Capitulo Once

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Louis se despertó a la luz de otra cálida mañana de verano entrando por la ventana abierta, y a la dulce sensación de su amante yaciendo a su lado en la cama. Su hermoso, dulce, increíblemente atractivo, nuevo amante. Y con la luz del sol, llegó su oportunidad de verle en toda su gloria. Largas piernas, fuertes y cubiertas con una leve capa de pelo oscuro; un culo alto y firme, suave al tacto; una espalda musculosa, cálida. Louis se giró hacia un lado y Harry se movió hacia el contrario, acurrucándose pecho contra espalda; la erección matutina de Louis se escurrió entre los cachetes de Harry mientras le acariciaba el pecho y el abdomen.

—Buenos días. —La cabeza de Harry se giró hacia arriba.

—Buenos días, Tigre. —Harry sonrió y Louis le besó suavemente—. Me gusta tenerte así. —La mano de Louis comenzó a avanzar por su pecho, bajó por su vientre y a lo largo de la erección que pulsaba entre sus dedos. Harry gimió suavemente, moviendo las caderas ligeramente para permitirle a Louis mejor acceso a su cuerpo—. Eres hermoso; me encantan los sonidos que haces para mí. —Louis movió la mano otra vez, rozando el glande con su pulgar, y sintió las caderas de su amante comenzar a empujar hacia delante. Recostándose sobre la cama, consiguió que Harry se diera la vuelta y se colocara encima, conectando sus labios y obligando a sus cuerpos a tocarse del pecho hasta los pies. Harry comenzó a mecerse suavemente, sus erecciones moviéndose juntas, rozándose—. Mi dulce Tigre.

Harry gimió y subió un poco la cabeza para besarle con fuerza, y Louis le acarició el cabello con ternura, sin cansarse jamás de aquel maravilloso hombre que se había lanzado a amarle. Harry gemía en su boca, y Louis emitía sus propios sonidos de placer, la sensación de la piel de Harry contra la suya, volviéndole loco.

—Louis. Me voy... —Louis obligó a sus manos a recorrer toda la espalda de Harry y el trasero, resbalando un dedo por el ano y presionando ligeramente su entrada. —¡Louis! —Harry gritó, echando la cabeza hacia atrás mientras se corría entre ambos; Louis le siguió enseguida.

Abrazando a Harry con fuerza, Louis apaciguó a su Tigre acariciándole, y le ayudó a bajar de las alturas de su clímax besándole con ternura. El sonido de movimiento en la casa rompió su ensimismamiento mutuo, y Harry comenzó a retorcerse nervioso.

—Está bien; tranquilízate. —Louis intentó calmarle.

—Pero, Len...

—Creo que ya lo sabe. —Louis no pudo evitar sonreír.

La atención de Harry, que había estado en la puerta, volvió de repente a Louis.

—No fuimos lo que se dice silenciosos anoche; ni tampoco esta mañana. —Harry comenzó a enrojecerse, pero Louis le besó con ternura—. No hay que avergonzarse, ¿recuerdas? —Louis no tenía muy claro tampoco cómo se sentía respecto a Len habiéndoles oído hacer el amor, pero tampoco iba a dejar que Harry se diera cuenta.

Despacio, comenzaron a levantarse. Louis cogió la toalla que había usado la noche anterior y le limpió el estómago a Harry antes de limpiarse a sí mismo. Harry recogió el pijama del suelo y se lo puso antes de darle un beso y abandonar la habitación. Louis silbaba tranquilamente mientras iba al baño a terminar de limpiarse. Miró la ducha y en su mente se dibujó al instante una imagen de Harry bajo el chorro de agua. Tuvo que expulsarla de su mente para conseguir terminar con su rutina matutina.

Harry ya estaba en la cocina, y Louis podía oírle hablar con Len cuando entró.

—Harry y yo estamos de acuerdo en que puedes ir a cabalgar hoy, pero después, te echarás una siesta y descansarás. Puedes trabajar en los libros si quieres. Mañana podrás empezar a hacer pequeños trabajos. —Len le miró seriamente, pero enseguida rompió a sonreír y meneó la cabeza—. Lo siento... No debería decirte qué debes hacer. Pero me gustaría que te tomaras un día más de calma.

AMAR SIGNIFICA... NO AVERGONZARSE.|Larry Stylinson|Adaptada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora