Te amo. Escape.

11.5K 672 28
                                    


Terminamos de comer en silencio, una paz completamente artificial nos engullía.

—¿qué planes tienen para el futuro?— preguntó mi padre luego de haber tomado un poco de vino.

—planeamos casarnos y tal vez mudarnos al viejo continente—. Caleb me miró en busca de algo que respaldara su falsa mentira.

—sí, queremos conocer Francia—. Agregué.

—¿piensan en tener hijos?— mamá y sus preguntas. Idiota.

Tragué el jugo que quedaba en mi vaso y miré a Caleb, que me miraba con igual horror.

—no...— tragué saliva—. No lo hemos decidido, es un poco precipitado andar pensando en esas cosas—. Miré a Caleb que tocaba con un dedo la mesa.

—bueno, chicos ha sido un placer conocerte Caleb, pero debemos irnos—. Mi hermano se paró, agarró la mano de papá y tironeó de la pollera de mamá. Quería irse.

—de acuerdo—. Puse una sonrisa estúpidamente falsa.

Hicimos los saludos y cuando me tocó mi hermano susurré en su oído:

—¿debo olvidarme por completo de los pájaros?— él asintió.

—si—. Susurró—. Te amo Ami—. Me abrazó y se fue.

Caleb los acompañó hasta la entrada, ubicada varios metros después de la casa, volvió luego de saludarlos efusivamente con la mano.

—no fue tan desastroso—. Se acercó hasta donde me hallaba, en el marco de la puerta y rodeó mis hombros con su brazo—. ¿Verdad?

—¿tener que mentir sobre irnos a Europa y casarnos?—. Dije tranquila para rematar con sarcasmo—: claro que no.

—¿podrías tratar de disfrutar de las cosas simples de la vida?

— supones que conoces todo sobre mi, deberías de saber que soy una persona amargada. No sé qué mierda viste en mí.

—yo tampoco—. Replicó y entró.

—pues entonces déjame ir—. Pedí.

—No.

—¡te odio!

Se giró y enfrentó mi figura.

—yo no—. Agarró mis brazos y los puso a mi espalda, dejándome expuesta—. ¿Sabes? Hasta podría decirte que te quiero, amor.

—no me llames amor—. Tironeé para soltarme.

—te llamo como se me dé la real gana.

—cierra el pico.

—cállame—. Propuso.

—¿con una patada en tu zona?—. Repliqué.

—con un beso—. Miró mi boca—. Además, creo que mi zona te agrada bastante—. Camino haciéndome retroceder hasta chocar contra la pared—. ¿Verdad?— rozó su zona intima contra la mía— ¿esto te gusta, cierto?

—suéltame—. Rogué—. Por favor, suéltame.

Agarró mi pierna y la enroscó en su cintura haciendo que perdiera un poco de mi equilibrio, tuve que apoyarme contra la pared para no caerme. Liberó mis manos y agarró la otra pierna para enroscarla, puse mis manos en sus hombros para estabilizarme.

Caminó así hasta el sofá.

—para, para, déjame, ¡basta!— grité al ver que no me hacía caso—. Caleb—. Empujé sus hombros pero ambos caímos en el sillón, él sobre mí. Se separó un poco y aproveché para sacar mis piernas de su cintura, él hizo caso omiso y se sacó la camisa—. ¿Qué haces?— dije al ver que acercaba su boca a la mía.

Obsesión TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora