EL INTERCAMBIO -CAMREN-

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*POV Lauren

Pasé el resto del día dando vueltas por el dolor, el arrepentimiento. Algo sin noción que no podía contener y mucho menos dejarlo. Por suerte mi familia salió con Camila, fueron a un boliche, creo, a pasar la noche de su cumpleaños. Algo que me sorprendió fue que ella no tiró las rosas, como lo hizo con la carta.

*POV Camila

Ella lo consiguió, una vez más, acabar con mi humor, con mi día y con todo lo demás. Todo bien, yo como que pedí por eso, sólo que ella viene y me dice cosas lindas, escribe una nota bonita y después se contradice totalmente. Y no, yo no tiré las rosas, porque, como Lauren misma lo dijo, ellas mueren. La nota sería el significado y ese si que no lo quería conmigo ni un segundo más.

Pero, de alguna forma, le agradecí por lo que hizo. Ahora ella acabó con cualquier duda que pueda tener en cuanto a que ella es una idiota sin corazón. Mi intercambio a partir de hoy no incluirá más a Lauren Michelle Jauregui. Y además, la vida continua, por ese motivo me obligué a poner una sonrisa en mi cara y divertirme. Me reí mucho intentando jugar bolos y reí aun más con Taylor.

Taylor: hombre, qué carajos se tiene está bola contra mi? –dijo irritada- sólo se va al otro lado.

-observa como se juega. –le guiñé, riendo-

Tomé una bola suave y fui a jugar. No le di a ningún pino.

Taylor: todavía tengo que observar? –preguntó sarcástica, riéndose-

-fue tu ojo gordo encima mio. –bromeé, viendo a Michael jugar-

Él siempre derrumba todos los pinos, no tiene gracia. En fin, la noche transcurrió super bien, a pesar de todo.

*POV Lauren

Tipo como cuando dicen que lo opuesto del amor no es el odio, pero si la indiferencia? Pues entonces, es justamente eso lo que Camila viene haciendo. No, ella no me ignora, pero si me evita, como yo lo venía haciendo con ella. De unos días para acá la presencia irritante del playboy viene siendo constante aquí en la casa, no fueron pocos los días en los que los encontré en la sala.

Camila: no juegues, hiciste eso? –habló riendo, animada- cielos, eres muy loco.

Harry: gracias a Dios esa fase de mi vida ya pasó.

Los observé desde la mesa de la sala, en donde intentaba leer un libro. Sin éxito.

Camila: hm, hoy eres un joven de la familia. –bromeó-

Harry: totalmente, no lo crees? –la miró, sonriendo- soy tímido.

Camila: ay ay ay muy santo. –le sacó la lengua-

Harry: señora Camila, yo sé que quiere quitarme mi santidad –dijo serio- pero, el sexo sólo después del casamiento.

Camila: ok, casémonos mañana. –afirmó, convencida-

Harry: ok. –sonrió- pero eso sí, el marido soy yo.

Camila: ah, rayos, tendré que ser la esposa?

Harry: lo lamento, hablé primero. –comenzó a reír junto a ella- ay que viaje.

Camila: fuiste tú quien lo comenzó.

Harry: creo que no, eh? –sonrió- ven aquí mala, estás muy lejos. –la atrajo a su regazo-

Tranqué la mandíbula, con rabia.

Camila: está bien así para usted? –preguntó, sujetándose del cuello de él-

Harry: mejor si estuviéramos desnudos. –habló riendo-

Camila: vete a la mierda, antes de que se me olvide. –carcajeó-

Y es exactamente así como ellos pasan todo el día, con esas bromas irritantes.

*POV Camila

Confieso que la mirada de Lauren me incomoda un poco, pero puedo ignorarla. Harry viene siendo una muy buena compañía, realmente puedo decir que me olvido de los problemas cuando estoy con él y mucho de eso pasa por el hecho de que siempre me está haciendo reír. De alguna forma me siento segura con él.

-y qué haremos ahora? –pregunté, recostandome en su pecho-

Harry: sabes, yo no sé. –respondió, mirándome- qué dices si vamos al cine?

-qué están dando bueno? –me senté a su lado-

Harry: me encanta ir al cine y ver una película super mala, sólo para reírme de los efectos. –volteé los ojos- además, tú juras que realmente iré a prestarle atención a la película. –habló sugestivo-

-y qué harás, entonces? –pregunté, mirándolo-

Harry: acepta ir al cine conmigo y lo descubrirás. –dijo enigmático-

-en la moto? –pregunté, sonriendo-

Harry: obviamente. –me guiñó-

-entonces, vamos ahora. –me levanté, sonriendo- Lauren, cuando regrese tu mamá le dices que salí? –pedí, mientras tomaba mi bolsa-

Lauren: yo le digo. –respondió sin mirarme-

Harry: hey, no quieres ir con nosotros? –preguntó, tierno- llama a alguien ahí y vamos. –pésimo Harry, pésimo. Ya no es tierno-

Estaba tan consciente de que Lauren negaría que ni me preocupé.

Lauren: ok. –¿QUÉ?- los veo allá, voy a buscar una chica.

Harry: nos vemos frente al cine. –sonrió, tomándome por la cintura- vamos, linda?

Linda tu trasero, cómo él me pone algo así? Salí de casa en shock. Casi 10 minutos después que llegamos al lugar conseguí calmarme, pero luego llegó Lauren.

Y la chica.

Lauren: Hey! –complementó, con la mano posesiva en la cintura de la mujer- ella es Ana. –la presentó-

Miré a la chica de arriba abajo, sin poder contenerme.