80

264 0 0
                                    

*POV Camila

La tomé de la mano, levantándola y llevándola hasta su habitación.

Lauren: yo conozco este lugar...-comentó, mirando atenta alrededor. Suspiré.-

-creo que es hora de dormir. –la senté en su cama.- hm, estás cómoda así? –pregunté.-

Cuando la miré descubrí que no me respondería. Abrí las gavetas, siempre atenta a los movimientos de Lauren y encontré una blusa y un short, algo más flojo para que usara.

-muy bien, quítate la ropa. –ordené, volviéndome nuevamente hacia ella, quien abrió completamente sus ojos.-

Lauren: así, de un solo!? Sin ni siquiera un acercamiento, por lo menos? –volteé los ojos cuando entendí el significado de sus palabras.-

Sin decir nada quité su blusa, poniéndole en seguida la que tomé e hice lo mismo con su pantalón, pero para eso necesitaba una gran ayuda, la cual Lauren no me daba, entonces terminé tardándome más. Acomodé su cama y la ayudé a acostarse, me senté a su lado, mirándola como le pesaban sus ojos y cuanto le costaba mantenerlos abiertos.

Lauren: gracias por cuidarme... -habló con una voz baja, mientras se entregaba al sueño.-

La miré, llena de sus palabras, acaricié su cabello levemente.

-siempre estaré contigo. –susurré.- siempre.

*POV Lauren

Me dolía la cabeza como hace tiempo no lo hacía, por instinto llevé mi mano hasta ella, bostecé y abrí los ojos. Lo primero que noté es que no estaba con la misma ropa que usé la noche anterior y luego vi a Camila durmiendo a mi lado. Cerré fuertemente los ojos, recordando lo que pasó ayer, cómo fui débil y cuanto debí lastimar. Al verla ahí llegué a la conclusión de que me había cuidado, aunque no lo recuerde. Sentí que mi corazón se encogía y una insatisfacción se apoderó de mi cuerpo. Delicadamente la tomé entre mis brazos, recostando su cabeza en mi pecho y relajando su cuerpo junto a mi, la abracé y la sentí acomodarse, moldarse en mi. Besé su cabello.

-gracias por no dejarme sola. –susurré.- por ser mucho más de lo que merezco. –suspiré.- Dios mío, te adoro niña. –seguí hablando sola.- como nunca adoré a nadie, tú llegaste y trajiste tanta alegría a este hogar que no hay forma de no contagiarnos. –respiré profundo.- no sé qué va a ser de mi cuando te vayas, no sé como voy a estar sin ti.

*POV Camila

Desperté un poco mareada, la noche no había sido fácil, Lauren murmuraba palabras sin sentido y se movía todo el tiempo, lo que me incomodaba bastante. Pero ahora parecía que estaba en las nubes, mi cuerpo se había relajado y ya no estaba incomoda, me tomaron algunos segundos para darme cuenta de que no estaba en la misma posición en la que me había dormido. Levanté la cabeza, para situarme mejor, entonces noté el rostro de Lauren más que cerca, tanto como su cuerpo y descubrí en donde estaba acostada. O mejor, en quien. Levemente me apoyé en su pecho y la miré, sus labios levemente abiertos, atractivos, prácticamente llamándome para besarlos. Cerré mis ojos cuando dejé que mis instintos me guiaran, rocé levemente mis labios en los de ella con cuidado, casi sin recostarme, entonces los uní, sentí su suavidad, los sentí moldarse con los míos. Como si hubiesen sido hechos para mi. Solamente. No tardé mucho, al final no quiero asustarla. Alejé mi rostro del de ella y me levanté, sin saber si debí hacer eso. Salí del cuarto con esa escena martillando en mi cabeza.


EL INTERCAMBIO -CAMREN-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora