Obsesión TERMINADA.

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CURIOSIDADES DE OBSESIÓN:

♣La novela, en primer lugar se iba a llamar Promesas, pero lo terminé cambiando a último momento.

♣Caleb está inspirado en un chico que conocí en una consulta del psicólogo... Tenía esquizofrenia y había golpeado a la novia en un taque.

♣La personalidad de Amira es una mezcla entre mi mamá y mi mejor amiga

  ♣ No planeé la muerte de Ian. Ese día estaba enojada con mi hermano y quise matarlo en la novela... 

SIGUE ABIERTO EL PREGUNTAS Y RESPUESTAS :)

Esta vez, no soñé. Al parecer mi cerebro estaba agotado de reproducir imágenes.

Al salir de la cama, me percaté de varias cosas: la ventana, que estaba abierta, ahora estaba cerrada, alguien me había tapado y mi carta a Ian ya no estaba sobre la mesa.

—yo si creo que fuiste una buena hermana — Caleb estaba al lado de la cama, sentado en una silla. No lo había visto.

En su mano tenía mi carta.

—Tú no tienes derecho alguno a leer eso — le arrebaté la hoja de entre sus manos y la hice un bollo — deja de meterte en mis cosas, Caleb.

—me meto en tus cosas porque me preocupo por ti — me dijo.

— si te preocuparas por mí, harías algo por verme bien.

—te alejo de todo lo que te hace mal, Amira.

—No veo que eso sea cierto, Caleb — una risa seca salió de mi boca — tú sigues cerca de mí.

Caleb sonrió.

—mi pequeña Amira es toda una niña ruda ahora — agarró mi cuerpo parado frente a él y me sentó sobre sus piernas. Me sacudí y él afirmó si agarre sobre mi cuerpo — si me causas una erección luego deberás bajarla, Amira.

Me dejé de mover. Lo último que necesitaba era a Caleb excitado y molesto.

—no vuelvas a revisar mis cosas.

—lo has dejado en la mesa, amor — se encogió de hombros — no pensé que era algo personal.

— cualquier cosa relacionada conmigo es personal y tú no tienes por qué meter tus narices en mis cosas.

—Amira, ¿Sabes qué cosa me dijo Ian?

Todo mi cuerpo se tensó y cerré los ojos, respirando con fuerza.

—no hables de él.

—dijo que estaba feliz de que estuvieras con alguien, que te merecías ser feliz.

—no sigas, Caleb. No vas a lograr nada con esto.

— Jeremy te dijo la verdad, Amira, ¿Lo sabes, no?— cambió de tema abruptamente.

—¿Por qué me mentiste?

—porque no quería que supieras la clase de mierda que soy — una sonrisa de mierda triste se puso en su cara — pero ya lo sabes.

—hace mucho tiempo que lo sé.

—tú no sabes nada, Amira.

—entonces dímelo, Caleb. Mi cabeza parece una licuadora y necesito que me ayudes a desenredar todo lo que pasa.

—tengo una condición, Amira — me dijo, levantando un dedo — por cada cosa que te cuente, tú tendrás que darme algo a cambio.

—¿De qué hablas?