Hice cada cosa que me dijo, mientras le escuchaba gemir y gritar "Venga, nena. Así, así...". Ambos llegamos al orgasmo de forma estrepitosa, gritando, y extasiados de placer. Jamás había sentido un clímax así. La sensación de tener su miembro enterrado en mi ano, mientras me estremecía, fue increíble.
No podía decirle adiós. Definitivamente esa no era una opción. Me gustaba demasiado lo que me ofrecía cada noche y no podía vivir sin ello. No después de haberlo probado.
- Quédate esta noche. - Le pedí -. Te juro que no te miraré.
- ¿Cómo sé que no sucumbirás a la tentación?
- Me pondré un antifaz y no me lo quitaré en toda la noche. Vamos, cariño, te lo prometo.
- ¿Dónde lo tienes?
- Aquí mismo. En la mesita de noche. Lo cogí, tentando entre mis sujetadores y él mismo me lo puso. Noté que encendió la luz por un cambio en la intensidad de la oscuridad.
- ¿Has encendido la luz?
- ¿Me ves?
- No, pero noto cierta claridad. ¿Por qué lo has hecho?
- Quiero admirar tu hermoso cuerpo. -Se tumbó sobre mí y me besó en los labios.- Eh, amiguito, ¿y qué pasa conmigo? Yo también quiero ver cómo eres.
- Aquí las normas las establezco yo.
- Prometo no mirar tu rostro. Cúbretelo con algo.
- No sabes lo que me excita lo que me estás pidiendo. En nuestro próximo encuentro traeré máscaras y lo haremos a plena luz.
- ¿Me dirás alguna vez cómo te llamas?
- Tú me llamaste Samu.
- Quiero saber tu nombre real. No te preguntaré tus apellidos.
- ¿Y cómo tendrás la certeza de que no te miento?
- Si me mientes no volverás a poner un pie en esta casa. - Le dije muy seria.
Guardó silencio durante unos segundos y después se levantó. Escuché cómo entraba en el baño y salía minutos después. Cerró con fuerza la puerta del apartamento y me quité el antifaz. Había jugado con fuego y me había quemado. Él tenía razón. Establecía sus propias normas y yo me había saltado una de las más importantes. Para él su anonimato era primordial, pero no entendía por qué. Cubrí mi cuerpo con una sábana y tras apoyar mi cabeza sobre la almohada, cerré los ojos y me dormí.
Cuando me levanté por la mañana, después de la noche de sexo que había tenido con mi amante, me sorprendí que la primera persona que acudiese a mi mente fuese Samuel. Sentí una punzada de dolor en mi corazón y entonces me di cuenta del grave error que había cometido al aceptar de nuevo en mi apartamento a mi amante. Me repetí una y otra vez que sólo era sexo, que no sentía nada por ese desconocido, pero en el fondo sabía que los lazos que habíamos estrechado eran demasiado fuertes como para romperlos de una sentada. Él no me iba a dejar escapar, y por algún extraño motivo, yo tampoco quería escaparme.
Aquella mañana, cuando salía de casa para ir a trabajar, me encontré con una rosa y una tarjeta, ambas pegadas a mi puerta con cinta adhesiva. Las retiré y volví a entrar en casa, para leer la tarjeta en la más absoluta intimidad. La nota decía: "No me impidas la entrada a tu casa. Ya no puedo vivir sin ti. Te amo". Al leer aquello noté cómo mi corazón se encogía y lloré como una niña. Su confesión me llegó al alma, pero no tanto como el detalle de ver su nombre escrito al final de la nota. "Rubén".
Mi corazón parecía que iba a salir del pecho. Me había declarado su amor. Me encontraba en mitad de una encrucijada de la cual no era capaz de salir. Frente a mí tenía dos caminos. Uno dirigido a Samuel, el hombre del que estaba enamorada; y otro hacia ese misterioso amante del que me había hecho tan dependiente.
Cuando salí del apartamento y bajé a la calle, miré a un lado y al otro. Sentía cómo si Rubén me estuviese vigilando. Era una estupidez buscarle entre la gente, puesto que no conocía su rostro, y jamás repararía en él. Unos metros a la derecha vi un chico apoyado en la puerta de un coche. El semblante de aquel joven de cabello castaño y sus ojos mieles, me era conocido, pero no recordaba dónde lo había visto. Por un instante nuestras miradas se encontraron y arqueó una ceja, con sorpresa. Él también me conocía. Sonrió y tras encender un cigarrillo, se retiró del coche y caminó en dirección contraria a la mía. Le observé hasta que se perdió entre el gentío. Por un momento me pregunté si no sería él mi amante, pero lo deseché por completo. Me ruborizaba sólo de pensar que fuese ese hombre tan atractivo.
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Sigue la maraton espero que les este gustando; y bueno la rayita ya la va liando de a poco a poco.
Vieron ya el PokeVlog de Rubencio...osea como no lo van a reconocer *facepalm* lleva el trage del Club Media Fest, Alex lleva una de las máscaras de Star Wars que ha llevado en sus videos 😂 y Mangel con esa camiseta que se le reconoce a leguas o sea jaja 😂😂
Aunque el se ve muy mono *-*
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Tuya En La Oscuridad - ADAPTADA -(Rubius,Samuel & Tú)
Fanfic_____ es una chica que vive una existencia feliz y despreocupada. Su vida da un giro radical cuando una noche, un desconocido entra en su apartamento con la intención de violarla. Historia Original Creada por: AnnieMF <3 Historia adaptada de la p...