"No puedo traerte a un mundo que no conoces... El fuego no solo es luz, también puedes quemarte".
La perdición estaba mas cerca de lo que parecía, aun cuando todo parecía estar en su contra.
Guerra, dolor, muerte... En todo ese conflicto no había es...
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💮 017| Viajando Juntos 💮
—Sigo sin entender... ¿Cómo pudiste apagar la fogata? No parece que hubieras hecho algo —Lucy miraba curiosa los restos de la fogata que seguían intactos.
—Ya te lo dije... Tenía hambre así que me las comí —respondió él apartando la mirada.
Al final no pudo resistirse a su estómago. Fueron solo 40 minutos los que la fogata duro después de que la princesa se durmiera la noche anterior.
— ¿Puedes comer fuego?... ¿En que momento pasó? Me hubiese gustado verlo.
Entonces... ¿Cómo fue que ella soporto la fría noche sin fogata? El despreocupado dragón había dormido a su lado sin que ella lo supiera brindandole calor corporal y despertó antes para no asustarla.
Ella no tenia porque enterarse de eso o ¿si?
—De cualquier forma será mejor que sigamos con el camino—intento zanjar el tema—. Puede que más de esos guardias regresen si no nos alejamos.
Lucy intento acomodar su improvisado vestido cuya parte baja estaba raida por culpa del espinoso arbusto.
—Espera —lo detuvo—. Tengo que arreglar esto antes de seguir, así que... ¡Ni se te ocurra girarte!
Natsu no entendía porque la peli-dorada se empeñaba a sí misma a cargar con esa extraña sabana alrededor de su cuerpo.
—No pienso girar si es lo que piensas... Las mujeres humanas no son mi tipo —se cruzo de brazos y le dio la espalda.
La Heartfilia ignoro ese comentario y tras ocultarse en unos arbustos quito la tela sobre su cuerpo. Rompió la mitad de la sabana e hizo un extraño atuendo solo para la parte superior. La extraña falda que aun traía puesto, si bien seguía sin gustale, era suficiente por el momento.
—Listo.
Salio de los arbustos revisando que la prenda superior no dejara nada visible ni tuviera intenciones de desamarrarse a su figura.
El joven se giro a verla y, en ese momento, deseo que la sabana siguiera en su lugar. El nuevo atuendo era claramente escaso y dejaba a la vista su tersa piel.
Solo por esos segundos pensó que, después de todo, solo quizas, reconsideraria sus gustos por las mujeres humanas.
—S-si ya estas lista... —aparto la mirada de ella ocultando un leve sonrojo en sus mejillas—. Será mejor partir.
— ¿De verdad es necesario que vaya contigo?
¿No había una segunda opción? Siempre hay un plan B.
— ¿Quieres quedarte aquí y que te encuentren? —fue claro, el silencio por parte de la joven fue suficiente respuesta—. Eso creí —sonrió con arrogancia—. Ahora... sube.
