Capítulo Once.

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"Bueno." Contesto al tercer tono.

"Hey, Jack." Me saluda Lauren con preocupación en su voz.

"¿Qué pasa?"

"Till está aquí, y está algo pasado de copas."

Me quedo bastante sorprendido, abro los ojos más de lo que el sueño me permite. La noticia me causa preocupación y gracia; la última ocasión que algo así me había ocurrido fue la vez en que la novia de Grant lo había visto coqueteando con otra chica.

No sé en qué lugar están Lauren y Till. Sonó algo alarmada que tal vez olvidó decir el lugar.

"¿En dónde están?"

"En el Bar al que vamos a veces Jack, con Grant, Shane, Lorena y Tess."

"Voy para allá."

Lo único que puedo sentir es sorpresa y preocupación, no se me había pasado por la cabeza que Till estuviese pasado de copas. No puedo evitar sentir a la vez un poco de comedia en eso.

Prefiero no decirle a Grant, no puedo saber como reaccionaría sobre que su hermano menor está en un bar. Creo que yo tampoco sé como reaccionar.

Me pregunto la razón de que Till esté en un bar ebrío, ¿qué lo habrá causado? Sus razones ha de haber tenido y quiso olvidarlas bebiendo alcohol; distraerse. Pensaría en que también se habrá divertido, la verdad es que no lo sé. No parece la clase de persona que se divertiría si llegara a estar en un bar, de hecho, no lo he visto divertirse alguna vez.

No desde que conocí a Grant, hace ya un tiempo.

"Bien, no hice ningún amigo en el primer día de Instituto

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"Bien, no hice ningún amigo en el primer día de Instituto. Genial Jack, lo has hecho bien. Apoyo mi cabeza en la ventana del autobús, mientras espero la parada que índica que debo bajar.

No puedo evitar sentirme tímido y pequeño cuando observaba a todas esas personas durante las clases, concerse y volverse amigos, no conocí a alguien ni hablé con nadie. Una simple palabra, "Hola" y ya está, podría iniciar una conversación y ser amigo de alguien."

Abro la puerta del auto de Grant, técnicamente de los dos. Me incorporo en el asiento del conductor mientras cierro la puerta y enciendo el auto.

Conduzco algo rápido, sin excederme, el bar queda a cuarenta minutos. Exhalo un poco al ver la hora, las 7:56 pm. Normalmente Till a esa hora siempre está sentado en el sofá, mientras estoy acostado y abarcando los lugares restantes mientras coloco mis pies en el regazo de Till.

Y recuerdo la charla que tuve con Will, su amigo, quien preguntaba por su número de teléfono; fue algo raro, ya que no es a diario que alguien busca a Till, la última vez que alguien lo buscaba fue hace dos años aproximadamente.

Lado oscuro, mirada perdida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora