More than words

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—Aquella noche fue tranquila, al menos lo fue ni no contemplamos la tormenta mental de cada uno de los protagonistas.

— Hoya se había ido a casa reflexionando en lo hecho, y es que, si de ser honestos se trata, claramente él no hubiera mostrado a Myungsoo la foto de no provocarlo, pero joder, vaya que se lo había ganado.

— El solo estaba en el lugar y momento justo. Había ido por un par de audífonos nuevos y luego iría a ver a su amigo, pero esto último demoró con el sol hecho de ver a Myungsoo y a un chico de finas facciones besarse juntos. Luego comprendió que aquel chico era nada ni nada menos que Sungjong

¿Acaso se conocían? ¿Acaso Sungyeol sabia esto? — Hoya no podía evitar pensar en aquello, menos aún si esto en parte afectaba a nada más ni nada menos que su amigo y digámoslo, Hoya no era idiota, él sabía que algo pasaba por la mente de Sungyeol en relación al chico de felinos rasgos, solo que aún no entendía que.

Click...

— En la guerra y en el amor todo se vale... Todo. Al menos eso pensaba Hoya.y si bien él era una persona calma a ratos, no lo hacía con un daño mayor, si no que lo hacía por el amor que sentía por Sungyeol. Al menos el sentía que era amor.

— Por otro lado, esa noche Myungsoo tomó la mano de Sungyeol y así se durmió. Ya había dormido pegado el, pero esta era la primera vez que tenían contacto estando consiente de aquello. No sabía que pasaba por su mente al tenerlo de aquella manera, no sabía porque se aceleraba si lo veía, solo sabía que lo necesitaba. Myungsoo era una persona feliz a su lado, aun con peleas y demás cosas.

Nunca cambies ...


— Sungyeol al abrir los ojos intento fregarlos, pero algo estaba haciendo peso en su mano, y al jalarla pudo ver que esta era prisionera de una mano que bien conocía, la mano de Myungsoo.

— No vamos a mentir, pese a todo lo que vivió la noche anterior, y pese a que no deseaba, sus mejillas tomaron un color carmesí potente, y entre suaves golpes con su mano libre trató de calmarse, pero le costaba mucho

— Pensó en quitar su mano, mas luego reparó en algo mucho más impórtate ¿Qué demonios hacía Myungsoo en su cuarto, en su suelo y tomando su mano?. Myungsoo era un chico extraño, al menos eso demostraba con su actuar. Era como si quisiera estar cerca de Sungyeol y al mismo tiempo alejarlo. Una completa estupidez

— Hey, Myung... — Al comienzo eran susurros, luego le dio jalones, para después de frentón sentarse en la cama y así poder acomodarse a su lado luego

— Kim Myungsoo deja de ser un bebé y suelta mi mano que no soy tu madre — Una parte de Sungyeol estaba molesta, pero otra no podía evitar ser feliz ¿Acaso así serían los días juntos?

— Ya deja de gritar Omma Sungyeol — Myungsoo hablaba, pero no abría los ojos, y lo que es peor aún, se negaba rotundamente a quitar su mano del agarre que tenía

— ¿O-Omma? — El carmesí era nuevamente el color de las mejillas del más alto, el cual se intensificó aún más cuando Myungsoo abrió los ojos y lo miró fijamente. La mirada de Myungsoo tenía algo que te hacía sentir único, era como si en el universo no existiera nadie más que tú y el

— ¿Te vas a sonrojar siempre que duerma aquí? Puedo acostumbrarme — Le soltó la mano y se sentó para poder quedar mirando fijo y más cerca a Sungyeol –

— Buenos días Yeollie

— ¿Yeollie?

— Así quiero llamarte

No ver es una florDonde viven las historias. Descúbrelo ahora