Llegué del trabajo. El día estuvo horrible, espantoso y lleno de gente. Me volví loco llevando bebidas y platos por aquí y por allá.
¿Pero sabes qué fue lo peor?
Que justo 5 minutos antes de cerrar, hayan entrado ustedes como si nada tomados de la mano.
La forma en la que se sonreían era tan hermosa.
También hacíamos lo mismo.
Me mirabas a los ojos y me decías "Te amo enano".
Cuando acariciabas mi pierna por debajo de la mesa a propósito y me hacías molestar.
Te burlabas de mi altura siendo 2cm más alto.
Cuando llegabas a casa todos los viernes con un ramo de rosas que ahora diriges a otra persona.
Sólo me tocó tragarme todo, respirar y poner mi mejor sonrisa.
Porque no voy a demostrar lo que he llorado por ti.