No ver es una flor

Una rosa es una rosa

— Apenas habían pasado dos semanas desde la llegada de Dongwoo, y las cosas estaban en calma, al menos en calma para lo descontrolada que se volvieron.

— No solo debíamos contar con el hecho de que Sungjong había vuelto a la escuela, si no que Hoya y Dongwoo parecían buenos amigos pese a la barrera de idioma. En este punto hay que destacar el que Dongwoo hablaba un poco más coreano, y para sorpresa de todos Hoya hablaba un poco más de japonés.

— Tambíen debíamos contar con el hecho de que Myungsoo y Sungyeol parecían llevarse mejor, más ninguno de los dos era lo suficientemente valiente como ser claro en tanto a sus sentimientos, en cuanto a lo que deseaban, y por su parte Sungjong aprovechaba esto, generando pequeños malos entendidos entre los dos.

— No solo iba y se metía en el departamento de los dos en horarios de cena y demás, si no que en la escuela no ocultaba nada, y andaba junto a Myungsoo sin querer soltarlo ya que, si lo hacía, este podría irse con Sungyeol.

— Esto era agotador tanto para Sungyeol como para Myungsoo, ya que al primero le dolía en parte ver al chico de finas facciones pegado a Myungsoo, y a Myungsoo le molestaba el no poder hablar y conocer como deseaba al más alto.

— ¿Y Howon?

— Ni la más remota idea. Debe estar con Dongwoo por algún lugar — Eso había sonado algo cortante, y Gyu lo había notado de esa manera— Perdón, no quise, es solo que — Sungyeol no mentía, no le molestaba ver a su amigo con Dongwoo, era solo que ya tenía que soportar muchas cosas como para sumarle el hecho de que pese a estar siempre con su amigo, el ya no lo considerara tanto.

— Entiendo. Hoya ahora anda más pendiente de Jang, pero es tu amigo ¿Es eso acaso lo que te molesta? — A veces Gyu era sabio, y miró a donde estaba Myungsoo y Sungjong compartiendo un par de gaseosas antes de entrar a clases. El mayor sabía de ambos, más que mal, era el quien estaba ayudándolos a darse cuenta de los sentimientos del otro

— No sé de qué estás hablando — Dijo Sungyeol sonriente, y Sungkyu no lo molestó, el solo le devolvió la sonrisa porque su idea no era presionarlo. El tiempo era sabio

— Entiendo. No olvides que quedaste de ir a cocinar con Woohyun, ni idea de qué, pero lleva un par de días emocionado con su proyecto.

— ¿Proyecto? De que ... ¡Ah! Sí, eso — La sonrisa de Sungyeol se tornó algo traviesa, definitivamente a veces era peor que un niño pequeño — Iré con él. No te quiero en la casa Sungkyu, así que ándate de putas con los chicos

— La mirada de Sungkyu reflejaba sorpresa y temor, ya que Woohyun y Sungyeol juntos, no daba buen pronóstico, más parecía ser importante para ambos, así que no le quedaba más que confiar.

— Espero no arrepentirme de eso Sungyeol

— Descuida, serás feliz después — Ahora la sonrisa de Sungyeol era cálida como siempre lo fue, al menos para Sungkyu

∞

— Woohyun, ¿De verdad que esto era así? — Sungyeol y Woohyun a la final habían ido a la casa del último. Este era compartido con Sungkyu, y hasta donde el más alto sabía, no tenían mayor problema. De lo que Sungyeol no había estado informado hasta hace unos días, era de que Woohyun sentía cosas por Sungkyu, y según lo que días después vio, esto era algo correspondido, solo debían darse cuenta y que mejor que esto que san Valentín.

— Sungyeol todos los años le hacía chocolates a Hoya. Eran los únicos que el chico aceptaba, y este año no sería excepción, solo que algo dentro de él quería hacer chocolates especiales para una persona, el tema era uno, el miedo.