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- Empezaremos con combates cuerpo a cuerpo entre vosotros - empieza diciendo Martina, lleva una espada en la mano y juguetea con ella mientras nos habla - las parejas son...

- ¿No se supone qué ahora deberíamos estar con las armas? - la interrumpo descaradamente, sobretodo porque no quiero luchar cuerpo a cuerpo, no es mi fuerte. Ella se acerca a mí, imponente pero no retrocedo, si lo hago significará que le tengo miedo y entonces irá siempre a por mí.

- Una cosa que deberías saber es que no suelo cumplir mis promesas - empieza diciendo suavemente mirándone a los ojos y yo le devuelvo la mirada - bueno ¿por dónde iba? Ah sí, los combates serán, obviamente por parejas - se acerca a la pared que tiene en frente y pulsa un botón. Una pizarra aparece todos nuestros nombres de dos en dos separados por un guión.

 Una pizarra aparece todos nuestros nombres de dos en dos separados por un guión

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- Mierda - susurro entre dientes. Es aún peor que Kitsune.

- ¡Venga los primeros ya! - nos grita Martina mientras se apoya en una columna con los bzos cruzados. Su voz robótica resuena por toda la sala pero ya me voy acostumbrando a ella.
Busco una pared en la que apoyarme, entoces Kitsune pasa a mi lado y me susurra:

- Tienes suerte de que no te haya tocado conmigo, hoy tengo ganas de machacar a alguien - odio el tono de superioridad que pone ¿Pero quién se cree que es?

- El que tiene suerte eres tú, te habría hecho pedazos enseguida - lo miro con descaro y el frunce el ceño

- Mira quién fué a hablar, la ''princesita'' a la que por poco le atraviesa un cuchillo. Deberías agradecerme que te devolviera la chaqueta que casi me mata

- Cállate idiota - le respondo y acabo sentándome en el suelo junto a Nina, que observa la pelea.

Yona está en el suelo, por una patada que le acaba de dar Mike en el estómago, pero aún así se levanta. Mike intenta asestarle un puñetazo en la barbilla de Yona pero ella lo esquiva de tal forma que Mike termina perdiendo el equilibrio y cae, creo que eso no es su punto fuerte.

Aprovechando que Mike está en el suelo, Yona intenta darle una patada, pero él la detiene justo a tiempo con la mano y la tira al suelo con una fuerza tremenda. El golpe se oye todos lados y Yona se hace un ovillo para ocultar el dolor.

- Ya basta - Martina se levanta y examina a Yona, que gruñe y se vuelve para el lado contrario - Muy bien, si así lo deseas. ¡Siguientes!

Me levanto y me pongo frente al extraño. Es más alto que yo y con diferencia, me alejo un poco y su figira se hace más pequeña y menos intimidante.

- ¿A qué estais esperando? - Dice Martina mientras juega con el filo de un cuchillo - ¡Vamos!

Me abalanzo sobre él pero me agarra del brazo y me tira al suelo. Aprovechandoi desventaja, me intenta dar un puñetazo aunque es demasiado lento y consigo esquivarlo rodando sobre mí misma. Me levanto como puedo, pero ahí está el, dispueso a estrellarme contra la pared. Me emipeza a dar puñetazos sin control y yo aguanto cada uno de ellos.

- ¿Por qué no te rindes? ¡Te estoy destrozando! - me grita y noto su aliento en mi cara completamente magullada, noto cómo me sangra la nariz y cómo se me nubla la vista.

- Es verdad, estoy destrozada, pero no me voy a rendir y eso demuestra que soy más fuerte que tú - le replico con voz ahogada, casi no puedo hablar, me duele.

Aunque lleve la cara tapada, noto cómo sus ojos me miran con desesperación y oigo su grito de frustración. Entonces me da una patada en el estómago y caigo al suelo, pero él sigue. Me hago un ovillo para, al menos, proteger los órganos vitales.

Oigo los gritos de Martina, pero no llego a entender lo que dice. A estas alturas, ya no veo absolutamente nada, sólo puntitos negros que acaparan mi campo de visión.

Cierro los ojos y dejo que la suerte haga el resto. Sólo sé, y me interesa saber una cosa:

Lo que no te mata, te hace más fuerte.

Atrapada en el tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora