No miento si digo que al disparar esa flecha, parte de mis preocupaciones se fueron con ella. Ahora puedo agarrar el arco con seguridad mientras volvemos sobre nuestros pasos y seguimos el camino hacia las habitaciones. Yona no ha abierto la boca desde que salimos de la sala de entrenamiento y no estoy dispuesta a darle conversación, así que el silencio reina entre nosotras la mayor parte del camino.
Justo cuando empiezo a divisar las habitaciones, Yona, que se había adelantado un poco hasta acabar delante mía, se da la vuelta bruscamente para acabar frete a mí. Me mira tan intensamente que solo me puedo concentrar en sus ojos verdes que cada vez brillan con más intensidad.
Me pierdo en su mirada y escucho un murmullo, creo que está hablando pero no puedo concentrarme en sus palabras. Cuando el murmullo termina cierro los ojos y me siento diferente.
Es como si mi conciencia se hubiera tomado un descanso y la hubiera sustituido otra cosa.En otras palabras, no soy realmente yo la que camina hacia la habitación y abre la puerta.
No soy realmente yo la que saluda a Nina. No soy yo.¿Os habéis perdido o qué? - Es lo primero que escucho. Nina está sentada en mi cama con una de sus espadas en la mano. La mueve con una destreza extraordinaria aunque ahora no esté concentrada en ella.
- Algo así - le responde Yona casi de inmediato y acto seguido se sienta en mi cama a su lado.
- De hecho, estuvimos hablando con kitsune y... - Quiero contarle acerca del plan. Quiero que se una a nosotros. Es la única persona que por algún motivo que desconozco me imspira tranquilidad, seguridad - Luego dimos un paseo
Las palabras salen mecánicamente de mi boca, no puedo controlarlas. Es como si esa parte de mí que ha sustituido a mi conciencia no quisiera desvelarle el plan a Nina.
- Bueno, solo queda esperar hasta mañana - comenta Nina mientras se levanta de mi cama y va la suya - Buenas noches
- Buenas noches - respondemos nosotras dos al unísono. Mi cuerpo se mueve hasta la cama y en unos segundos estoy acostada y con los ojos cerrados. Al final el cansancio puede conmigo y me duermo realmente.
Vuelvo a escuchar ese murmullo en mis sueños, empieza como un siseo pero luego va cobrando intensidad. Todo lo que me rodea empieza a temblar a romperse, como ese cristal de silencio, solo que esta vez no volverá a recomponerse.
Abro los ojos y no puedo evitar sentirme empapada de sudor. Giro ligeramente la cabeza hacia mi izquierda y me encuentro a Yona a mi lado, tiene una mano apoyada en el brazo y me estaba moviendo ligeramente hacia los lados para despertarme.
- Vamos - me susurra al oído - hay que irse
Me levanto lentamente evitando hacer el menor ruido posible. Yona me señala un montoncito de ropa oscura que hay frente a mí junto con una mochila del mismo color.
Me hubiera gustado darme una ducha para quitarme esta sensación pegajosa del cuerpo, pero sé que no me lo puedo permitir, así que me cambio de ropa, cojo el arco y el carcaj para engancharlos a una de las tiras de la mochila y me la cuelgo. Recorremos la habitación haciendo el menor ruido posible y salimos de ella.
Al salir, noto que una mano me agarra violentamente y agarro el arco instintivamente.- Shh, tranquia, soy yo - reconozco la voz de Christian y me calmo, dejo escapar un suspiro mientras Yona se asegura de haber cerrado bien la puerta - ¿Tienes la mochila? ¿Y el arco?
Asiento las dos veces, aunque no estoy muy segura de que me haya visto. Yona se acerca a nosotros y empezamos a caminar en dirección a la sala de entrenamiento. Aunque somos tres y caminamos deprisa, nuestras pisadas apenas se oyen por los pasillos. Diviso la sombra de una silueta que camina hacia nosotros, no parece haberse percatado de que estamos aquí, supongo que por la pobre iluminación de este pasillo si lo comparamos con otros.
Unas manos me cogen por los hombros y me arrastran hacia un pequeño hueco más adelante.- Son guardias -dice Yona en un susurro. Christian se limita a asentir para darle la razón.
Contenemos la respiración mientras esa silueta recorre el pasillo. Se trata de un hombre de mediana edad, delgaducho que se mantiene alerta durante todo el tramo del pasillo.
