Epílogo

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En alguna cafetería de Barcelona.

-Son más de seis meses los que llevo sin ningún tipo de relación sexual -dijo Ana agobiada-. Lo último que me faltaba es que ahora no supiese que hacer.

Sara y Tris se rieron de ella durante un rato. Ana era así. Muy exagerada cuando hablaban de ese tema.

-Anda, anda... ¡Qué no vas a perder la virginidad! -Le gritó Tris riendo llamando la atención de algunos clientes- Hay personas que llevan más y luego como si nada, déjate de tonterías. Además, estáis en igualdad de condiciones. Él te quiere, déjate de rollos. Venga ya, pero si estás estudiando para ser una experta en esto, no me jodas... -dijo maneando la cabeza.

-Tris tiene razón -la apoyó Sara-, tú piensa que es como montar en bici -empezó a reírse-, nunca te olvidas. Solo debes volver a cogerle el tranquillo.

-Idiotas -dijo Ana sin poder aguantar la risa.

Las tres canarias no pudieron parar de reír por un rato en el abarrotado lugar. Los clientes que tenían a sus alrededor alucinaban al escucharlas, pero a más de uno le provocó una sonrisa.

Al cabo de unos largos minutos, pagaron y se marcharon. Debían llegar antes que los chicos al pueblo de Jordi. Dos de ellos se había graduado y quería celebrarlo en la playa de la que el catalán tanto hablaba.

Horas más tarde.

-Es imposible -comenzó diciendo Mikel.

-¿El qué? -preguntó Rafa mientras conducía.

El vasco y el catalán se habían vuelto a poner de acuerdo para molestar al más joven de los tres como al principio de su amistad.

-Dos semanas sin ver a Sara, dos semanas sin apenas hablar con ella... Increíble, nunca os había visto tanto tiempo separados -Dijo con sorna Jordi.

-Es vuestro récord, ¿me equivoco?

-¿En serio vamos a hablar de récords? -Rió el andaluz.- Que yo sepa de los tres, yo soy el único que...

De repente empezó a sonar a todo volumen el estribillo de Highway to hell de AC/DC que desde un rato sonaba de fondo por la radio. Los dos chicos que iban atrás miraron al copiloto, que al cabo de unos segundos bajó al volumen.

-¿Interrumpí algo? -preguntó Angela sonriendo.

Mucho más tarde.

-He de admitirlo, cuando me hablabas de tu querida playa me esperaba eso, una playa, no un muelle -le dijo Ana a Jordi.

-Sigue andando, esta no es la playa, aún queda un trecho -dijo el catalán.- La encontró Angela hace unos meses, pocos del pueblo la conocen.

Siguieron caminando unos 20 minutos por un pequeño sendero que bordeaba la costa hasta encontrar una escaleras de piedra que les llevó a una pequeña cala de arena negra. A unos cincuenta metros desde donde se encontraban, había un pequeño embarcadero con unas pocas barquitas de madera. Una casita de piedra pegada a una cueva complementaba el curioso lugar.

-¿Y ahora qué? -Le preguntó divertido Jordi al ver a las tres canarias con la boca abierta.

Después de unas horas.

Ya montadas las dos casetas, preparada la cabaña y hecho un fuego, los siete estaban rodeando la hoguera con una cerveza en la mano.

-Oh por dios, sois súper empalagosos -dijo Tris señalando a Sara y a Rafa.

-Te mueres por estar así con alguien -río el andaluz demostrando una vez más que una vez pasada su timidez podía llegar a ser una persona totalmente diferente.

-No, yo soltera me encuentro genial.

-Uy, sí. Chicas, cuidad de vuestros chicos, ¡Tris anda suelta! -gritó Jordi mientras se levantaba a por otra cerveza.

-Hijo de... -susurró la canaria.

Se levantó y comenzó a perseguir al catalán. Este que ya sabía lo que su amiga pretendía, comenzó a correr en dirección al mar, mientras se quitaba la camisa, poco después se metió dentro. Al poco Tris le siguió mientras le dedicaba toda clase de insultos.

Mikel se puso tenso, todavía no podía evitarlo, el mar seguía siendo mucho para él. Sin embargo, la chica que estaba a su lado sabía como tranquilizarlo.

-Aún no me lo explico, me parece tan raro que no están juntos -dijo Angela-, conozco a Jordi muy bien, Patri es perfecta para él, por dios, pero si parecen pareja -añadió riéndose.

-Se quieren muchísimo -explicó Sara- y nadie puede quitar que algún día, cuando nunca nos lo esperemos nos digan que están juntos. Pero de momento, la necesidad de tener ese apoyo en todo instante es mayor que la necesidad de quererse como amantes.

Y mientras reían y a la vez creían en la reflexión de la canaria, veían como, en la orilla se originaba una guerra de agua.

Finalmente.

-Dime por favor que tú estás igual de nervioso que yo -rió entre susurros Ana mientras sentía los labios tibios de su chico en su cuello y hacia abajo.

-Estoy... igual... de nervioso... que tú -dijo entre besos.

-¿Estás de coña verdad? -Le hizo parar.

El chico miró los ojos de la canaria y vio que brillaban.

-Ahora mismo no sé bien si quiera como estoy, siento mil y un cosas a la vez. De todas ellas, hay una que de verdad siento con fuerza, una que no puedo dejar de sentir en el pecho. Estoy totalmente enamorado de ti y eso es lo que de verdad me importa ahora, si quieres parar...

-Ni de coña -su cuerpo se relajó al escuchar esas palabras y volvió a sentirse segura.

La canaria atrajo hacia sí a su novio y lo besó, profundamente, pesadamente, húmedamente, pero sobre todo, con el amor que solo a él había sido capaz de dar.

-Te quiero muchísimo, Ana.

-Yo también te quiero, Mikel.

***************

FELIZ AÑO A TODOS!!

Quiero que seáis sinceros y me digáis si os ha gustado, si esperabais que acabara así la historia, si... yo que sé, cualquier cosa que se os ocurra podéis dejarla en la bandeja de comentarios.

No me quiero enrollar, tan solo quiero daros las gracias a los lectores y a los votantes, esta historia llevaba mucho dentro de mi, y me ha encantado escribirla aunque haya veces que me haya vuelto loca. Supongo que algún día de estos, subiré otra historia y os avisaré.

Tan sólo deciros, que disfrutad los que aún tenéis vacaciones (como yo, jeje) y que si lo celebráis, os traigan muchos regalos los reyes magos. Por cierto, comed roscón de reyes, a ver si os toca el rey, dicen que da buena suerte (nunca me ha tocado, pero eso dicen XD).

Bueno, por fin me despido, pero no para siempre.

Nos leemos,

jauroand


Sexóloga en apurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora