"No puedo traerte a un mundo que no conoces... El fuego no solo es luz, también puedes quemarte".
La perdición estaba mas cerca de lo que parecía, aun cuando todo parecía estar en su contra.
Guerra, dolor, muerte... En todo ese conflicto no había es...
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💮 005| Descubriendo la Verdad 💮
Makarov, el abuelo de Lucy, mando a llamar a su nieta. La Heartfilia habia pasado todo el tiempo andando de un lado a otro en su habitación, sintiendo que su cabeza explotaría en cualquier momento, pero se sintió algo aliviada cuando su abuelo pidió tener una audiencia con ella. Y de lo que estaba segura, sin duda tendría que ver con el tema tan delicado que corría por el castillo.
Lucy necesitaba respuestas sobre lo que pasaba, porque su creativa mente le lleno de muchas ideas sin sentido que podrían estar pasando.
—Abuelo... —ni bien abrio las puertas del salón principal corrio hacia el sillón en donde estaba sentado el rey.
—Lucy...
—Dime lo que pasa, abuelo —su petición sonó más a una orden—. Necesito...
—Vamos a hacer oficial tu compromiso con Sir Loke, Lucy —dice sin más Macarov.
¿Por qué esta sacando ese tema justo ahora? —temio Lucy.
— ¿Qué? —lo miro incrédula.
—Dentro de una semana, el día de tu cumpleaños. En la fiesta lo haremos oficial.
— ¡ABUELO MACAROV! —espetó inconforme, provocando un gran eco en el salón.
—Esta decidido —sentencio el anciano.
— ¿Por qué...? ¿Por qué me haces esto? —lágrimas de rabia se hicieron presentes en el rostro de la princesa, sus puños estaban tan apretados que los nudillos se tornaron blancos.
—Es mi orden final —dijo poniéndose de pie y dejándola sola en el salón.
La Heartfilia se desplomo sobre sus rodillas, dejándola sentada sobre el frío piso de piedra. Una razón, lo único que Lucy deseaba en ese momento era la razón de dicha decisión tan precipitada, para asi poder entender a su abuelo.
Él siempre ha escuchado las decisiones de su nieta y en su mayoria las respetaba, pero hoy fue tan frío con ella que le costo creer que Macarov fuera ese abuelo cariñoso que siempre le sonreía.
—Princesa, ¿se encuentra bien?
La voz se oyó lejana, pero solo bastó unos segundos para que Lucy cayera incosciente. Demasiadas emociones y demasiado estres. Una joven de cabello rojizo escarlata sostuvo a la princesa y la llevo devuelta a su habitación. El medico real no tardo en ser llamado con urgencia.
— ...no se preocupe, estará bien —hablo un hombre de bata blanca y cabello grisaseo. El medico real—. Solo fue un desmayo.
Sin llamar la atencion, unos ojos marrones se abrieron parpadeando con confusión. Una cabellera larga y dorada cayo sobre los hombros de la princesa mientras se sorprendia al estar rodeada de muchas personas.
