Lado oscuro, mirada perdida.

Epílogo.

(Un año después.)

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Apago la alarma de mi teléfono. Bostezo un poco y me levanto. Acaricio mi cabello castaño y camino al baño.

Mi primer año de instituto. Es lo que pienso, hoy es mi primer año de Instituto. Creo que estoy nerviosa.

La primera canción suena y mi baño comienza. Canto un poco mientras el agua tibia y el jabón cubren mi cuerpo. Alivia la tensión y el nerviosismo.

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-Buenos días Helen -saluda mi madre cuando tomo asiento en un taburete atrás de la barra de la cocina, le tiende un plato de fruta a Alex, mi hermano.

-Buenos días ma -suelto un bostezo y me sirvo un vaso de agua. Alex no despega la vista de su teléfono.

-Suerte en tu primer año Helen, igual tú Alex.

-Sí, que más dá -no despega la vista de su teléfono, mensajea.
Extraño el Alex conversador de hace un año. Antes de que ocurriera el accidente y él perdiera a su gemelo.

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Caminamos en dirección a la parada del autobús. Somos de los primeros en llegar.

-Hace muchísimo frío -digo en un susurro tembloroso combinado con el viento intenso.

-Hubieras cargado un abrigo -sugiere Alex.

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Camino hacía el interior en busca de un lugar, elijo el que está pegado al lado de la ventana del lado derecho. Me volteo para llamar a mi hermano, pero observo que está sentado en el asiento que está a la mitad de la fila derecha. Que cretino.

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-Helen, hola -me saluda Lana mientras se sienta a mi lado, veinte minutos después de que subí.

-Lana, hey.

-¿Nerviosa?

-¿Se nota mucho que lo estoy? -Junto las palmas de mis manos y las froto.
Comienzo a pensar que el frío que aumenta es ocasionado por mis nervios.

-En realidad no lo sé. Yo estoy muy nerviosa.

-Somos unidas Lana, nos apoyamos.

-Desde hace un año -recuesta su cabeza en mi hombro y abraza mi brazo izquierdo.

Suelto un suspiro. De nueva cuenta vuelvo a recordar el accidente de mi hermano cuando chocó con otro auto. Lo único que sé es que la persona del otro auto, un chico creo, murió. Y Lana también perdió a Cole, el gemelo de Alex, tenían una bonita relación.

-No estés triste Helen... No pasa nada.

-Me entristece por Alex, perder a Cole fue horrible.

-Alex está bien, es fuerte, y muy distraído -río a su comentario.

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-¡Alex, espera! -Grito para que mi hermano nos espere cuando Lana y yo bajamos del autobús, pero sigue su camino.

-Qué malo es.

-Vamos a buscar un lugar en lo que el instituto abre.

-Mira, ahí hay un lugar. Está un poco alejado.

-No importa, vamos Lanita.

Conversamos sobre cualquier tema al azar, faltan cinco minutos para que abran. Despego mi vista del cielo cuando siento a Lana que me mueve a un ritmo rápido.
Eso significa que algo le emociona.