Capítulo Uno.

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(Will)

Abro mis párpados pesados en cuanto el despertador suena, marcando las 5:00 am. A un ritmo rápido me levanto, sintiendo mi cuerpo relajado.

Hoy es el primer día en mi nuevo instituto, al cual voy a cursar el penúltimo año.
Sinceramente, no sé que esperar, no sé que esperar con respecto al hecho de que hace unas cuantas semanas tenía una buena vida en otra ciudad, y ahora estoy por iniciar el primer día en el nuevo instituto de una nueva ciudad a la cual no he terminado por adaptarme libremente.

Después de unos minutos reflexivos en la tranquila ducha, trato de elegir entre mis dos opciones de vestimenta, que consisten en ropa color negro completamente.
Opto por elegir la opción en la que viene la sudadera, no me vendría mal algo de calefacción. A pesar de que el frío es una de las cosas que más disfruto, no quiero terminar con un resfriado y pasar mi primer día de escuela con gripe.

Un plato de cereal con un leve toque de fruta y una taza de té verde con limón es en lo que consiste mi desayuno, a la vez que trato de calmar a mi ansioso estómago.

"Hey Will, ten un buen dia en tu nueva escuela. Te extraño."

Leer el mensaje me saca una sonrisa en este momento silencioso. No es que haya tenido muchos amigos en la ciudad donde vivía, pero era muy feliz al saber que tenía verdaderos amigos, pocos, pero siempre nos ayudábamos.

Recojo mi mochila, preparada desde la anterior noche y cuando salgo al exterior, el frío me recorre como sangre en las venas. Instintivamente me coloco la gorra de mi sudadera y mis temblorosas y frías manos dentro de los bolsillos mientras emprendo camino al instituto.

No hay muchas personas caminando por la calle en dirección a la parada del autobús, seguramente debo ser de los primeros que llegará, por tanto tendré ventaja para estar en un sitio para no ser blanco de miradas curiosas. Lo último que me apetece es ser el centro de atención, agregando que no se me daría bien aquello.

Para evitar ser objeto de miradas y estar incómodo en gran medida, decido ir a pie y evitar el autobús, sumándole el hecho de que el trayecto caminando queda a media hora aproximadamente y caminar me relajará y pensaré en alguna estrategia.

Mientras avanzo, recuerdo cuando vivía en mi anterior ciudad, era de los primeros en subir al autobús y podía elegir casi siempre estar al lado de una ventana y perderme en la vista del lugar sin darme cuenta, hasta que alguno de mis amigos llegaba.

Claro, obviamente aquí es un ambiente distinto, lo cual enseguida noté cuando fui por primera vez a aquella escuela para "familiarizarse con el entorno" cosa que no hice.

Siento el frío de la madrugada moviendo los árboles de un parque siendo apenas iluminado por la luz de la luna, que tiene como compañía estrellas dispersas por todo el hermoso cielo azul oscuro.

Observo el parque, quizá después de la escuela venga y pase un rato aquí y me siente tras uno de los árboles más alejados.

En cuanto miro a los árboles más alejados, diviso una silueta, una silueta sentada con la espalda apoyada en un árbol, un chico, escribiendo algo en una libreta color negro, luce concentrado.

No puedo evitar sonreír un poco al ver que su ropa es completamente de color negro. Su rostro es algo noble pero frío; tan frío como el resto de lugar, y tan noble como una sonrisa verdaderamente genuina; una combinación rara, pero llamativa si uno es una persona que ve el mundo de una manera neutral y sabe apreciar la vida.

Desvío la mirada, y continúo caminando mientras pienso que este lugar es interesante después de todo, con respecto al primer día de clases en mi nuevo instituto no sé que esperar.

Lado oscuro, mirada perdida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora