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*POV Lauren

No podía moverme y mucho menos reaccionar. Las lágrimas caían sin ningún control, no podía dejar de llorar. Puse el rostro entre mis manos, sintiéndome débil. Cuando mi familia regresó yo ya estaba exhausta, mi garganta ardía, mi respiración era pesada y aun así no podía dejar de llorar.

Clara: por Dios hija, qué pasó? –exclamó, preocupada, cuando me vio en estado que estaba.-

Sollocé alto y me tiré en sus brazos como una niña indefensa que acaba de descubrir que no es el superhéroe que creía ser. Que no es indestructible.

Clara: tranquila, tranquila. –me acogió, acariciando mi cabello.- dime qué fue lo que pasó?

Tartamudeando, con la voz ronca, interrumpida por las lagrimas de desesperación, conté lo que pasó. Al escuchar la historia contada por mi, mi llanto aumentó.

Clara: Dios mio, Michael llama a la policía. –dijo espantada.-

Impedí que lo hicieran, no pude gritar, solamente hablé bajo para que no lo hicieran. No funcionaría. Nadie sabe en dónde están y Keaton no dejará eso fácil. Si alguna cosa llega a pasarle a ella, juro que lo mato. Mi corazón estaba preso de un dolor tan fuerte, tan desconocido...dolía tanto, me recorría por dentro, me mataba. Cada vez que pensaba que ella estaba con él me sentía incapaz de todo. Estaba asustada. Un choque de la realidad pasó por mi cuerpo y me hizo sentirme egoísta por estar llorando como débil y pensando solamente en mí mientras Camila debe sentir mucho miedo ahora estando al lado de Keaton. Respiré profundo, pasé mis manos temblorosas por el rostro, con el fin de secar las lagrimas y me levanté notando que mis piernas parecían no aguantarme, acabé sentándome nuevamente, esta vez en el sofá.

Clara: Taylor, tráele un vaso de agua a tu hermana. –ordenó, me recosté, cerrando los ojos mientras intentaba calmarme.- querida, no te culpes por algo que pasó. –tocó mi hombro.-

-no...-fue todo lo que pude decir, no tenía fuerza ni para hablar.-

Clara: no qué mi bien? –tocó mi rostro, secando las lagrimas.-

-no quiero que la lastimen. –dije con un poco de voz. Mientras volvía a otra crisis de llanto.-

Clara: nadie quiere eso. –se sentó a mi lado, abrazándome.- todo va a estar bien. –besó mi cabeza.-

Taylor volvió con el vaso de agua y pude ver su rostro mojado, me entregó el vaso, mi mano temblaba tanto que me llevó tiempo poder tomar un poco. Y justamente el tiempo pasaba lento, torturantemente. Ya eran casi las diez de la noche y ninguna señal. Ninguna noticia. Nada. Absolutamente nada.

*POV Camila

Cuando Keaton me dejó en medio de la nada, mis piernas temblaban y acabé cayendo en la acera. Las lagrimas de desespero mojaban mi rostro, los golpes por el cuerpo eran unas grandes marcas rojas. Y dolían. Dolían mucho. Pero aún tenia fuerzas para sentirme tranquila de que nada peor pasó, que el secuestro fue únicamente para mostrarle a Lauren de lo que él es capaz. Temblando, tomé el celular que estaba tirado a mi lado y llamé a casa. Michael atendió, con la voz llena de preocupación me preguntó en dónde estaba, no sabía exactamente así que le di una localización, contando lo que podía ver cerca. Las lagrimas estaban volviendo más difícil la conversación. Ya estaba media hora sola en el mismo lugar, asustada, con miedo y dolor, cuando el carro tan conocido estacionó frente a mi, del asiento del acompañante bajó Lauren, vino corriendo hasta donde yo estaba y me tomó en sus brazos, cuando vi que ellos estaban aquí me sentí protegida.

Lauren: cómo estás? –intento alejarse para verme, pero no la dejé, la abracé más fuerte, pidiendo apoyo.- ya todo está bien. –susurró, su voz estaba manejada por emoción que no había visto venir antes.- nada te va a pasar, te lo juro. –me acogió entre sus brazos.-

Michael pidió que entráramos, Lauren se fue en el asiento de atrás conmigo, nadie me preguntó nada. Y agradecí mentalmente por eso. Encogida y abrazada a Lauren me quedé muda, dejando las lagrimas caer mientras pensaba en lo que pudo haber ocurrido. En ese entonces noté que ella también lloraba.

*POV Lauren

Al sentirla conmigo mi corazón no aguantó y las lágrimas caían al saber que finalmente toda esa tortura había terminado. Verla frágil me lastimaba, verla lastimada me mataba. Cuando llegamos a casa mi familia sofocó a Camila, comprimí los labios, no quería demostrar que la quería solamente conmigo. Que quería cuidarla, abrazarla y pasarle confianza. Pero casi y podía acercarme. Desistí y subí, derrotada. Tomé un baño para calmarme, noté mis ojos hinchados, no tengo como negar que lloré todo el día. Volví a la sala y vi que Camila se negaba a comer, finalmente, pude estar a su lado.

-hey, necesitas alimentarte. –tomé su mano, acariciándola- ni aunque sea un poquito? –la miré, mientras le hablaba con una voz tierna. Mis ojos pesaban, consecuencia de las lágrimas.-

Camila: no tengo hambre. –hizo una mueca-

Tardó un poco más y la convencí de comer la mitad de un sándwich. Fue todo lo que pude hacer. Intentaba no mirar las marcas rojas en su cuerpo, pero parecía que mis ojos siempre se enfocaban exactamente en ellas, sin querer. Hoy no hay espacio en mi para tener rabia por Keaton, solamente puedo pensar en Camila. Y en nadie más.

Todos estábamos cansados y no es porque ya había pasado la media noche. Camila se alistaba para dormir cuando la detuve en el pasillo.

-te puedo pedir algo? –pregunté, mirándola.-

Camila: claro. –retribuyó a mi mirada, un poco curiosa.-

-duermes conmigo esta noche? –pregunté.- necesito saber que estás bien. Necesito verte toda la noche para estar segura que nada te pasó.

Camila: Lauren, es linda tu preocupación, pero no quiero tener problemas con Clara. –cerró sus ojos.- probablemente tus papás también querrán cuidarme y notarán mi ausencia en el cuarto. –suspiró- no quiero alarmarlos.

No sé si fue mi sistema nervioso que estaba totalmente agitado, mi corazón que aun no se había podido calmar o el simple hecho de que me volvería loca si no la tenía conmigo, pero sé que las lagrimas cayeron por mi rostro, desenfrenadas. Camila se asustó y pasó su mano en mi mejilla, secándolas.

Camila: todo esto es preocupación? –preguntó, mirándome fijamente a los ojos.-

-todo esto es am...-dije, irritada. Y paré.-

La miré, perdida en mi misma, en el impulso de las palabras que no llegaron a ser dichas, pero fueron subentendidas. En la emoción que salió de algo que estaba intentando negar. Mi corazón se aceleró con el extraño y nuevo sentimiento que acaba de descubrir.


EL INTERCAMBIO -CAMREN-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora