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Intento escapar. Escapar de las manos de alguien desconocido y armado. En dos palabras: Un asesino.

No puedo, es muy fuerte. Un filo frío y metálico me pasa por el cuello. Esa es su arma, un cuchillo.....o una espada. Me da igual. Mi mente está concentrada en sobrevivir.

Acerco mis labios a su oído.

No me queda otra, allá vamos

- Tran - quilo.......
- Quieto....

Repito varias veces detenidamente con voz distorsionada, relajada, como un soplo de brisa.

Noto cómo sus músculos, tensos se relajan, pero sin soltarme. Decido continuar.

- Sueltame.....

Me obedece.

- Muéstrate.....

Ogio que retrocede un paso y saca algo del bolsillo de su pantalón. Lo enciende. Una pequeña luz de un mechero lo alumbra.

Es el tipo misterioso que se niega a mostrar su rostro. Me acerco a él intentando quitarle la capucha que lleva puesta.

Se la quito.

Una máscara de un gris brillante le cubre el rostro. La acaricio con las yemas de los dedos, ¿por qué oculta su ser?

Entonces oigo voces.

- Corre.....Ocúltate......sal del trance...

Doy un chasquido y él se pone la capucha y se aleja en la oscuridad.

Atrapada en el tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora