¿Por qué pasa esto?

Por fin te tengo conmigo

NARRA JADE

Íbamos encaminó a encontrar a esa bella mujer que tanto me hacía falta,  me llamaba la atención que por el caminó que ibamos era bastante frondoso,  llenó de árboles y demás, miraba por la ventana me percaté de que nos acercabamos a una cabaña entre el bosque en la cual afuera de esta había un auto,  no un simple auto era el auto de Jack,  Dioooooos como quiero partirle la cara a ese infeliz,  las dos patrullas rodearon la casa, estacionaron el auto me baje de el junto con Matt y mis suegritos, los policías armados obviamente se acercaron a la puerta de la cabaña y la tumbaron a golpes, entrando asi a esta, fui detrás de ellos  observe que la cabaña por dentro estaba bastante equipada, cocina, sala de estar,  habitaciones, baño y demás, pero...  En dónde estaba este maldito, escuché como uno de los policias grito.

-¡Lo tenemos!

Salí corriendo al instante, lo tenían inmovilizado en el piso con las manos en la cabeza,  no pude evitarlo corrí hacía él y le propine una patada en la cara, dejándolo medio estúpido o un poco más de lo que ya es, me agache y me acerque a su rostro y le dije.

-Yo misma haré que te pudras en la cárcel,  escuchaste infeliz.

Este sonrió de manera burlona, no me importó me levanté y fui en busca de Dani los policías habían registrado ya todas las habitaciones y no daban con ella,  me entré a preocupar.

-Tiene que estar aquí.

Todos me miraron, sabían al igual que yo que Dani si estaba en el lugar...  Pero ¿en dónde? Pedí silencio.

-Shhh, lo escuchan.

Se sentían unos pequeños golpes en la pared, me fui acercando a aquel ruido poco a poco se hacia más fuerte termine en frente de una pared más gruesa que las otras,  pase mi mano por esta dando con una manilla oculta en la pared.

-Que clase de enfermo tiene una habitación secreta en la cabaña de vacaciones familiares.

-salió Matt con su comentario inteligente del día - Pues... Él.

-lo mire - gracias por responder

-Con gusto

gire la manilla poco a poco, abriendo así la puerta...  Y allí, allí estaba ella mirándome con esos ojos preciosos empapados en lágrimas no de tristeza,  más bien de felicidad mire como ese infeliz la tenía amarrada de sus manos y piernas en un rincón, además de mantener su boca con una especie de paño que le impedía hablar, me gire a Matt quitándole su corta pluma de bolsillo abrí la pequeña herramienta sacando una pequeña cuchilla corrí donde Dani cortando las cuerdas que la mantenían presa, cuando logre cortar la de sus manos, ella misma se quitó dicho paño de su boca y me abrazó, me abrazó de tal manera que reconstruyó mi alma entera, lloraba en mi hombro y lo único que me decía era que me amaba, me sentía feliz de tenerla en mis brazos nuevamente me miró y me regalo una sonrisa sincera para luego besarme,  detrás de nosotras llegaron mis suegritos y Matt uniéndose en un abrazo grupal que nos reconforto a todos,  llenándonos de paz.