Capítulo 5: Café caliente.

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"¿Es malditamente en serio?" pregunto rodando los ojos a la vista delante de mí. Louis solo se detuvo en el estacionamiento de - lo adivinaron - una heladería.

"Lenguaje Harold," Louis ríe. "¿Qué diría tu madre?"

"Probablemente no diría nada. El sonido de ella abofeteándome lo diría todo." Respondo sinceramente, ganando una carcajada de Louis. A mi madre no le gustan las palabrotas. El pensamiento de mi madre me hace preguntarme como le está yendo en su cita. Louis y yo estábamos hablando sobre Al, y por lo que ambos aprendimos de hablar con él por unos minutos, tiene todas las cualidades de un imbécil. Los imbéciles son malos. Esto significa que mi mamá va a tener su corazón roto de nuevo y vamos a tener que mudarnos una vez más. El pensamiento definitivamente cambió mi actitud.

"Eso es lindo," Louis responde "ahora vamos bud," dice, imitando el nombre de mascota que Al me puso, "vamos a conseguir algo de helado. ¿Te gustaría?"

"¡Sí!" chillo como un niño de cinco años rodando mis ojos y abriendo la puerta del auto de Louis. Doy un paso afuera e inmediatamente lamento mi decisión de no haber traído una chaqueta. La noche aquí solo se pone más y más fría todos los días. Una brisa fresca me hace temblar.

"Hmm..." Louis dice, "creo que tal vez está un poco frio afuera para un helado." Él se frota la barbilla y mira hacia mí. "Ya que pareces ser un chico grande ahora, yo diría que deberíamos ir por un café como los adultos que somos. No más helado para nosotros los adultos. ¿Qué dices?" pregunta.

"Caramba, Sr. Tomlinson. Mi madre seguro no aprobaría esto," digo sarcásticamente para seguir el pequeño juego que él está tratando de hacer. "Pero, tal vez ella no tiene que enterarse."

"Bueno, entonces está bien, bud. Vamos a caminar y atravesar la calle hasta la cafetería." Responde. Ambos hacemos nuestro camino hasta el borde de la acera y esperamos a que los autos bajen la velocidad. Finalmente, tenemos permiso para seguir y comienzo a hacer mi camino a través de la calle. Louis rápidamente toma mi mano desde atrás. "No queremos que te golpee un auto ahora o si, bud?" no respondo. Me siento raro al hecho de que un hombre de veintiséis años que es gay tiene su mano en la mía. Un caliente, hombre de veintiséis años que es gay.

Cruzamos la calle y Louis deja caer mi mano y alborota mi cabello antes de que entremos a la cafetería. Miro abajo hacia mi mano que Louis estaba sosteniendo segundos antes. No puedo creer que él en realidad hizo eso.

"¿Qué quieres?" me pregunta, haciéndome mirar hacia arriba.

"¿Qué?" pregunto, un poco confundido.

"De beber. ¿Qué quieres beber?" pregunta lentamente. La mirada en su rostro me hace sentir como un total idiota.

"Oh," digo, no sabiendo realmente que más decir, "un macchiato de caramelo me parece perfectamente bien."

"Okie dokie," responde. "Consíguenos una mesa y yo traigo las bebidas." Asiento y hago como él dijo, comencé a caminar entre las mesas para encontrar una vacía. El lugar está bastante lleno esta noche. Vi una cabina vacía y estaba yendo hasta ella pero fui detenido por una chica corriendo hacia mí. Afortunadamente, esto no es una película romántica donde ella tiene un café en la mano y lo derrama todo encima suyo.

"Lo siento," murmura. "Supongo que soy un poco torpe."

"Está bien," le respondo. "También soy torpe."

"Soy Abigail." Dice, tendiendo su mano hacia mí.

"Harry." Digo mientras alcanzo su mano para estrecharla.

New Guy on the Street (Larry Stylinson) TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora