Once

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Londres.

Jordi guarda las pocas cosas que trajo y deja todo preparado para que Sara se quede con la habitación que hasta hacía semanas él había ocupado. Él no entendía como hacía para conseguir a esa clase de chicas, se liaba solo con personas que sabía perfectamente que no eran para él, y luego a otras, las dejaba pasar como si nada.

Se siente estúpido y abandonado como cuando era pequeño. Y entonces los sentimientos que dejó atrás vuelven. La ira y la rabia le queman por dentro como nunca antes, sabría como tratar a las chicas si su padre se lo hubiera explicado.

Su padre... No debía si quiera llamarlo así. Marc López, un marinero de profesión fue el hombre que ayudó a que él llegase a este mundo, pero tan solo a eso. Cuando se enteró de que su novia de tan solo 17 años estaba embarazada, la dejó tirada y la acusó de que lo había engañado.

Desde entonces la madre de Jordi había trabajo mucho y muy duro para conseguir lo mejor para su hijo. Marc, nunca admitió que era su hijo y muchos todavía los miraban mal en el pueblo costero.

Antes de seguir recordando mientras se tocaba el tatuaje de gotas que se hizo para seguir adelante, nota la vibración en su móvil y comprueba que es Patri quién llama. Respira hondo y se dice que debe enfrentar lo que hizo, no huir como su "padre".

-Hola –le saluda ella sin aparente expresión.

-Hola.

El la línea se produce un silencio incómodo, pero necesario. Uno de ellos piensa y se da valor para decir todo lo que piensa y el otro intenta no echarse atrás para lo que lleva planeado hacer.

-Oye, Tris, lo que te mandé en el mensaje, era totalmente sincero, lo siento mucho...

-Ya, por eso llamaba –le interrumpe ella-. Mira te voy a ser muy clara, directa y sincera. Me gustabas, muchísimo, tanto como hacía tiempo que nadie me gustaba, tanto que me he peleado con mi mejor amiga por ti. Eso se va a acabar, dudo que en algún momento yo te atrajese a ti tanto como lo hace Ana y por eso he decidido que no. Es tiempo de dejar los ligues y buscar a alguien con el que poder compartir algo más que un polvo –respiró fuerte y se preparó para lo que iba a decir-. Te perdono, tal y como Ana y yo nos hemos perdonado, todos fuimos idiotas. No soy segundo plato de nadie pero apenas tengo orgullo y me sigues gustando. Si algún día te pasas por Tenerife, avísame, y si quieres seguir con lo que empezamos, pues también, tú decides. Hasta otra, Jordi.

Y sin previo aviso, la canaria cortó, cosa que hizo sonreír al catalán sin él mismo saber porqué. Él también se merece una oportunidad como Tris se estaba dando a ella misma, y ella podía ser un buen principio para esa aventura. Cogió el móvil y, por una vez en la vida, haciéndole caso al corazón y al cerebro, a los dos a la vez, le escribió un mensaje a Patri.

"Me encantaría seguir eso que empezamos, con una única condición. Empezar de cero"

**************

Pooooooor cierto, ¿alguien ha escuchado A Million Men de Melanie Martínez? Dios, os la recomiendo, yo me he enganchado totalmente, es... Es totalmente ella. Ahora, os dejo el tercer y último capítulo por hoy, que tengáis feliz día ;)

Nos leemos, 

jauroand 

Sexóloga en apurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora