- Hoy me siento generosa y os voy a dejar practicar con armas - anuncia Martina, cuya voz, aunque ya estemos acostumbrados a ella, sigue llegando a todos los lugares de la sala de entrenamiento - ya más adelante lo pondréis en practica. Ahora elegid la vuestra.
Las paredes de la sala se llenan de armas. Armas de todo tipo, separadas por secciones, de hecho, creo que organizadas de la misma manera que las que nos aparecieron en las habitaciones.
- si queréis mejorar las, en vuestro tiempo libre, por supuesto, hay un botón en cada una de las mesillas que están junto a vuestras camas - comenta Martina - si pulsáis, aparecerán vuestras armas, seleccionadas por preferencia y en algunos casos - se detiene y hace un barrido con la mirada, eso nada ninguna pista de a quién se refiere - por habilidades demostradas durante las pruebas - termina diciendo, y en cuanto acaba, cada uno se acerca elegir su arma.
Yo cojo varios cuchillos, no demasiado grandes, ya que los voy a guardar por si mi arma principal me falla.
Los cojo y los meto sigilosamente en el bolsillo trasero de mi pantalón no abultan demasiado, y la camiseta al ser bastante larga hace que se disimule más.
Recorro las paredes que están llenas de armas de todo tipo incluso armas que no había visto en mi vida, de hecho, en otras circunstancias no creería que es un arma.
Me decanto por el arco, que está colgado en la pared frente a mí. Alargo la mano y lo agarro con firmeza. en ese mismo instante un pensamiento cruza mi mente y esta me transporta a otro lugar.
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La gente corre desesperadamente hacia otras direcciones y se oyen disparos, yo en cambio me dirijo hacia el problema. Un disparo me da la espalda, concretamente cerca del hombro, y todo se vuelve borroso. Antes de que el recuerdo desaparezca del todo escucho unas palabras:
"aún así creo que deberías empezar a usar otra arma. El arco te será más fácil de manejar"
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En cuanto vuelvo a la realidad doy un pequeño respingo, y muevo frenéticamente mi cabeza de un lado a otro, como si quisiera despejar el pensamiento de mi mente.
Acabo cogiendo el arco y preparándome para hacer unas pruebas de puntería.
Cojo una flecha y tenso la cuerda con delicadeza, respiro hondo y cierro los ojos. Antes de soltar la cuerda, en mi mente resuenan unas palabras:
"El arco estu arma, te guste o no"
En cierto modo, dice la verdad. He sobrevivido con esta arma y lo podré hacer más adelante. Estoy segura.
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Atrapada en el tiempo
ActionTras haber estado años congelada, Alisson despierta en un futuro destrozado por la avaricia y el odio. Con la ayuda de 5 guerreros más, deberá cumplir una misión para la que se ha estado preparando sin saberlo y librar al mundo de la prisión en la...