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*POV Camila

Desperté más temprano de lo que esperaba, llevé la mano hasta mis ojos, intentando, inútilmente, acostumbrarlos a la claridad. Un gran bostezo se escapó de mis labios, intenté moverme, pero fui impedida por dos cosas distintas. Primero, un fuerte dolor en todo mi cuerpo, causado por la noche anterior, mis músculos estaban tensos, pero me sentía completa por dentro. Y segundo, por los brazos de Lauren que me tenían posesivamente junto a ella. Ni siquiera me arriesgué a voltearme, tenía miedo de despertarla.

No sé exactamente cuando me dormí nuevamente, pero desperté sintiéndola besar cariñosamente mi hombro. Cambié de lado, quedando frente a ella y siendo sorprendida por sus labios en los míos. Estaba un poco débil y Lauren sabía eso muy bien, así que no intercambiamos más que un pequeño beso.

Lauren: buen día, dormilona. –bromeó, abrí mis ojos y me deparé con su sonrisa.-

-buen día. –respondí, también sonriendo, a pesar de la voz pesada de la mañana.-

Lauren: sabes, creo que podría hacer esto todos los días de mi vida. Sin cansarme. –comentó, de repente.-

-esto qué? –limpié mi garganta, con el fin de mejorar la voz.-

Lauren: esto... -me miró.- ...despertar y tenerte a mi lado. –explicó, con su voz tierna.- verte despertar...

-sí, creo que podría soportar eso. –bromeé.-

Lauren: qué dices de bajar e ir a desayunar? –sugirió, levantándose de un salto de la cama.– pensé en pedir algo a la habitación, pero la cena es muy cliché. –contó. No pude dejar de reír.- a no ser que quieras...

-no... -me senté, perezosamente.- bajemos. –dije convencida.- Lauren, solo por curiosidad, en dónde encontraste toda la comida mexicana?

Lauren: en restaurantes por ahí. –guiñó, sonriendo.- ahora sal de esa cama. –ordenó, sonriendo. La vi sonreír más hoy que en todos los meses que estuve con ella.-

*POV Lauren

Camila murmuró algo de estar con pereza y se levantó. La miré de arriba abajo, estaba usando solamente mi camisa, sentí un leve escalofrío en mi cuello al verla de esa forma y el deseo de ir a desayunar desapareció en un instante. En cuestión de segundos la tomé en mis brazos y me acosté con ella nuevamente, dejándola debajo de mi, sujeté sus manos sobre la cabeza y rocé mi nariz en su cuello.

Camila: Lauren. –me reprendió.- ya para con eso.

Al mismo tiempo que hablaba su cuerpo se erizaba con el sutil toque de mis labios. Contradiciéndola. Chupé lentamente la región, aun sujetándola, provocando. Y entonces la solté.

-está bien, ya paré. –me levanté, sonriendo.-

Ella se sentó y me fusiló con la mirada. Seguí sonriendo, inocente. Camila suspiró y se levantó, tomando su ropa para irse a cambiar. Cuando regresó tiró la camisa sobre mi.

Camila: me la vas a pagar Jauregui. –dejó el aviso.-

-estás bravita, eh!? –la tomé de la cintura, ignorando la camisa. Pasé los labios por los de ella, dándole varios besos seguidos. La miré a los ojos por un instante, coloqué la mecha de cabello caído en su rostro detrás de la oreja.- linda. –dije bajo.-

Camila: mierda, Lauren. –me empujó, haciéndose la irritada.- deja eso.

-dejar qué? –arqueé una ceja.-

Camila: desarmarme. –dijo malhumorada. Sonreí.-

-ven aburridita, vamos a desayunar. –me puse mi camisa y la tomé de la mano.-

La abracé desde atrás en el elevador, para poder darle pequeños besos en su cuello. Fuimos hasta el restaurante en donde tomamos lo que queríamos comer y nos sentamos.

-puedo hacerte una pregunta? –pregunté, ella asintió.- porqué me dejaste ser la primera en tu vida?

Camila: no sé. –suspiró.- mi corazón mandó que fueras tú. Creo.

*POV Camila

Mi corazón gritaba para que yo le pronunciara las tres palabras a ella, pero tenía miedo de su reacción. Miedo de ser demasiado ansiosa. Aunque la noche de ayer haya sido perfecta. Antes que ella respondiera cualquier cosa me apresuré a hablar.

-sé sincera, está bien? –ella asintió.- porqué quisiste estar conmigo aun sabiendo que yo era... -bajé el tono de mi voz.- ...virgen?

Lauren: porqué no lo haría? –retrocó, arqueando una ceja. Me encogí de hombros, demostrándole que no sabía. Ella suspiró.- creo que este no es el lugar apropiado para hablar de eso. –miró hacia todos los lados. Concordé.- después del desayuno te respondo.

-está bien. –sonreí.- estamos con la misma ropa de ayer. –encogí la nariz, demostrando asco.-

Lauren: esta camisa pasó a ser mi favorita. –me miró, sugestiva.- creo que va a demorar que tu perfume salga de ella. –sonrió, sincera. Me sonrojé levemente.- Dios, aun después de ayer todavía te sonrojas cuando te digo algo?

-no tengo control sobre eso. –murmuré.- y tú tampoco me ayudas para no hacerlo.

Lauren: ahora es mi culpa? –se divirtió con la situación.-

-si. –le mostré la lengua.-

Lauren: estás muy lejos. –me vio, estirando su mano para tocar la mía.-

-no tienes idea de lo que está lejos. –carcajeé.-

Lauren: México y Miami? –me miró, la risa cesó. En su mirada había un brillo triste.-

-si, eso es lejos. –suspiré, mordiendo mis labios. De repente quedé sin hambre.-

Terminamos de desayunar en silencio, mientras regresábamos ella decidió hablar.

Lauren: estás pensando en lo mismo que yo? –me miró, de lado.-

-de cuando me va... -no me dejó terminar.-

Lauren: ...sí. –confirmó en un suspiro. Viendo el suelo.-

Nos quedamos calladas un tiempo más, hasta llegar a la habitación.

-porqué no nos olvidamos de eso mientras? –sugerí, viéndola.-

Lauren: es difícil olvidar tu peor pesadilla. –me respondió, sentándose a mi lado.- pero, está bien... -balanceó la cabeza, como queriendo espantar los pensamientos.- te prometí responder tu pregunta. –recordó, dándome una leve sonrisa.- sabes, no tengo otra forma de explicarte esto sin decir que quería ser la primera en tu vida. –me vio a los ojos.- quería ser importante en tu vida. –sujetó mi mano.- no solo ahora, siempre. Inolvidable. –me acarició.- porque tú ya lo eres para mi. Ya hace mucho tiempo.

-nunca me olvidaría de ti, independiente de cualquier cosa. –tomé coraje para responder.- porque cuando una persona entra aquí... –llevé su mano hasta mi corazón.- ...no sale más.


EL INTERCAMBIO -CAMREN-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora