Eres mia

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Lunes... De regreso al instituto.



El despertador había sonado, eran las 6:00am si, demasiado temprano pero debíamos levantarnos a esta hora, el instituto quedaba un poco alejado de la casa de Leo, no ibamos a ir caminando, no 50km, pero debíamos llegar temprano de todas formas.
Me levanté, Fui al baño, tomé una ligera ducha y me puse la ropa que lavé anoche, necesitaba llegar al instituto para cambiarme de ropa, Leo aún seguía dormido, no por mucho cariño... Me acerqué y le lanze una almohada que se encontraba en el piso, prácticamente saltó de la cama, me eché a reír al ver el rostro de Leo, todo despeinado, miraba a todas partes, estaba asustado. ¡Que lindo!

- ¡Buenos días! - Le dije, el dirigió su mirada hacia mi. Se levantó en un salto y corrió hacia donde estaba yo  levantándome en sus brazos y llevándome a la cama donde me tiró.

***

- No, no lo hagas! - Grité con todas mis fuerzas mientras no paraba de reír, Leo me hacia cosquillas, mi tortura, - Por favor! - Le suplicaba, trataba de escapar pero me era imposible, clavé mis rodillas en su estómago, pero parecía no importarle ya que continuaba con esa cruel tortura. - ¡Basta, por favor! - Casi estaba llorando, Leo dejó de hacerme cosquillas para quedarse mirándome fijo mientras reía a carcajadas.
- ¡Eres malvado! - Golpeé sus hombros repetidas veces.
- ¡Jaja te amo! - Dijo cesando en sus carcajadas, pero sin quitar esa hermosa sonrisa que me volvia loca, nuestras respiraciones eran agitadas, mi pecho subía y bajaba con rapidez, al igual que el de él, su cabello cubría su bello rostro, eso lo hacía ver jodidamente sexy.
- ¡También te amo! - Dije acariciando sus desnudos brazos, me quitó el cabello que estaba cubriendo mi cara y se acercó a mis labios, unimos nuestros labios en un cálido beso. Otro bello momento con él.

***

Luego de desayunar, nos despedimos de su madre y hermana, salimos al jardín pero antes, Leo fue por algo... ¡Oh Dios! ¿Acaso usaría su auto? Si... Iriamos en su lamborghini.
No podía creerlo!

Eran las 07:35am, habíamos llegado al instituto en su lamborghini azul, las miradas de todos los chicos que se encontraban entrando al instituto se posaron en nosotros o más bien en su lujoso auto, Leo condujo hacia el estacionamiento interno, un estacionamiento subterráneo donde los profesores dejaban sus automóviles para que nadie intentara dañarlos o robarlos ya que había cámaras de seguridad.

Entramos al instituto, las miradas de las chicas seguían sobre nosotros, o más bien... Sobre él. ¡Zorras!
Nos despedimos, ambos ibamos a cambiarnos de ropa y luego a clases, no asistiamos a las mismas clases, puesto que él era casi cuatro años mayor, e iba al último año es decir a 6to y yo a 5to, pero yo tenía 18 y el 22, buena diferencia de edad ¿no? Sus amigos eran más jovenes, no tenían más de 20 exepto Hak Yeon, el tenía 23.

Luego de cambiarme entré al salón de clases, no había nadie, tampoco sabía nada de Sulli, quizas aún no había llegado, estaba sola, caminé hacia los últimos asientos cuando escuché la puerta abrirse, no quize voltearme, supuse que sería alguno de mis compañeros o compañeras que entraban a dejar sus mochilas y luego se volverían a marchar. Pero no...

- ¿Tn? - Esa voz, me puso de los nervios, el corazón se me quería salir, me volteé a ver y si, era él... Mingyu.
¿Que hacia aquí? Valla pregunta estúpida, había olvidado que ibamos al mismo salón.

- Mingyu... - Dije sin moverme de mi lugar.

- ¿Como estás? - Preguntó con esa sonrisa que alguna vez amé, ¿que estaba haciendo? ¿Se estaba acercando a mi? Debo huir.

- Bien... Muy bien. - Traté de sonar normal. El sonrió acercándose más a donde estaba yo.

- Podemos hablar? - Se posicionó frente a mi. Lo miré extrañada, ¿de que quería hablar?

quiero estαr contigo. - (leo y tú) - pαusαdα ' en edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora