejé de sentir. No es como si hubiera perdido la razón, pero siento como si la recuperara.

En el momento en que sentí una mano tocar mi hombro, creí que habrían vuelto aquellos bravucones y comenzarían por enésima ocasión, ya no importaba, ya no sentiría nada.

Era Will, con aquellos ojos color azul amanecer, del color del claro azul de los primeros minutos del amanecer.

A decir verdad, un chico con rostro noble, bastante lindo, a quien sólo conozco desde hace unos días y en dos ocasiones me ha salvado, la última vez que algo parecido me ocurrió a todo esto fue hace bastante tiempo...

Siento una de sus manos tocar mi hombro izquierdo mientras queda sentado justo a mi lado, nuestros rostros a la misma altura. Observando más allá de la fogata, al claro azul del anochecer.

¿Merezco que me haya salvado? No debería ni de pensar que otra persona en su lugar pudo haberlo hecho. Con Will fue algo extraño y especial de algún modo, hace tiempo que no tenía la sensación reconfortante de tener un amigo o amiga sentado a mi lado, incluso siento un destello de algo en mi alma, que hace que quiera sonreír ligeramente, pero no tengo siquiera la fuerza para hacer tal acto tan simple y pequeño.

---Les diste la libreta, ¿no? ---Le pregunto.

---¿Cómo lo sabes?

---Era de esperarse de tipos como ellos.

---Sí, supongo que sí —contesta.

---¿Sobreviviremos en este lugar? ---La bateria de mi teléfono está agotada, supongo que el teléfono de Will tampoco tiene bateria, dado que no ha mencionado el llamar a alguien.

---Espero que sí Till....

---Oye Will.

---¿Qué?

---Gracias... Por haber venido hasta aquí y haberme ayudado ---le agradezco mientras toco amistosamente su brazo derecho.

---Está bien Till, no es necesario que agradezcas ---parece que Will es más noble de lo que pensé.

---Debo agradecerte, ¿sabes?

---Eres el primer... Eres el primer amigo que tengo desde que me mudé a esta ciudad. No tienes nada que agradecer.

No sé que sentir o que contestar al terminar de escuchar aquello, "eres el primer amigo que tengo desde que me mudé a esta ciudad," no termino de asimilarlo.

No termino de asimilar el hecho de que hace mucho tiempo que alguien me llama amigo. Supongo que considero un amigo a Will; después de todo lo que hizo por ayudarme, así como no mencionarle a alguien...

---Gracias por no mencionarle a alguien sobre todo esto.

---Pensé que no querrías que lo hiciera.

---Aguarda, iré por algo.

Camino en busca de mi mochila, la había visto por última vez cuando uno de aquellos idiotas a la fuerza la había arrebatado. Hay un café en un termo y un sándwich. Parece que Will los necesita más que yo.

La visualizo a unos cuantos metros alejada del río, unas cosas están esparcidas, al parecer revisaron mi mochila. Mientras camino de regreso a la fogata con el café y sándwich, observo el cielo, de un azul oscuro, con la luna siendo tapada por las nubes.

El paisaje es bello, con los pinos y el río siendo cubiertos por niebla.

---Toma, Will ---le tiendo el sándwich y el termo, el voltea a verlos y, a través de la luz de la fogata pequeña puedo ver las facciones de su rostro amable.

Lado oscuro, mirada perdida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora