I Want To Protect You

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— Aun no puedo creer que estén juntos, no lo concibo — Sungjong se daba vueltas por el cuarto, con el celular en mano, tratando de entender los acontecimientos que hace una semana más o menos llevaban pasando, y es que no solo Myungsoo y Sungyeol estaban más cercanos, si no que ya no tenía ni la posibilidad de pensar en pisar el departamento de ellos.

— Debemos hacer algo, yo sé que está en tu jurisdicción hacerlo

Lo dices como si fuera lo más simple del mundo, él no va a querer verme.

— Francamente yo tampoco querría, si técnicamente lo trataste como a una perra barata, y con todo respeto, a ratos es lo que parece

No te atrevas a tratarlo de esa forma

— Lo dice quién o trato como prostituta

Detente o no perderé el tiempo en ayudarte en lo más mínimo

— Ok, ok, ya entendí que eres sensible con el tema, así que no diré nada. El tema es que debes de aparecer, solo eso pido y nuestro pacto estará saldado

Intenta hacer algo fuera de lo pactado y te va a ir muy mal Lee Sungjong, yo no soy igual de estúpido que Myungsoo, y en cosa de segundos tendría tu cuello entre el suelo y mi bota

— Suena a amenaza, y lo curioso es que me gustan las amenazas, hacen las cosas más divertidas ¿no crees?

No vengas con tus cosas raras, ya tenemos un trato y por tu bien espero que se cumpla, solo eso quiero recalar, así que adiós.

— La llamada se cortó, y Sungjong no podía más que sonreír. Dentro de poco se haría su voluntad como caso siempre pasaba, como siempre debía ser — Ahora solo me queda esperar

— El tiempo era sabio, el tiempo era claro y amigo de Sungyeol y de Myungsoo. Si bien no hablaban mucho del tema, y si bien no se buscaban para más de lo necesario, frente a sus amigos y al mundo en general, ellos eran un todo, no solo por las miradas que se daban, si no por las sonrisas y momentos torpes que buscaban o llegaban a tener.

— Sé que les puede llegar a preocupar, y se pueden llegar a preguntar por qué pasó con Sungyeol luego de confesar su historia, bueno, la respuesta es que simplemente eso no siguió siendo tema. No era grato, y a ambos les daba nauseas con solo pensarlo, por lo que en silencio y como quien hace un pacto, como quien guarda un secreto. Nadie más que ellos dos sabía, y por ahora las cosas debían de quedarse de ese modo.

— Myungsoo, solo debes aceptar, anda di que si

— No quiero, solo porque no siento que esté para suplir tus expectativas

— No digas eso, yo sé que eres un buen fotógrafo

— Sungyeol escuchó a una de las chicas del salón hablar con Myungsoo, y si estaba en lo correcto, aquello era algo que podría significar dinero para Myungsoo — Acepta, eres bueno — De forma tímida se acercó, y tras una sonrisa cómplice miró a la chica — Yo sé que el podrá

— Myungsoo miraba a Sungyeol con una mezcla de admiración y de sorpresa, porque era primera vez que él lo decía a viva voz, pero había algo que Myungsoo no sabía, y era que el nuevo pasatiempo de Sungyeol en ese tiempo, era ver las cajas y cajas de fotos de Myungsoo, amando hasta las simples fotos de Byeol — Lo haré solo si Sungyeol puede ir a ayudarme

— Claro que sí, de hecho, lo iba a proponer ¿Entonces aceptas a ser el fotógrafo del desfile?

— Acepto — Myungsoo pocas veces sonreía, y esta era una, básicamente porque ahora no solo tenía su cámara, la cual cabe decir que ama, y claramente sus lentes de cámara, ahora tenía algo mucho más potente y fuerte, tenía el apoyo y la sonrisa de Sungyeol ¿Qué podía pasar?

No ver es una florDonde viven las historias. Descúbrelo ahora