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*POV Lauren

Desperté casi dos horas después, me levanté, corrí las cortinas para dejar que la luz entrara, pude ver a Camila y a toda mi familia en la nieve, jugando. Bajé para ver lo que hacían.

Camila: hey, despertó la bella durmiente. Ven a ayudarnos a formar el muñeco de nieve. –llamó desde donde estaba con Chris-

Fui hasta ellos, viendo que Camila diseñó muy bien el muñeco, la forma en la que puso la bufanda, la nariz de zanahoria, los ojos, una sonrisa... en fin.

Camila: NO PISES! –gritó, haciéndome paralizar. Miré al suelo y vi su figura en la nieve- todavía no le tomo foto al ángel que hice ahí. –sonrió-

-te estás divirtiendo? –pregunté, llegando a su lado-

Camila: mucho. Sólo mira esto, vas a decir que Chris y yo no somos buenos haciendo esto? –le sonrió a mi hermano, que retribuyó-

-wow si, quedó muy bonito. –elogié, sin saber quien era más niño en el momento: Chris o Camila-

Camila: dimos nuestro mayor trabajo, apilando estas bolas. –se sentó en la nieve- parecía tan fácil en la televisión. –suspiró, cansada-

-no todo es como parece. –me senté a su lado-

Camila: boba. –me mostró la lengua-

Negué con la cabeza y le lancé una bola de nieve a ella, que carcajeó. Entonces, la observé mejor. Por Dios, cómo puede ser tan linda?

Camila: porqué me estás mirando? –preguntó, después que dejó de reír- ay mi Dios, tengo algo en el rostro? –tocó su propio rostro-

-no, no tienes nada en el rostro. –contuve una risa-

Camila: entonces, porqué me estás mirando? –arqueó una ceja-

-no lo sé. –negué con la cabeza, mirando hacia el frente- tal vez sea porque te encuentro linda. –la volví a ver-

Camila: no vengas con eso. –me cortó- además, nadie puede estar lindo estando con tanta ropa. –se miró- parezco una bola.

-justamente eso es lo que impresiona. –seguí, mirándola- aún toda cubierta de ropa, continuas siendo la chica más maravillosa que haya podido conocer.

Camila: estás jugando, verdad?

-nunca hablé tan serio. –respondí, mirándola a los ojos- hay chicas calientes en Miami, en las colinas, en cualquier esquina. Ahora, bonitas... -negué con la cabeza- ...nunca he encontrado. –ella siguió confundida- tú tienes un brillo propio Camila, algo que me contagia, y que contagia a todos los que están a tu alrededor. –seguí hablando, sin control, por impulso- y tus ojos... -toqué su mejilla, levemente- ...tu ojos llegan a hipnotizar. –suspiré-

Me obligué a cerrar la boca, porque ella no está entendiendo nada.

-discúlpame. –desvié la mirada de ella-

Camila: tus ojos también son lindos. –sonrió-

-ah, la nota. –me acordé- cómo era? –busqué las palabras- tú tienes los ojos lindos. –hablé, pausadamente, en español-

O creo que hablé. Espero haberlo hecho.

Camila: te acordaste. –dijo, levemente colorada- y la nota.

-yo recuerdo todo lo que me dicen. –me levanté, le guiñé y salí, antes que diga más bobadas-

*POV Camila

EL INTERCAMBIO -CAMREN-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora