_____ es una chica que vive una existencia feliz y despreocupada. Su vida da un giro radical cuando una noche, un desconocido entra en su apartamento con la intención de violarla.
Historia Original Creada por: AnnieMF <3
Historia adaptada de la p...
Rubén seguía tumbado en el sofá, viendo la televisión. Aunque miraba la pantalla, supe perfectamente que su mente había viajado a otro lugar. Entré en el dormitorio, y tras darme una ducha en su baño privado, me puse el conjunto de Blanche. Luego, volví al salón y me puse frente a él, impidiendo así que pudiese ver el televisor. Cuando se percató de mi presencia y me vio con el conjunto, sus ojos se abrieron de par en par y sonrió. Se tumbó bocarriba y me sugirió que me acercase.
— Vamos al dormitorio. Blanche está todavía en casa, ¿no te acuerdas?
— Se me acaba de olvidar hasta mi nombre.
Se levantó y me abrazó, rodeando mi cuerpo con sus brazos y deteniendo sus manos sobre mis nalgas. Las sujetó con firmeza y suspiró.
— No sé si podré llegar al dormitorio.
— Inténtalo al menos. – Le dije mientras le besaba.
Me tomó en brazos y me arrinconó contra la pared. Nos besamos apasionadamente y mi pulso se aceleró tanto como el suyo. Conseguí que me bajase al suelo y me dirigí al dormitorio, mientras él me seguía, quitándose la camiseta por el camino.
Cuando cerró la puerta tras él, comenzó a desabrocharse los pantalones, pero le detuve.
— Lo haré yo. Quédate quieto.
Me agaché y tras quitarle el botón y correr la cremallera, comencé a bajarle los pantalones lentamente. Bajo su bóxer se notaba cómo su pene estaba en plena erección. Le mordí a través de la tela, y gimió placenteramente. Cogí su ropa interior y me deshice de ella, dejándole completamente desnudo. Tomé su miembro entre mis manos y lo lamí despacio, notando como comenzaba a palpitar de deseo. Lo introduje en mi boca y gruñó, mientras me acariciaba el cabello. Cuando estaba a punto de llegar al clímax me detuvo y me hizo ponerme en pie.
— No quiero terminar tan pronto. Prolonguemos esto tanto como podamos. Quiero disfrutar de tu cuerpo y de esa ropa tan sexy.
Me situó de cara a la pared y comenzó a acariciarme. Al sentir sus manos sobre mis pechos, no pude evitar soltar un gemido ahogado. Introdujo sus manos bajo mi lencería y me acarició los pezones, luego comenzó a bajar hasta situarlas sobre mi sexo y buscó con sus dedos mi clítoris a través de la ropa interior. Notó que la ropa estaba humedecida y sonrió. El tanga tenía a cada lado unas presillas. Las desabrochó y éste cayó al suelo. Entonces, se arrodilló y tras darme la vuelta, comenzó a lamerme, hasta que me estremecí. Mi cuerpo tembló bajo la presión que su lengua ejercía en mi clítoris y en mis labios, y llegué al clímax.
Se levantó y tras volver a situarme de cara a la pared, abrió mis piernas y tomó mis nalgas con sus manos. Las separó hasta abrirse camino y me penetró profundamente. Al notar cómo su pene entraba en mi interior, no pude reprimir un pequeño grito y mientras me embestía una y otra vez, mi orgasmo se reactivó y lo disfruté tanto como él. Sus gruñidos de placer eran como una canción para mis oídos. Me encantaba escucharle y me excitaba el saber que se estaba corriendo en esos momentos y bañando mi interior con aquel cálido líquido que brotaba de su interior.
Cuando su pulso se recuperó, se separó poco a poco de mí y me estremecí al notar cómo su pene salía y acariciaba mi sexo, todavía deseoso por seguir sintiéndole en mi interior. Me quitó el resto de la lencería y me cogió de la mano para guiarme hasta la cama. Se tumbó sobre mí y nos besamos, mientras se situaba entre mis piernas, pero sin penetrarme. Acariciaba lentamente mi cuerpo, haciendo que mi fuego interior me consumiese. Le deseaba tanto como el primer día. Rubén era como una droga de la que siempre sentía necesidad. Introduje mi mano entre nuestros sexos y comencé a masajear sus testículos, lentamente, hasta que noté se situaban, preparados, para tener otra erección. Rubén puso sus dedos sobre la entrada de mi vagina, y esparció mi flujo vaginal, mezclado con su semen, por el resto de mi sexo hasta llegar al ano. Cuando comenzó a acariciarlo y a humedecerlo con los fluidos, me excité. Me estaba preparando para penetrarme.
Introdujo uno de sus resbaladizos dedos, causándome placer en sus movimientos. Después insertó dos y me estremecí. Levantó mis piernas, hasta situarlas sobre sus hombros, y su pene se abrió camino por ese estrecho sendero. Mientras se movía despacio dentro de mí, bajé mi mano hasta mi clítoris y me masturbé. Rubén no podía dejar de mirar como lo hacía y se sobre excitó. Cuando vio cómo comenzaba a temblar, se tensó y se corrió, dejando que los gemidos escapasen por su boca, sin control. Me apasionadamente y me mordió en el cuello, mientras me hacía gritar de placer con sus fuertes embestidas. Cuando se separó y la sacó, despacio, sentí un vacío en mi interior. Se tumbó a mi lado y me refugié en sus brazos.
Aquella noche, por primera vez desde hacía tiempo, dormimos juntos hasta el amanecer.
--------- Muy buenas criaturitas del señor! ¿Qué tal estaís? Yo bien... y ¿por qué me he desaparacido? Simplemente por el cole, ya me han llenado de pruebas y deberes 😬 y no he tenido tiempo pa' nada.
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Vieron el video? Yo es muy mono ☺ Hoy habrá dos caps, a ver si no me duero antes 😪