Hay algo en ese hombre que sugiere que no es un guardia. Esa forma de mirar a ambos lados cada 5 segundos, como si alguien lo acechara. Esa vestimenta tan extraña que lleva, todo negro, algo ajustado y un visible cinturón. No es un guardia.
Es un intruso.Esa teoría que recorre mi mente hace que mi cuerpo reaccione más rápido de lo que cabría esperar. Desengancho el arco y cojo una de las letras del carcaj. Antes de que Cristian pueda detenerme, la flecha ya sigue su trayectoria hasta atravesar el cuello del hombre que, acto seguido, cae al suelo inconsciente. Christian me cubre la boca con su mano antes de que pueda decir nada
- Ya me explicarás esto si logramos salir de aquí vivos - masculla entre dientes
Yona empieza a correr sigilosamente y Christian la sigue. Como todavia me tapa la boca con la mano, me veo obligada a seguirle el ritmo unos minutos hasta que mi cuerpo no resisre más. Al ver que no iba a aguantar mucho más, su otro brazo se entorna sobre mi cintura y me eleva hasta acabar sobre su espalda. Jadeo un poco por el esfuerzo y poco a poco me voy recuperando. En cuanto a Christian, su respiración se acelera y empieza a jadear. Está claro que es más fuerte, pero está llegando a sus límites.
Tras unos minutos así, empieza a frenar hasta parase en seco. Me bajo de su espalda para encontrarme con una puerta metálica de aproximadamente dos metros de alto a la que se accede por una rampa algo empinada. Ahora entiendo el cansancio de Christian, ha tenido que hacer un doble esfuerzo al tratarse de una rampa, y eso conmigo a cuestas.
- ¿Y ahora? - le pregunta Yona, algo alterada a Christian mientras éste hace un esfuerzo por recuperar el aliento. Alza la mano por encima de la cabeza y señala hacia una cámara que vigila la puerta. Cojo una flecha y la coloco en el acro para tensarlo; la flecha sale disparada y da en el objetivo. Entonces, empieza sonar un alarma: cuatro pitidos largos y ensordecedores inundan el pasillo. Creo que Yona dice algo, porque la veo mover los labios pero la alarma no me permite oír más que mi respiración acelerada.
- ¡Eso no! ¡El botón de al lado! - Christian grita para hacerse oír por encima de la alarma mientras vuelve a señalar el mismo sitio. Me vuelvo a fijar y entonces lo veo, es un botoncito negro que hay justo al lado de la cámara.
Vuelvo a tensar el arco con la esperanza de que todavía nos quede algo de tiempo. Si las probabilidades de darle a la cámara ya eran pocas, ahora las probabilidades de acertar justo en el lugar donde está el botón son casi nulas. Disparo la primera flecha, pero se queda uno centímetros de dar en el blanco y cae a unos centímetros de mí. Al ver que está intacta la vuelvo a colocar en el arco y disparo por segunda vez, ahora sí acierto y veo como las puertas empieza abrir lentamente.
Demasiado lento para mí gusto.Al oir el ruido de pisadas, me apresuro recoger la flecha que rebotó en el botón y pasar por el estrecho hueco que ha dejado la puerta. Yona hace lo mismo y al igual que yo, pasa sin problemas.
Cuando llega el turno de Christian, la puerta a subido un poco más y tiene espacio suficiente para pasar; cuando lo hace empezamos a correr con todas nuestras cosas a por un pasillo completamente negro únicamente alumbrado por unas cuantas antorchas. El pasillo desaparece, dejando paso a unas paredes de roca algo menos uniformes.Llegados a este punto, Christian se quita la mochila y saca de ella una bolita de un color oscuro. Acto seguido la estrella contra la pared, creando una pequeña explosión que suficiente para desequilibrar las paredes de roca y hacer que se derrumben.
- ¡Corred! - nos grita a las dos. No ponemos pegas, echamos a correr hasta cansarnos. Christian ha logrado alcanzarnos y se deslpona junto a nosotras, que ya estábamos en el suelo.
- Al fin libres, ¿verdad? - dice Yona entre jadeos.
- Por ahora - le respondo.
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Atrapada en el tiempo
ActionTras haber estado años congelada, Alisson despierta en un futuro destrozado por la avaricia y el odio. Con la ayuda de 5 guerreros más, deberá cumplir una misión para la que se ha estado preparando sin saberlo y librar al mundo de la prisión en la...