Observando.

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Narra María~

Llevo acudiendo dos semanas seguidas al mismo Starbucks, y no es que sea una acosadora, lo que pasa es que aquella mujer me hace sentir algo, no sé que es en sí, porque nunca he hablado con ella pero, su mirada de ojos cafés tan intensos que taladran mi alma me incitan a quererle ver, pienso que de alguna forma estamos predestinadas a hablar en algún momento y ese día, yo seré feliz.

Hoy afortunadamente salgo un par de horas antes, la maestra de cálculo tuvo un percance y por ende, no vendrá.

Dieron el toque y salí, sin esperar a esa chica que siempre anda atrás mío, espero aprenda que tengo cosas más importantes que hacer, que estarme preocupando por tener amigos. Tomé el bus y me bajé en aquella parada que ya era conocida, entré y pedí lo mismo que todos los dias que iba.

Mi té verde.

Caminé a la misma zona y todos los sillones estaban ocupados, concurría mucho ahí y sabía ya el nombre completo, pero aún no me siento segura de sentarme en el sillón cercano al mostrador en donde suele estar todo el tiempo.

- Puedes sentarte, que ese sillón no muerde.- ¿Era ella? ¡Por supuesto que era ella! Me volteó para verla y hoy lleva el cabello suelto y tiene ropa deportiva y toda la razón, la última semana estuvo lloviendo demasiado.

- Eh, gracias.- Digo sin más y me siento. Su voz es bonita, tiene ese acento mexicano tan peculiar.

Por alguna razón, el libro que estoy leyendo esta ahí, ¿Me estaría esperando? No, no María, no eres amiga de ella como para que haga algo así.

Le eche un ojo y la vi, leyendo "Vigilar y Castigar" no es un libro que yo conozca.

Vamos María, pregúntale sobre que trata.

Me armo de valor y me pongo de pie, me dirijo hacia ella y siento que mis piernas se aguadan, ¿Cómo es posible esto?

- El título realmente puede llamar la atención, ¿No es así? .- Ni siquiera he dicho una palabra y sabe a lo que voy.

- Claro, ¿De qué trata?

- Toma asiento .- Veo que señala una silla que se encuentra cerca de ella, lo suficientemente cerca como para poder percibir el aroma de su perfume, de su shampoo.- Habla sobre métodos de castigo y vigilancia desde la sociedad medieval a la contemporánea: suplicios, humillación pública, cárcel, escuela y manicomios.

- ... .- Por alguna razón, me quedo sin palabras, ese libro parece ser algo como "¿Cómo ser bueno en el sadomasoquismo?".

- Supongo que no es interesante para ti.- Y en lo más mínimo.

- Nunca he leído algo así.- No tengo porque mentirle.

- Y ¿Cómo te llamas? Te he visto mucho por aquí. Y sé que no eres de aquí.

- Mi nombre es María y vengo de intercambio de Chile.

- ¡María! Como mi mamá.

- ¿En serio? .- Vaya que si se llama como yo, huire.

- No.- Me siento como una tonta.- Pero pudo haberse llamado así y ¿Qué estudias aquí? La educación en México no es lo mejor.

- Ingeniería Comercial y lo sé, no es que sea un mal país, la gente que lo gobierna lo es, pero quería independizarme y mirame he aquí, viviendo como foránea, sufriendo la soledad.

- Es interesante, yo toco el saxofón en mi tiempo libre.

- ¿De verdad?

- No, pero sería interesante, yo me dedico a esto y por las noches formó parte de un coro en el Palacio de Bellas Artes.

- Y usted, ¿Cómo se llama?

- Teresa, pero mi nombre artístico es Daniela.

Miró el reloj sin querer y me doy cuenta la hora, ha pasado demasiado rápido, ¿Así serían los días con ella? Lamentablemente para mí, tengo que irme.

- También es un bonito nombre y bueno, nos vemos.- Doy un par de pasos y siento que una mano me retiene, es ella.

- Sería bueno que vayas a verme algún día.

- Lo tendré en cuenta.

Salí, salí lo más rápido posible y no es que le haya tenido miedo, simplemente a veces tienes la necesidad de evitar que tu corazón palpite tan rápido como lo estaba haciendo el mío.

Aquella mirada suya, ella no dejaba de verme.

Tratando de hacerme felizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora