Ser uno

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— Las cosas al parecer comenzaron a andar mejor para todos, este tiempo era como la calma antes de la tormenta. Por un lado, Hoya y Dongwoo estaban llevando su "amistad" de buena manera, y sin mayores complicaciones. El chico de amplia sonrisa en efecto cumplió su parte, e iba todos los días o al menos casi todos, a cocinar y comer con Myungsoo y Sungyeol, y de vez en cuando, lo que era casi siempre, igual se unía Hoya, algo que para los tres restantes era calma y relajo.

— Nam y Gyu por su parte habían decidido vivir juntos, al menos en parte, ya que en el departamento de Nam se quedaban los fines de semana, y de a poco estos días se alargaban, y pasaban a ser algo igual de semana. Querían acostumbrar a sus padres a este estilo de vida, y no llegar y realizar nada brusco, esto fue algo que todos sus amigos apoyaron.

— En cuanto al felino y a la jirafa, su historia era algo más complicada, pero por esto mismo más divertida. Conforme los meses Myungsoo consiguió un trabajo estable con la misma agencia en donde trabajaba Sungyeol. Esto hizo que "misteriosamente "la cantidad de veces que se requería a Sungyeol para campañas fueran más frecuentes. Digamos que tener a su "mejor amigo "trabajando era algo útil para ambos, quienes en cosa de poco tiempo lograron tener estabilidad.

— El ser honestos, y el confiar entre ambos les generó más calma a su relación, pero aun así había cosas entre ellos que no estaban resueltas, cosas que debían hablar por más que ellos lo evadían.

— Sungyeol, quedamos en que te iría bien en tu examen ¿O me equivoco? No será justo que repruebes en tu último año, o que no quedes en lo que quieres estudiar — Myungsoo preparaba la cena, algo que ahora turnaban, al igual que el aseo del departamento —

— Si, si, si — Dijo con burla mientras seguía ojeando una revista sin mayor interés en el mundo exterior — Deberías dejar de ser tan serio y relajarte. Podré remontar, no te preocupes — Algo que tenía Myungsoo, eran buenas calificaciones, así que para el si era tema, y más si quería estudiar lo que deseaba — Seré actor, algo que no necesita tanto número, necesita más corazón, y es algo que tengo desarrollado.

— No te aceptaran en la escuela de teatro si no tienes buenas calificaciones o si te va mal en la prueba de ingreso, señor "Corazón "

— Mmmh — Fue hasta Myungsoo, y lo abrazó por la espalda, mientras dejaba descansar su rostro en el hombro de este — Tengo a un guapo maestro particular en casa, así que en caso de no tener buenas calificaciones, puedo seducirlo para que me enseño... Por cierto, guapo, te falta un poco más de pimienta — Sin más se pegó un poco más a Myungsoo y tomando un poco de pimienta lo puso en la olla.

— ¿Cómo lo sabes? — Myungsoo ladeo su rostro y Sungyeol lo miró atento, sin sonreír, es más estaba algo serio —

— Simple, el color... Conozco el color de tu comida y sé que no le habías puesto — Bingo, tenía razón, pero lo que asustó a Myungsoo era una simple pregunta ¿Tanto se conocían como para saber pequeños detalles?

— Eres todo un caso ....

— Si, pero eso no te molesta ¿O si? — Sungyeol apagó la cocina y Myungsoo no reclamó, solo sonrió porque sabía lo que venía — porque podemos discutirlo... — Los labios de Sungyeol tomaron los contrarios con suavidad, como siempre en realidad pasaba, y eso era lo mágico de ellos. Tenían algo un nombre, y algo que solo ellos entendían.

— Ya habían llegado a ese punto en varias oportunidades, ambos en esos meses desde el primer beso lo entendían y les gustaba. Sus labios simplemente danzaban y se dejaban llevar en el beso, por eso Sungyeol apagaba la cocina, porque sabía que la cena esa noche sería otra. Lo que, si cambió esa vez, fue que Myungsoo no se detuvo a frenar sus besos, quien era el que siempre lo hacía, ya que era el que más pensaba. Sungyeol solo vivía, el solo hacia lo que sentía.

— ¿Aun sin poder revertir mi punto señor Kim? — Sungyeol estaba en esos momentos entre el cuerpo de Myungsoo y la encimera. Una de sus largas piernas se aferraba de las contrarias, y siguió entre besos, más una mordida en sus labios lo trajo de nuevo en sí, el problema es que tras eso no se esperó que los labios del menor fueran a su cuello, siguiendo el recorrido de sus vistosos lunares, aquellos que Myungsoo amaba en secreto —

— Puedo revertir tu punto sin palabras Lee... — Una suave y fina descarga recorrió el cuerpo de Sungyeol por el tono de voz que empleaba el menor, y no sabía si era la hora, la comida o los besos, pero algo dentro de él se alteró, y pudo ocultarlo en cuanto a su expresión, pero no en cuanto a su cuerpo, el cual comenzó a recorrer por sobre las telas del contrario, y Myungsoo comprendió el mensaje —

— Tenemos toda la noche para esto y lo sabes... — Ambas piernas ahora se aferraban de las caderas contrarias y Myungsoo lo cargó hasta su cuarto. Ya era claro, ya era algo que sin forzarlo ambos quería.

— No existía el tiempo, mucho menos la cordura, ya que en cuanto aparecía un poco más de piel, todo se perdía y quedaba en locura. Myungsoo nunca pensó que la piel de Sungyeol era tan suave. La tenía presente en sus sueños, pero nunca la imaginó tan perfecta. Sungyeol por su parte nunca pensó que la firmeza de las manos de Myungsoo se sintieran tan bien, que lo hicieran sentir protegido.

— Sungyeol siempre deseó tener a alguien que lo hiciera sentir único, y la forma en la que era tocado lo volvía loco, lo hacía sentir adicto, lo hacía delirar. — No juegues... Joder no juegues — Lo dijo entre jadeos cuando era algo que pensaba, y una sonrisa maliciosa salió de los labios de Myungsoo.

— No estás en derecho de decir nada que yo no quiera — El gustaba dominar, y a Sungyeol ser dominado. Ambos descubrieron de esa forma lo excitante que era ser el complemento del otro. Lo descubrieron cuando ya no quedó ropa entre ellos, cuando ya no importó la hora, el día, el si mañana tenían clases o trabajo. Todo quedaba fuera de su mundo, fuera de su burbuja.

— Joder ... Mmmh — Myungsoo lo tomaba de sorpresa, y no supo si fue eso, o la mirada que le dio Myungsoo, lo que termino con su sentido común, y lo que lo calmó, porque si bien dolía, en esos momentos eso pasaba a segundo plano, porque los movimientos del menor y los suyos eran arte.

— Ambos fueron uno, de una y más formas, una y más veces. Fue a su ritmo, fue cuando lo quisieron, fue como lo quisieron y eso era algo que no se podía pagar.

— El examen pasó a un segundo plano, pero Sungyeol se ganó un maestro, y Myungsoo descubrió un hecho importante, el ya no podía estar sin su mayor, ya no quería y no sabía cómo sería su mundo sin él. Sus amigos tenían razón, debía encontrar la forma de reclamar como suyo a Sungyeol sin asustarlo. Y tras verlo dormir con su rostro acomodado en su pecho, sonrió y acarició la mejilla contraría. El clima ya estaba empezando a ser helado, pero el solo sentía calor en su corazón.

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Prometido y pagado <3 Mañana trabajo, pero trataré de subir el especial de navidad <3 

No ver es una florDonde viven las historias. Descúbrelo ahora