Halo

83 15 1
                                    


— Algunas veces, las cosas pueden ser tan dulces como la miel, tan suaves como la brisa de primavera, y tan intensas como el rojo de las rosas recién florecidas. Todo eso era en ese momento tanto Myungsoo como Sungyeol, quienes tras el beso no quisieron decir más palabra, y entra caricias y abrazos lograron calmar la tormenta de sus almas, el menos por esa noche.

— El primero en despertar fue Sungyeol, quien nunca entendió como no vio antes lo bello que era Myungsoo al despertar, y es que si era honesto hasta ahora no había tenido tiempo de reparar en ello, pero hasta los finos rayos de sol le hacían oda a la belleza de Myung ­— Hey, ya debes despertar — En la mente de Sungyeol aún estaba el cuestionamiento sobre si besarlo o no, pero fue el mismo Myungsoo quien aprovechando su actuación de hombre dormido, lo jaló y probó sus labios, como si aquello fuera el café que activaba su mañana

— ¿Acaso crees que con esas palabras me va a despertar el señor Lee? Se hacen falta besos

— Quien diría que el chico rudo terminó teniendo sentimientos y un ser cálido dentro

— Aun no me conoces, y yo no a ti, eso hace que las cosas sean más divertidas

— Sungyeol lo miró, pero no respondió y calló lo que sus labios querían decir, lo que su alma quería decir

— "No te quiero conocer, porque quiero que eso sea logro del día a día, y buscar motivos para quererte a mi lado "

I love him

I love him

I love him

I love him

— No hablaron mucho, no lo necesitaron. Sus almas estaban en calma con el solo hecho de saber que al menos en una parte sus sentimientos eran mutuamente correspondidos, y eso era motivo de alegría y calidez, sí, porque ambos luego de tiempo podían decir que volvían a sentir calor en su alma.

— Aga iba en los brazos de Myungsoo, Sungyeol miraba la escena y sonreía como un bobo enamorado, aunque aún no lo asumía, en el fondo lo era, pero junto con eso la inseguridad venía y aparecía el "¿Cuánto durará?" "¿podremos ser felices?"

— Estas pensando mucho ... — Sungyeol volvió en sí de forma rápida y negó —

— Solo pienso en que debemos de al menos llamar a los chicos, deben estar asustados

— Si, quizás, sobre todo el bobo de Howon, pero sabes, no quiero hablar de el

— Descuida, él se ve muy bien con Dongwoo, y yo como un niño pequeño, solo hacía berrinches porque no me gusta compartir las cosas, y eso te incluye — Lo dijo en tono de juego, pero Myungsoo sintió calidez, era como si el halo de luz de Sungyeol le llegara, y quizás con esa pequeña e infantil condición, Myungsoo comenzaba a entenderlo y a sentir quien era Sungyeol

— Descuida, no debes darme explicaciones, pero si deseo que empieces a hablarme de cosas que sientas que yo deba saber — Era como un pacto, pero uno que en parte los unía. —

— Al llegar al departamento se sintieron culpables, ya que la primera escena era la de un Dongwoo con los ojos hinchados, quien entre quejidos trataba de buscar calma; y la otra parte de la escena era la de Hoya, quien abrazando a Dongwoo trataba de darle consuelo. Ambos independiente de su participación en el acto, miraron fijamente a los que llegaron, y Myungsoo notó lo incomodo que estaba Sungyeol con aquello

No ver es una florDonde viven las historias. Descúbrelo ahora