Capitulo Diecisiete

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Louis se levantó a su hora habitual y sonrió para sí mismo mientras comenzaba a palpar la cama a su alrededor. Entonces se dio cuenta de que estaba vacía y su sonrisa se desvaneció.

Había sido así durante la última semana. Durante esos primeros segundos de la mañana, había olvidado que Harry se había marchado. Y durante esos preciosos segundos, volvía a ser feliz. El resto del día era solo trabajo y más trabajo. Incluso las cosas que antes le parecían divertidas, se habían vuelto simple trabajo pesado. Todavía salía a cabalgar cada mañana, pero ya no encontraba ningún placer en ello. Lo hacía porque los caballos necesitaban ejercicio, no porque quisiera hacerlo.

Echó para atrás las sábanas y se levantó de la cama, se vistió y bajó a la cocina. Len ya estaba ahí y hablaron de las tareas diarias mientras tomaban un café.

—Zayn me ha preguntado si tenemos algo que pueda hacer. Creo que realmente necesita trabajar este verano.

—Claro. Contrátale para la temporada. Nos vendrá bien. —Ahora que Harry se había marchado, necesitaban un hombre más, y encima tendrían proyectos nuevos una vez que cerraran la compra de la granja de los Winter.

—Sabía que dirías eso, así que empieza a trabajar hoy. —Len sonrió.

—¿Y por qué no me dices simplemente que le has contratado? Yo me fió de ti. Eres mi capataz, después de todo. —Louis sacudió la cabeza y terminó su café—. Deberíamos buscar a otra persona para contratar a tiempo completo. Creo que vamos a necesitar más ayuda, especialmente cuando nos expandamos.

—Lo haré. —Len terminó su café mientras Louis ponía su taza en el fregadero, y se dirigía al establo.

Por primera vez en una semana, se dirigió directamente al cajón de Kirk y comenzó a cepillar y ensillar al semental.

—¿Estás listo para un paseo, chico? —Aquella hermosa criatura parecía estar incluso dando saltitos de excitación. Cuando hubo terminado, Louis sacó al caballo de las riendas del establo y una vez afuera lo montó—. Venga chico. Vámonos.

Espoleó al caballo y Kirk tomó el mando, corriendo como el viento. Habían hecho esto antes, pero esta mañana la velocidad y el aire en la cara comenzaron a quitarle telarañas del cerebro. Había estado luchando para superar todo aquello, pero ahora se daba cuenta de lo que tenía que hacer.

Kirk llegó al otro lado del pasto y frenó un poco. Louis le giró y volvió a espolearlo. Otra carrera por el campo les hizo bien a ambos. Louis frenó a Kirk al paso, y ambos se dirigieron a donde el ganado pastaba.

Cuando volvieron, Louis se dio cuenta de que el largo paseo le había ayudado mucho y, después de desensillarlo, llevó a Kirk hasta su caballeriza, saludando a Zayn en el camino.

—Buenas.

—Buenas, Louis. —El adolescente sonreía excitado—. Gracias por el trabajo. Te prometo que lo haré lo mejor que pueda.

—Sé que lo harás, Zayn. ¿Con qué te ha puesto Len para empezar?

—Dice que tengo que barrer el establo, mantener las caballerizas limpias, y el almacén organizado y todo listo para su uso. —La sonrisa de Zayn se desvaneció mientras se concentraba en lo que hacía—. También me ha dicho que tengo que llevar la cuenta de cuánto heno usamos para que podamos tener suficiente para el invierno.

—Excelente. Y probablemente también necesitemos ayuda para reparar la valla en un par de días. —Louis comenzó a dirigirse a la casa, pero se giró—. Cuando acabes, ven adentro a la hora de comer.

—Mi madre me ha hecho el almuerzo. —Zayn le mostró una pequeña bolsa marrón.

—Vale, pues le dices a tu madre que de ahora en adelante comerás con los hombres.—Aquello le valió una enorme sonrisa. Zayn era un buen trabajador y Louis sabía que lo haría bien. Además, sería mucho más fácil para su madre si no tenía que preocuparse de andar comprando cosas para que el chico comiera.

AMAR SIGNIFICA... NO AVERGONZARSE.|Larry Stylinson|Adaptada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora